Tras el el juicio sobre la muerte de George Floyd contra el ex agente de policía Derek Chauvin en Minneapolis, Minnesota, los obispos de Estados Unidos han recordado la “urgente necesidad de curación y reconciliación racial” en el país.
La declaración ha sido firmada por Mons. Shelton J. Fabre de Houma-Thibodaux, presidente del Comité Ad Hoc contra el Racismo de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCBB), y Mons. Paul S. Coakley, arzobispo de Oklahoma City, presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la USCCB.
“Hoy, un jurado ha declarado a Derek Chauvin culpable del asesinato de George Floyd. Al recibir este resultado, recordamos que Dios es la fuente de toda justicia, amor y misericordia”, comienza el comunicado. La muerte de George Floyd “puso de manifiesto y amplió la profunda necesidad de ver lo sagrado en todas las personas, pero especialmente en aquellas que han sido históricamente oprimidas. Cualquiera que sea la etapa de la vida humana, no sólo importa, sino que es sagrada”.
Los acontecimientos que siguieron a la muerte de George Floyd, “también pusieron de manifiesto la urgente necesidad de curación y reconciliación racial. Como hemos visto tan claramente este último año, las injusticias sociales siguen existiendo en nuestro país, y la nación sigue profundamente dividida sobre cómo corregir esos males”, se lee en el texto.
Unir voces y oraciones
Asimismo, los obispos unen sus “voces y oraciones en apoyo del arzobispo Bernard Hebda de Saint Paul y Minneapolis, y de toda la Conferencia Católica de Minnesota”, que ha manifestado hoy: ‘Como comunidad diversa, la Iglesia católica se compromete a cambiar los corazones y las mentes y a hacer que la conversación sobre la raza en este país vaya más allá de las acusaciones y recriminaciones y se dirija hacia soluciones prácticas y no violentas para los problemas cotidianos que se encuentran en estas comunidades”
Después, se piden oraciones para que “a través de la revelación de tanto dolor y tristeza, Dios nos fortalezca para limpiar nuestra tierra del mal del racismo, que también se manifiesta en formas que apenas se hablan, formas que nunca llegan a los titulares. Unámonos, pues, al duro trabajo de reconstruir pacíficamente lo que el odio y la frustración han derribado”. Esta, “es la verdadera llamada de un discípulo y el verdadero trabajo de la justicia reparadora”.
“No perdamos la oportunidad de rezar para que el Espíritu Santo vuelva a caer como un diluvio sobre nuestra tierra, como en Pentecostés, proporcionándonos sanación espiritual, emocional y física, así como nuevas formas de enseñar, predicar y modelar el mensaje del Evangelio en la forma en que nos tratamos unos a otros”, concluye el comunicado.
Antecedentes
Derek Chauvin ha sido declarado culpable de homicidio involuntario en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado como responsable de la muerte de George Floyd. Este ciudadano afromericano fue asesinado durante un arresto el 25 de mayo de 2020 en Minneapolis.
Chauvin fue filmado arrodillándose sobre el cuello de George Floyd durante más de nueve minutos durante su detención. Las imágenes generaron la indignación popular y provocaron protestas generalizadas contra el racismo y el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes de policía.