«Parece que hay más de un millón de jóvenes» en Lisboa para la JMJ, «volveré rejuvenecido». Estas fueron las palabras del Papa Francisco en el vuelo que le trajo a Lisboa, compartidas con los más de 70 periodistas de varios diarios internacionales que le siguen en este 42 viaje apostólico. «Muchas gracias por esta compañía y este trabajo, ahora intentaré saludaros uno a uno», les dijo el Pontífice.
El viaje, que arranca hoy, 2 de agosto, hasta el domingo 6, cae pocos días después del décimo aniversario de su primer viaje internacional, el de Río de Janeiro, en julio de 2013, pocos meses después de su elección. También en aquel caso se trataba de una Jornada Mundial de la Juventud; Francisco vivió Cracovia en 2016 y Panamá en 2019. Ahora una nueva JMJ. «Esta es la cuarta, sigamos haciendo ruido», dijo el Pontífice a los periodistas que saludó uno a uno, algunos de los cuales le entregaron regalos.
A los reporteros polacos que le preguntaron por sus próximos viajes, Francisco respondió: «Me gustaría volver», en referencia, precisamente, al viaje a Polonia de hace siete años. En cuanto a la investigación abierta por la Santa Sede sobre los casos de abusos en Perú, el Papa Francisco aseguró: «Estamos avanzando».
Telegramas del Papa en el vuelo rumbo a Lisboa
El Papa envió al presidente de Italia, Sergio Mattarella, un telegrama en el que le expresa su saludo, que hizo extensivo a todo el pueblo italiano, acompañándolo del deseo orante de paz y prosperidad. «A punto de partir hacia Portugal con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud, animado por la alegría de encontrarme con jóvenes de todo el mundo», escribe, espero que impulsados por la fe y deseosos de «levantarse y ponerse en camino», saquen fuerzas de su encuentro con Cristo y se sientan alentados en su búsquedad de la verdad y del sentido de la vida, afirmó el Papa sobre los chicos que participarán, seguro de compartir esta esperanza con el presidente.
Al presidente de Francia, Emanuel Macron, Francisco le envió saludos de buenos deseos al pueblo francés, junto con la seguridad de sus oraciones por la paz y el bienestar de la nación. Al rey Felipe VI de España, asegura al pueblo español un recuerdo en sus oraciones, invocando las bendiciones de Dios Todopoderoso de serenidad y alegría.
