En la audiencia general de esta mañana, el Papa Francisco ha señalado que “la Iglesia, que es casa y escuela de comunión, está llamada también a ser casa y escuela de oración”.
Hoy, 14 de abril de 2021, el Santo Padre ha presidido la audiencia general en la biblioteca del Palacio Apostólico vaticano, transmitida en directo, de nuevo sin fieles, como medida de prevención frente a la COVID-19, y ha seguido con el ciclo de catequesis sobre la oración centrada en tema de “La Iglesia, maestra de oración”.
Crecer en la fe
El Papa ha indicado que “es bueno recordar y agradecer a las personas que, desde que éramos niños, y a lo largo de toda nuestra vida, nos enseñaron a rezar”.
“En los momentos de oración que compartimos tanto en la familia, que es la Iglesia doméstica, como en la comunidad parroquial u otros grupos cristianos, descubrimos que crecemos en la fe a medida que aprendemos a rezar y profundizamos en esta experiencia”, añade.
Sostenerse en la oración
La vida cristiana, exhorta Francisco, “no está exenta de momentos de crisis y dificultades”, algo que se ve en “el testimonio de los santos, en las pruebas que tuvieron que afrontar”. Pero ellos, prosigue, “os enseñan que el secreto para seguir caminando en la fe es la fuerza de la oración, pues gracias a ella pudieron perseverar y sostener a otros en su peregrinar”.
“Sigamos su ejemplo, y tengamos en cuenta que cuando el Maligno quiere combatir la Iglesia, lo primero que hace es tratar de impedir que recemos, para apagar en nosotros la luz de la fe”, apunta.
La Iglesia reza y enseña a rezar
El Pontífice también describe que “una de las principales tareas de la Iglesia es rezar y enseñar a rezar a las nuevas generaciones”. A lo largo de la historia, continúa, “siempre han surgido comunidades y grupos dedicados a la oración”.
“Si no rezamos, la fe se apaga, no podemos ver los caminos para evangelizar ni reconocer los rostros de los hermanos y hermanas que nos necesitan”, aclara.
Renovar el aceite de la oración
En las peticiones realizadas en su habitual saludo a los peregrinos de lengua española, de España y Latinoamérica, el Papa ha pedido a “Cristo resucitado que nos ayude a mantener encendida la lámpara de la fe, que la renovemos a diario con el aceite de nuestra oración humilde y perseverante, y que nos envíe su Espíritu para poder llevar su Luz a todos”.
Por último, el Obispo de Roma ha deseado a todos los fieles “que Dios los bendiga”.