El año 2021 del Papa Francisco

3 viajes apostólicos internacionales, 8 Motu Proprio, su salud, llamamientos

Audiencia general, 29 dic. 2021 © Vatican Media

Hoy, 31 de diciembre de 2021, Exaudi realiza un recorrido por este año para el Papa Francisco. 3 viajes apostólicos internacionales, 8 Motu Proprio para reformas pastorales, judiciales y financieras, su operación de colón, numerosos llamamientos, y el inicio del camino hacia el Sínodo de la Sinodalidad son algunos de los aspectos que resaltaremos.

Viajes apostólicos

Tras la pausa forzada impuesta por la pandemia en 2020, Irak del 5 al 8 de marzo; Budapest y Eslovaquia del 12 al 15 de septiembre; y Chipre y Grecia del 2 al 6 de diciembre, han sido los tres viajes apostólicos internacionales del Santo Padre.

El Papa voló al país iraquí, en sus propias palabras, “como peregrino de la paz en busca de la fraternidad”, siendo el primer Pontífice en pisar la tierra de la antigua Mesopotamia. En este país, devastado por la violencia extremista y las profanaciones yihadistas, visitó Nayaf, la llanura de Ur, Erbil, Mosul, Qaraqosh, además de la capital, Bagdad. Francisco se reunió con el gran ayatolá Ali al-Sistani, figura fundamental del islam chiíta y desde Mosul, escenario de torturas y ejecuciones en el pasado, se manifestó contra toda forma de violencia ejercida en nombre de Dios.

En septiembre, el Sucesor de Pedro viajó a Hungría para la Misa de clausura del 52º Congreso Eucarístico Internacional, y a Eslovaquia, país en el que estuvo en Bratislava, Košice, Prešov y en el santuario mariano nacional de Šaštin, donde se venera la Virgen de los Siete Dolores. En su homilía en la capital húngara, el Obispo de Roma expuso que “caminar en pos de Jesús”, “es ir adelante por la vida con su misma confianza, la de ser hijos amados de Dios. Es recorrer el mismo camino del Maestro, que vino a servir y no a ser servido (cf. Mc 10,45). Es dirigir cada día nuestros pasos al encuentro del hermano. Hacia allí nos lleva la Eucaristía, a sentirnos un solo Cuerpo, a partirnos por los demás”.

En su visita al barrio de Lunik IX en Košice, Eslovaquia, para compartir con la comunidad gitana, repitió las palabras de san Pablo VI: “Ustedes en la Iglesia no están al margen. Ustedes están en el corazón de la Iglesia”.

Por último, en este mes de diciembre, Su Santidad se trasladó a la capital chipriota, Nicosia, y la griega, Atenas, concluyendo el viaje con el regreso a la isla de Lesbos, donde ya había estado el 16 de abril de 2016, para encontrarse con los migrantes en el Centro de Acogida e Identificación de Mitilene.

“Estoy nuevamente aquí para encontrarme con ustedes; estoy aquí para decirles que estoy cerca de ustedes; estoy aquí para ver sus rostros, para mirarlos a los ojos: ojos cargados de miedo y de esperanza, ojos que han visto la violencia y la pobreza, ojos surcados por demasiadas lágrimas”, dijo a estas personas en su discurso. “¡No dejemos que el mare nostrum se convierta en un desolador mare mortuum, ni que este lugar de encuentro se vuelva un escenario de conflictos!”, añadió.

Salud del Papa

En cuanto a la salud del Papa Francisco, empezó el año afectado de una ciática y el 13 de enero recibió la primera dosis de Pfizer. En la tarde del 4 de julio, el Santo Padre fue ingresado en el Políclino Gemelli. Allí se sometió a una intervención quirúrgica programada para abordar una estenosis diverticular confirmada.

El 11 de julio rezó el Ángelus desde el balcón de la décima planta del centro hospitalario y expresó: “He sentido vuestra cercanía y el apoyo de vuestras oraciones”, pidiendo un buen servicio sanitario “accesible” para todos. Junto a él se encontraban una niña, algunos enfermos y personal sanitario del hospital.

El 14 de julio, en torno a las 10:30 horas, Francisco fue dado de alta y se dirigió a la basílica de Santa María la Mayor donde, según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ante el icono de la Virgen María Salus populi romani, “agradeció el éxito de su intervención quirúrgica y elevó una oración por todos los enfermos, especialmente por los que había encontrado durante su estancia en el hospital”.

La operación del Papa generó falsas noticias sobre su posible renuncia. En su entrevista a la radio española COPE, él mismo aclaró que “siempre que un Papa está enfermo corre brisa o huracán de cónclave”, “no sé de dónde han sacado la semana pasada que yo iba a presentar mi renuncia”,  desmintiendo los rumores y sosteniendo que la renuncia es algo que “ni se me pasó por la cabeza”.

Llamamientos

Numerosos han sido los llamamientos que el Pontífice ha emitido a lo largo de este año. Con respecto a las vacunas anti-COVID-19, exigió una distribución equitativa y un acceso rápido, especialmente en las zonas más pobres del mundo: “Que todos, sin exclusión, tengan la oportunidad de ser protegidos por la vacuna lo antes posible”, dijo el Sucesor de Pedro al presidir un Rosario por el fin de la pandemia en los Jardines Vaticanos el 31 de mayo.

