Perú: Carta de obispos ante las elecciones presidenciales

Llaman a la responsabilidad

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Obispos de Perú © Episcopado peruano

El pasado martes, 25 de mayo de 2021, los obispos de la Conferencia Episcopal de Perú emitieron una “carta al pueblo de Dios” en la que, en el contexto de la Solemnidad de Pentecostés, ofrecen su reflexión ante la proximidad de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

Voto discernido

Primeramente, los prelados peruanos aseguran que es “un deber ciudadano ir a votar y emitir un voto responsable, pensando en el presente y en el futuro del país”, por lo que piden a Dios “el don de la Sabiduría, para poder discernir y elegir lo mejor para nuestra Patria y así encaminarnos a superar la crisis social, política, económica, educativa, sanitaria y la corrupción que nos afecta y golpea a todos de manera especial a los más débiles y vulnerables”.

En esta línea, invitan a “votar de forma libre y bien informada e igualmente hace un llamado a la conciencia ciudadana para la buena elección de sus gobernantes”.

Momento clave

El episcopado de Perú describe las próximas elecciones como ocasión para “fortalecer los valores fundamentales de la Nación: democracia, libertad, Estado de derecho, independencia de poderes, dignidad humana, la vida, la familia, la propiedad, el respeto de los tratados internacionales, que deben ser plenamente garantizados por el orden constitucional”.


“Con nuestra elección debemos también reafirmar los grandes valores éticos, morales y religiosos que sustentan a nuestra nación desde sus inicios y que constituyen la gran reserva moral del país que debemos cuidar y ennoblecer”, sostienen.

Voz de la Iglesia

Los obispos recuerdan que la Iglesia condena “el comunismo por ser un sistema perverso que reduce al ser humano a la esfera de lo económico”, el “capitalismo salvaje que reduce al ser humano al consumismo y al afán de lucro desmedido” y el “terrorismo, la violencia venga de donde venga y a todo atentado contra la vida”.

En cambio, prosiguen, “se sustenta en los principios de la dignidad humana, el bien común, la opción preferencial por los pobres, promoviendo una sociedad fraterna, solidaria, y una economía inclusiva, pues nadie debe quedar ‘afuera’, como promueve la doctrina social de la Iglesia”.

A modo de conclusión, la Iglesia peruana aclara que, “para fortalecer la democracia, es necesaria una ciudadanía activa, proactiva y vigilante que esté muy atenta para preservar el orden democrático ante cualquier intento de quebrantarlo”, y que los ciudadanos necesitan “con urgencia recuperar la confianza entre nosotros para que juntos y con generosidad construyamos un Perú realmente fraterno, solidario, en paz”.