Las peregrinaciones a Tierra Santa eran una práctica común desde los inicios del cristianismo. Entre los lugares visitados en la tierra de Jesús se encontraba la Iglesia del Santo Sepulcro, cuya construcción fue iniciada por el emperador Constantino en el siglo IV d.C. En el siglo VIII, Tierra Santa fue conquistada por los musulmanes, pero en julio de 1099, durante la Primera Cruzada, las tropas cristianas liberaron Jerusalén del dominio islámico. Godofredo de Bouillon, que se convirtió en gobernador de los territorios conquistados, elevó la Iglesia del Santo Sepulcro a catedral y formó un capítulo de 20 canónigos encargados del servicio divino. En 1114, el capítulo se transformó en una comunidad de canónigos regulares que, siguiendo la regla de San Agustín, hacían tres votos monásticos: obediencia, castidad y pobreza. Así nació la Orden de Canónigos Regulares del Santo Sepulcro de Jerusalén, aprobada por el Papa Calixto II en 1122. Se cree que algunos caballeros sirvieron junto al capítulo para proteger a la Iglesia, formando el primer núcleo de lo que hoy conocemos como la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén (OESSG), o en latín Ordo Equestris Sancti Sepulcri Hierosolymitani (OESSH).
No mucha gente sabe que la historia de esta orden está estrechamente ligada a Polonia. En 1163, el caballero polaco Jaksa, de la noble familia Gryf, tras una peregrinación a Tierra Santa, fundó la primera sede europea de la orden en Miechow, cerca de Cracovia. Jaksa trajo consigo un caballero y también un poco de tierra extraída del Santo Sepulcro, que se mezcló con los cimientos del templo en construcción. La iglesia de Miechow, con su copia del Santo Sepulcro, fue construida sobre suelo sagrado. La capilla del Santo Sepulcro, construida en la década de 1530, es la copia más antigua de la Tumba de Jesús en Polonia y una de las más antiguas del mundo.
En Polonia, los Caballeros del Santo Sepulcro se encargaron de difundir el culto a la Pasión del Señor, fortalecer la fe en la Resurrección y promover la devoción al Vía Crucis. La costumbre de adornar el Santo Sepulcro en Pascua se difundió precisamente gracias a los Caballeros de Miechow. Hasta 1819, cuando las autoridades disolvieron la Orden y confiscaron sus bienes, el Monasterio de Miechow fue un centro espiritual de referencia para toda Europa.
Con el giro democrático de 1989, la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro fue revivida en Polonia por el cardenal Józef Glemp, quien fue nombrado Gran Prior el 8 de diciembre de 1995. La primera ceremonia de investidura de caballeros, damas y sacerdotes tuvo lugar en Varsovia el 24 y 25 de marzo de 1996. En 2010, la sede permanente de la Lugartenencia de la Orden en Polonia se estableció en el Monasterio de Miechow, donde durante siglos estuvo la sede principal de la Orden en el país.
Desde 2010, cada dos años, Miechow acoge las Jornadas de Jerusalén, un evento que conecta Tierra Santa con Polonia a través de celebraciones históricas, culturales y religiosas. Este año, del 13 al 15 de septiembre, tuvo lugar la octava edición de las Jornadas, en las que se ofrecieron oraciones por Tierra Santa y se reflexionó sobre los desafíos que enfrentan los cristianos que viven allí. Para los caballeros y los fieles, Miechow se ha convertido en una etapa de peregrinación al Santuario del Santo Sepulcro. Entre los invitados se encontraban el cardenal Kazimierz Nycz, el cardenal Ferdinando Filoni, Gran Maestre de la Orden, Jean-Pierre Marie de Glutz Ruchti, Vicegobernador General de la Orden, y Fray Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa.
Fotografías cortesía de los Archivos de la Lugartenencia de la Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro en Polonia.
