El padre Jorge Miró comparte con los lectores de Exaudi su comentario sobre el Evangelio de hoy 25 de junio de 2023, titulado “No tengáis miedo a los que matan el cuerpo”.
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A lo largo de la historia de la salvación las dificultades y persecuciones a causa de la fe se han dado siempre. Este es el panorama que nos presenta hoy la Palabra: mis amigos acechaban mi traspié…
También Jesús fue perseguido. Y este es el camino también del discípulo: que no es más que su Maestro… seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará (cf. Mt 10, 22s).
Los últimos Papas nos han recordado cómo en los últimos cien años, en la Iglesia ha habido más mártires que en todos los siglos anteriores.
Y ante esta situación, la gran tentación es dejar que el miedo se apodere de nosotros y vivamos ocultando nuestra fe.
Por eso, la Palabra nos invita a la confianza: todo está previsto por el Señor. Por eso hemos cantado en el Aleluya: El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí -dice el Señor-; y vosotros daréis testimonio… Y hemos escuchado en la primera lectura: me persiguen, pero tropiezan impotentes.
Y Jesús en el Evangelio nos anima a no tener miedo.
No tengáis miedo, porque nada hay encubierto, que no llegue a descubrirse. Porque aunque, a veces, parezca que el mal triunfa, la victoria es de Jesucristo. Aunque el combate sea intenso y duro, ¡esta guerra está ganada! Con su muerte y resurrección Jesucristo ha derrotado a Satanás para siempre. Por eso, el que vive del Espíritu de Jesucristo, vive en victoria.
No tengáis miedo, a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Porque la meta de nuestra vida no es llegar a viejos, sino llegar al cielo. No es a los hombres a los que hay que temer. Lo que nos ha de preocupar no es tanto el juicio de los hombres, sino el de Dios, porque no todo el que diga “Señor, Señor” entrará en el Reino de los Cielos (cf. Mt 7, 21) Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos.
No tengáis miedo, valéis más vosotros que muchos gorriones. Estamos en las manos de Dios. Él es Señor de “tu” vida. Dios te ama y cuida de ti. En cada momento. Todos los días.
No tengáis miedo, porque si tú te declaras por Jesucristo yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos…
No tengáis miedo, que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos.
¡Ánimo! Pide el Espíritu Santo. En medio de las dificultades pide el don de fortaleza para que puedas ser testigo de Jesucristo en medio de esta generación.!
¡Ven, Espíritu Santo!