Ratzinger: la conciencia al desnudo
La conciencia humana: una guía para discernir el bien y el mal en tiempos de crisis moral

El cine ha mostrado muchos dramas en los que escenifica el conflicto de sus personajes frente a su conciencia. Pienso en la película Una vida oculta (2019) dirigida por Terence Malick sobre los últimos años del granjero austríaco Franz Jägerstätter, durante la Segunda Guerra Mundial. Consideró que en conciencia no podía prestar juramento de fidelidad a Hitler y se negó a participar como soldado del ejército alemán. Juzgado en el fuero militar fue sentenciado a la pena de muerte y guillotinado en 1943 a los 36 años. Fue beatificado como mártir de la fe por la Iglesia Católica en 2007. En algunas encrucijadas de la vida, tener conciencia y actuar según su dictado adquiere trazos dramáticos. Lo cierto es que en nuestro interior está la presencia de esa voz de la verdad llamándonos a hacer el bien en tiempos apacibles o turbulentos. Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI) reflexionó sobre la conciencia en varias ocasiones. El libro Conciencia al desnudo (CTEA, 2024) recoge algunas de sus intervenciones con ideas esclarecedoras en esta materia.
Somos testigos de tantos hechos de corrupción, de malas y torcidas prácticas que dañan a las personas y a la sociedad. Robar, matar, mentir, defraudar…, lo reprobamos. Los casos extremos de estas conductas inmorales empiezan -de ordinario- con dejaciones previas. La primera vez de este descenso al corazón de las tinieblas causa espanto, pero, abierta la puerta del mal, la caída en la oscuridad se precipita. El mal acaba por acallar la voz de la conciencia, la enmudece hasta el punto de perder la capacidad de reconocer la malicia de estos actos.
No obstante, la conciencia aletargada puede despertar, pues es una dimensión originaria de todo ser humano. “Consiste -anota Ratzinger- en el hecho que ha sido infundido en nosotros algo semejante a una memoria originaria del bien y de lo verdadero (las dos realidades coinciden); que hay una tendencia íntima del ser del hombre, hecho a imagen de Dios, hacia todo lo que es conforme a Dios. Desde su raíz, el ser del hombre advierte una armonía con algunas cosas y se encuentra en contradicción con otras. Esta anámnesis (memoria) del origen (…), no es un saber ya articulado conceptualmente, un arca de contenidos que esperan solo ser, llamados hacia fuera. Es, por decir así, un sentido interior, una capacidad de reconocimiento, de modo que quien es interpelado, si no está interiormente replegado en sí mismo, es capaz de reconocer dentro de sí su eco. Él se da cuenta: ¡Esto es a lo que me inclina mi naturaleza y lo que ella busca!” (p. 24). Una memoria cuya voz nace del fondo del alma.
Tenemos, pues, el sentido del bien impreso en el alma. Y en este esfuerzo de mantener viva la capacidad de discernir el bien del mal “se hacen patentes dos criterios para discernir la presencia de una voz auténtica de la conciencia: no coincide con los propios deseos y los propios gustos; no se identifica con lo que es socialmente más ventajoso, con el consenso de grupo o con las exigencias del poder político o social” (p. 18). Es decir, la conciencia nos eleva, ajustando la conducta personal a los niveles nobles de la condición humana. Nos recuerda que comemos para vivir y no vivimos para comer, sacándonos de los excesos de los bienes placenteros y sus adicciones. Asimismo, nos ayuda a distinguir lo noble de lo meramente provechoso, ayudándonos a salir del remolino utilitarista que todo lo reduce al cómo es y cuánto hay. Una conciencia, igualmente, que nos mantiene firmes en la bondad y primacía de los principios éticos, aun cuando en el ámbito social se viva de espalda a estos estándares morales.
Formar diligentemente la conciencia y vivir de acuerdo a las propias convicciones es tarea ardua. Es una vida en búsqueda continua de la verdad abierta a la libre aceptación del propio ser en diálogo con la realidad.
Related

La paciencia (y la impaciencia)
Francisco Bobadilla
03 marzo, 2025
4 min

¿Te animas a aplicarte R.P.C.?
Hugo Saldaña Estrada
03 marzo, 2025
3 min

Empresa y Doctrina Social de la Iglesia: Objetivos, guía, consejos y cómo actuar
Patricia Jiménez Ramírez
28 febrero, 2025
5 min

El Dolor Innombrable: Los padres que pierden un Hijo
Laetare
28 febrero, 2025
5 min