Una historia de amor que cambió el mundo, la historia, y fue el inicio del nacimiento de una nueva nación: México. Eso es lo que, sin prejuicios, apegándose a una historia, que busca ser lo más fiel a los hechos, sin complejos ni ideologías, intenta hacer el musical de Nacho Cano sobre el amor entre la Malinche y Hernán Cortés: “Malinche: El Musical” (2022).
El musical ofrece una versión más entrañable del origen de México, lejos de los clichés propios de la historiografía en este país, que pecan de un maniqueísmo bastante simplista: los indígenas son buenos, los españoles malos. Es una historia más entrañable y esperanzadora, porque, a diferencia del famoso mural de Jorge González Camarena: “Fusión de dos culturas”, donde aparecen un conquistador español que mete su espada en el vientre de un “guerrero águila” azteca, mientras este le mete la lanza por el cuello al español, Cano -más positivo que Camarena- considera que esa fusión se dio por el amor real que la Malinche sentía por Cortés, cuyo fruto fue Martín Cortés, nacido en 1522 (casualmente 500 años antes del musical), que bien puede calificarse como el primer mexicano de la historia.
El musical trata, sin complejos, de forma artísticamente refinada, aspectos de carácter religioso, católico, que poco a poco han sido relegados por la cultura contemporánea, cuando no ridiculizados o agriamente criticados. Así, por ejemplo, representa magistralmente, con una excelente calidad musical, el bautismo de la Malinche, o los ideales de los conquistadores, entre los que se ocupaba un lugar principal el llevar a Cristo Nuestro Señor a América.
Cano conjuga, con singular maestría, el agua y el aceite, es decir, una profunda admiración y cariño por México, que no hace esfuerzos por esconder -llegando a referirse a este país como “centro del universo” en una de sus canciones- con una visión más matizada y positiva de la conquista, fruto de la cual nació una nueva nación, ni española ni mexica, sino mexicana. Alumbró una realidad nueva, que habría de replicarse después, gracias al mestizaje, por toda Hispanoamérica, de modo particular en el Perú, donde curiosamente fue al Cuzco, en busca de ayuda para reproducir sonidos precolombinos.
Recientemente Cano fue a ver al Papa Francisco para presentarle el musical, llevando con él a dos de las actrices protagonistas, y le cantaron partes de la canción sobre el bautismo de la Malinche. Nacho se expresó muy positivamente del Papa, mientras reconocía el enorme papel que el cristianismo ha tenido en la configuración de América y en nuestra cultura -un tabú, y una realidad al mismo tiempo-. Deja entrever así que tiene una visión muy positiva de la fe.
Por ejemplo, en el documental de Netflix “La Creación de La Malinche” Cano narra cómo fue a Teotihuacan -una de las principales ciudades prehispánicas de México- a entrevistarse con un chamán, para intentar compenetrarse mejor con el mundo mexica. Se sorprendió al enterarse que el chamán era devoto de la Virgen de Guadalupe, y cómo consideraba que el niño que Ella lleva en el vientre es Jesús, señalando que el Quetzalcóatl -el dios que esperaban los Aztecas y que Moctezuma confundió con Cortés- en realidad es Jesús.
En ese mismo documental, visita la Basílica de Guadalupe en México -frente a los que siempre quieren ver en Netflix producciones anticristianas-, donde una experta le explica el significado de la imagen para los indígenas, desde una perspectiva de códice, que era lo que ellos eran capaces de entender, y que usaban para comunicarse. En ella queda claro cómo efectivamente la llegada de Cortés y la religión cristiana, constituía la nueva época profetizada en su culto azteca, caracterizada por la ausencia de sacrificios humanos. De esa forma, los indígenas abrazaron masivamente la fe. Es el ejemplo por excelencia de la inculturación, y muestra cómo las “semillas del Verbo” en expresión de san Justino, fueron sembradas en todas las culturas y conducen a la plenitud cristiana. Lo maravilloso es que todo este contenido, profundamente positivo, esperanzador y cristiano, se transmita a través de un musical exitoso de gran calidad, y nos ayude a los mexicanos a eliminar complejos y reconciliarnos con nuestra historia.