En un video mensaje del 18 de agosto de 2021 el Obispo de Roma invitó a vacunarse contra el coronavirus: “Vacunarse, con vacunas autorizadas por las autoridades competentes, es un acto de amor. Y ayudar a que la mayoría de la gente lo haga, es un acto de amor. Amor a uno mismo, amor a los familiares y amigos, amor a todos los pueblos”. Esta posición ha sido reiterada por la Santa Sede recientemente.

En cuanto a la cuestión climática, el 7 de septiembre, Su Santidad firmó un llamamiento conjunto sobre la urgencia de la sostenibilidad medioambiental y la importancia de la cooperación mundial junto con Bartolomé I, patriarca de Constantinopla, y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.


Asimismo, en el primer aniversario de la encíclica Fratelli tutti, el Papa Bergoglio reunió en el Vaticano a científicos y líderes de diferentes religiones en un encuentro previo a la COP26 de Glasgow, a la que no pudo asistir. En este acto se firmó un documento conjunto en el que se pide la eliminación de las emisiones netas de carbono.

El 7 de octubre en el Coliseo, tuvo lugar un encuentro por la paz organizado por la Comunidad de Sant’Egidio con los representantes de las distintas religiones. En su discurso, el Papa Francisco pidió “Menos armas y más comida, menos hipocresía y más transparencia, más vacunas distribuidas equitativamente y menos fusiles vendidos neciamente”.

En Asís, la ciudad de san Francisco, se reunió con 500 personas en situación de pobreza de Italia y Europa e indicó que “es hora de que los pobres vuelvan a tener la palabra, porque durante demasiado tiempo sus demandas no han sido escuchadas”.

Audiencias generales

La oración, la carta a los Gálatas y san José son los temas de las catequesis propuestas por el Santo Padre en las audiencias generales de los miércoles de este año 2021. Debido a la pandemia de COVID-19, los encuentros semanales se celebraron, primero sin la presencia de los fieles en la biblioteca privada del Palacio Apostólico, luego, cuando las condiciones lo permitieron, en el patio de San Dámaso y finalmente en el Aula Pablo VI.

El Papa concluyó sus meditaciones en torno a la oración el 16 de junio, y el 23 inició una reflexión de 15 semanas sobre la epístola a a la comunidad cristiana de Galacia, región de Anatolia que tenía su capital en la ciudad de Ancyra, hoy Ankara, capital de Turquía.

Por último, a partir del pasado 17 de noviembre, ha celebrado cinco audiencias sobre el patrón de la Iglesia universal, con motivo del año especial que se le dedicó desde el 8 de diciembre de 2020 al mismo día en 2021. En la primera de esta serie, haciendo referencia a la Carta Apostólica Patris corde, en la que recoge algunas reflexiones sobre la figura de san José, describió: “Nunca antes como hoy, en este tiempo marcado por una crisis global con diferentes componentes, puede servirnos de apoyo, consuelo y guía. Por eso he decidido dedicarle una serie de catequesis, que espero nos ayuden a dejarnos iluminar por su ejemplo y su testimonio”.

Reformas

Francisco ha publicado entre enero y noviembre ocho Motu Proprio para introducir cambios e innovaciones en el ámbito pastoral, financiero y judicial. El primero fue Spiritus Domini (11 de enero), en el que estableció que los ministerios laicos de lector y acólito pueden ser confiados a mujeres.

El 16 de febrero actualizó el sector de la justicia penal. El 24 de marzo, teniendo en cuenta el déficit que caracteriza la gestión económica de la Santa Sede desde hace años y el agravamiento provocado por la emergencia sanitaria, el Pontífice decidió recortar los sueldos de cardenales, superiores y religiosos.

El 29 de abril también ofreció una medida anticorrupción, conviniendo que los directivos deben firmar una declaración en la que se exponga que no tienen condenas ni investigaciones por terrorismo, blanqueo de dinero o evasión fiscal, y que no pueden tener activos en paraísos fiscales. Al día siguiente, el 30 de abril, estableció que el Tribunal de Primera Instancia del Vaticano sería también competente para los juicios penales de cardenales y obispos.

Asimismo, el 11 de mayo, el Pontífice publicó Antiquum Ministerium en el que creó el ministerio del catequista. El 16 de julio, se promulgó Traditionis Custodes para redefinir las modalidades de uso del misal preconciliar. Algunas dudas que surgieron a raíz de su publicación fueron resueltas por la Congregación para el Culto Divino el 18 de diciembre.

Finalmente, el 26 de noviembre, se difundió el último Motu Proprio para crear una Comisión Pontificia que verifique y aplique la Mitis Iudex Dominus Iesus, vigente desde hace seis años, sobre los procesos de nulidad matrimonial.

Inicio del camino sinodal

El camino sinodal del Sínodo sobre Sinodalidad fue inaugurado por Su Santidad en el Vaticano el 9 y 10 de octubre de 2021, y en las iglesias particulares de todo el mundo arrancó la fase diocesana el 17 de octubre.

Se trata de un itinerario sinodal de tres años, que empezará desde de los fieles de todas las partes del mundo y culminará en 2023 con la gran asamblea de los obispos en el Vaticano. Este nuevo itinerario deseado por el Santo Padre presenta 3 fases: diocesana, continental y universal.

“Reitero que el Sínodo no es un parlamento, que el Sínodo no es un sondeo de las opiniones; el Sínodo es un momento eclesial, y el protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo. Si no está el Espíritu, no habrá Sínodo”, dijo el Obispo de Roma en el momento de reflexión celebrado para inaugurarlo.