Somos Unidad Sustancial de Alma y Cuerpo: El Amor como Manifestación Integral

Capítulo 7 de la Serie «Almacuerpo»

No separes de mi cuerpo el alma - Actividad - Museo Nacional del Prado

En el séptimo capítulo, nos adentramos en la comprensión del amor como una expresión conjunta de alma y cuerpo. No somos solo cuerpo ni solo alma; somos una unidad sustancial donde ambos aspectos van de la mano. El cuerpo se convierte en el medio a través del cual el alma manifiesta y concreta ese amor.

Tipos de Relaciones: Instrumentales y Personales

Existen dos tipos básicos de relaciones en la persona: las instrumentales y las personales. Las relaciones instrumentales son aquellas en las que interactuamos con otros para obtener algo específico, como comprar en el mercado, encargar un proyecto o visitar al médico. Estas relaciones no involucran a toda la persona, sino solo a una parte de ella, ya que son parciales.

Por otro lado, las relaciones personales son aquellas donde reconocemos la dignidad absoluta del otro. En estas relaciones, nos apartamos de la utilización del otro y surge una conexión diferente, más profunda y completa. Es en este contexto donde el amor se define como una relación personal, basada en el reconocimiento recíproco de la dignidad absoluta del otro.

Eros y Agapé: Los Componentes del Amor

El Papa Benedicto XVI, en su primera encíclica sobre el amor, aclaró que este concepto tiene dos componentes esenciales: eros y agapé. Eros es la dimensión ascendente del amor, la que nos hace sentir una alegría y un sentido para vivir. Es el tipo de amor que emociona y eleva, muy apreciado especialmente por los adolescentes. Sin embargo, si este eros es sincero y no egoísta, debe dar espacio a la dimensión descendente del amor, que es el agapé. Agapé implica servicio, sacrificio y la entrega al otro para hacerlo feliz. Ambos elementos, eros y agapé, deben estar presentes para que el amor sea completo y verdadero.

Los Cuatro Tipos Fundamentales de Amor

Siguiendo a C.S. Lewis en su libro «Los Cuatro Amores», distinguimos cuatro tipos fundamentales de amor:

  1. Simpatía: Es el amor más elemental y superficial, basado en la afinidad y gustos comunes con otras personas.
  2. Amistad: Surge cuando, además de simpatía, existe trato y conocimiento mutuo, respeto y confianza. La amistad es un amor profundo y duradero, con su propio contenido distinto del amor conyugal.
  3. Enamoramiento y Noviazgo: Este amor es específico y focalizado en una sola persona. A diferencia de la amistad, es exclusivo y abierto a un proyecto de vida en común.
  4. Caridad: Es el amor propio de Cristo, un amor sustancialmente distinto y mucho más profundo que la filantropía. La caridad implica una entrega total y desinteresada, posible únicamente a través de la comunión con Cristo.

El Cuerpo como Medio de Comunicación del Amor

El cuerpo juega un papel crucial en la manifestación del amor. Una caricia, por ejemplo, es mucho más que un simple gesto físico; es una forma corpórea de transmitir amor. Este amor puede ser de caridad, como cuando acariciamos a un leproso, de eros y agapé en el matrimonio, o entre amigos cuando uno necesita consuelo.

En resumen, somos una unidad sustancial de alma y cuerpo, y amamos a través de ambos. El criterio para saber si estamos amando de verdad radica en la presencia tanto de eros, que nos llena de alegría, como de agapé, que nos lleva al sacrificio y la entrega. Esta integración es la clave para vivir el amor en todas sus dimensiones y profundidades.


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Cap.01: La Asunción de la Virgen y la Relación entre el Cuerpo y la Gracia

Cap.02: Corporeidad, Cuerpo y Gracia: El Espíritu Encarnado en la Vida Concreta

Cap.03: La Historia Espiritual y el Tiempo de la Vida

Cap.04: El Cuidado del Cuerpo como Manifestación de la Vida Espiritual

Cap.05: La Mortificación

Cap.06: El hombre viviente y las virtudes