El padre Héctor Giovanni Sandoval Moreno, delegado para la Pastoral Litúrgica en la arquidiócesis de Ibagué, Colombia, ofrece esta monición litúrgica y oración universal para vivir mejor el primer Domingo de Adviento.
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Primer Domingo de adviento, 28 de noviembre de 2021
Entrada: Hoy con el Adviento, también comenzamos el nuevo año litúrgico. El Adviento es tiempo de espera gozosa. Modelo de la larga travesía de la humanidad por el mundo. Las lecturas de hoy nos recuerdan la segunda venida de Cristo. Pero sin olvidar que Él viene diariamente a nosotros, cuando comulgamos y en especial cuando estamos reunidos en comunidad para celebrar la Eucaristía. Es Adviento: levantémonos y estemos despiertos porque llega el Señor.
Corona de Adviento: Ahora encenderemos el primer cirio de la “Corona de Adviento”, en nuestro camino hacia la Navidad. Encendemos, Señor, esta luz, como aquél que permanece vigilando, en vela, esperando para salir el encuentro del Señor que viene. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen. En esta primera semana de Adviento, queremos estar atentos y preparados, como María, para acoger al mensajero que nos trae la mejor noticia, la más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
Lecturas: Las lecturas de este primer domingo de Adviento nos exhortan a estar atentos, con nuestra cabeza levantada y orando en todo tiempo. Para que seamos testigos de la venida del Señor. Escuchemos con atención.
Ofrendas: Sobre el altar vamos a poner no solo el pan y el vino para el sacrificio, sino nuestra vida llena de sinsabores, enfermedades y dificultades.
Comunión: Nuestra fe crece mucho más, cuando nos hacemos partícipes del pan eucarístico. Así, nuestras tristezas se cambian en alegrías. Comulguemos con fe.
Oración universal
Queridos hermanos: En la espera del Redentor, dirijamos nuestras súplicas al Padre que está en cielo, para que salga al encuentro de nuestras necesidades y de las de todos los hombres, oremos diciendo: “Visita a tu pueblo, Señor”.
- Por la Iglesia, nuestra Madre, para que siempre esté atenta cuando el Señor viene diariamente a nosotros. Roguemos al Señor.
- Por nuestros gobernantes para que dirijan los destinos de sus pueblos con justicia y equidad y promuevan así, un país mejor. Roguemos al Señor.
- Por nuestros hogares para que renazca en ellos la esperanza y el amor y así vivamos la alegría del nacimiento de Cristo. Roguemos al Señor.
- Por los que no creen en Dios, para que ellos reciban la luz de la fe durante este Adviento. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, los aquí reunidos en comunidad, para que este Adviento sea tiempo de alegría y esperanza y superemos la rutina y la pereza. Roguemos al Señor.
Tú nos revelas, Oh Padre, que cuanto más intensa es nuestra espera, tanto más rico será el don; acoge nuestros ruegos y aumenta nuestra esperanza en la venida de tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor. Que vive y reina por los siglos de los siglos.