Semana Santa 2021: Orientaciones de la Santa Sede

Para celebraciones

Semana Santa 2021 orientaciones
Domingo de Ramos © Cathopic. Angélica Mendoza

La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos emite una nota con orientaciones para los obispos y las Conferencias Episcopales sobre las celebraciones de Semana Santa 2021, con el fin de “ayudar a los obispos en su tarea de valorar las situaciones concretas y procurar el bien espiritual de pastores y fieles para vivir esta gran semana del año litúrgico” en tiempos de pandemia.

La nota, firmada por el cardenal Robert Sarah, actual prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, indica que el obispo, como moderador de la vida litúrgica en su Iglesia, está llamado “está llamado a tomar decisiones prudentes para que las celebraciones litúrgicas se desarrollen con fruto para el pueblo de Dios y para el bien de las almas que le han sido confiadas, teniendo siempre en cuenta la protección de la salud y cuánto ha sido prescrito por las autoridades responsables del bien común”.

Orientaciones

La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos sugiere “facilitar y privilegiar la difusión mediática de las celebraciones presididas por el obispo” y “prestar especial atención a algunos momentos y gestos particulares, respetando las exigencias sanitarias” en todas las celebraciones.

En cuanto a la Misa crismal, apunta que, si es necesario, “que se traslade a otro día más adecuado en el que pueda participar una representación significativa de pastores, ministros y fieles”.

En cuanto a las celebraciones del Domingo de Ramos, del Jueves Santo, del Viernes Santo y de la Vigilia Pascual, la nota expone que “se aplican las mismas indicaciones del año pasado”. Además, se anima a “preparar subsidios adecuados para la oración en familia y personal, potenciando así algunas partes de la Liturgia de las Horas”.

Decreto de 2020

El texto remite también  al Decreto emitido por mandato del Santo Padre el 25 de marzo de 2020, en plena pandemia del coronavirus. En él se ofrecen algunas orientaciones para las celebraciones de la Semana Santa e indica que “es válido también para este año”, invitando a “releerlo” con vistas a las decisiones que los Obispos tendrán que tomar con respecto a las próximas celebraciones pascuales en la situación particular de cada país.


En dicho Decreto se informa que la fecha de la Pascua “no puede ser trasladada” por lo que en los países afectados por coronavirus, los obispos y los presbíteros “deben celebrar los ritos de la Semana Santa sin la presencia del pueblo y en un lugar adecuado, evitando la concelebración y omitiendo el saludo de paz”.

El Domingo de Ramos, se propone que “se celebre en el interior del edificio sagrado, en las iglesias catedrales se adopte la segunda forma prevista del Misal Romano, y en las iglesias parroquiales y en los demás lugares, la tercera”.

Las conferencias episcopales pueden trasladar a otra fecha la Misa Crismal si fuera necesario. Asimismo, el Jueves Santo se establece que “se omita el lavatorio de los pies” y al final de la Misa en la Cena del Señor, “se omita también la procesión” y el Santísimo Sacramento “se reserve en el Sagrario”.

El Viernes Santo, en la Oración Universal, los obispos “se encargarán de preparar una especial intención por los que se encuentran en situación de peligro, los enfermos y los difuntos” y la Adoración de la Cruz con el beso “se limita solo al celebrante”.

Durante la Vigilia Pascual se requiere que se celebre “solo en iglesias catedrales y parroquiales” y para la Liturgia Bautismal “se mantenga solo en la renovación de las promesas bautismales”.

Finalmente, la expresiones de piedad popular y las procesiones que enriquecen los días de la Semana Santa y del Triduo Pascual “podrán ser trasladadas a otros días convenientes a juicio del obispo diocesano”, por ejemplo, el 14 y el 15 de septiembre.