El Video del Papa, que recoge la intención de oración que el Santo Padre confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa, se centra en el mes de junio de 2021 en el matrimonio: “Recemos por los jóvenes que se preparan para el matrimonio con el apoyo de una comunidad cristiana: para que crezcan en el amor, con generosidad, fidelidad y paciencia”, pide Francisco.
“¿Es cierto eso que dicen algunos, que los jóvenes no quieren casarse, especialmente en estos tiempos tan duros? Casarse y compartir la vida es algo hermoso”, dice el Santo Padre al principio de su mensaje, difundido hoy, 1 de junio de 2021, en el marco del Año especial “Familia Amoris Laetitia”, que comenzó el 19 de marzo de 2021
“Es un viaje comprometido, a veces difícil, a veces complicado, pero vale la pena animarse. Y en este viaje de toda la vida, la esposa y el esposo no están solos; los acompaña Jesús.”, insiste el Papa Francisco, y añade que “no es solo un acto ‘social’; es una vocación que nace del corazón, es una decisión consciente para toda la vida que necesita una preparación específica”.
Además, el Sucesor de Pedro anima a no olvidar nunca que “Dios tiene un sueño para nosotros, el amor, y nos pide que lo hagamos nuestro”. “Hagamos nuestro el amor que es el sueño de Dios. Y recemos por los jóvenes que se preparan para el matrimonio con el apoyo de una comunidad cristiana: para que crezcan en el amor, que crezcan en el amor con generosidad, fidelidad y paciencia. Porque para amar hace falta mucha paciencia. Pero vale la pena, ¿eh?”, concluye el Obispo de Roma.
Descubrir la belleza del matrimonio
Como recuerda la Red Mundial de oración del Papa en una nota, el pasado 19 de marzo, la Iglesia celebró cinco años de la publicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia sobre la belleza y la alegría del amor familiar, para “poner a la familia en el centro de la atención de la Iglesia y de la sociedad”.
Asimismo, prosigue, se hizo “para que cada familia sienta en su casa la presencia de la Familia de Nazaret”, y “para llenar las pequeñas comunidades domésticas de amor sincero y generoso”. La Red Mundial explica que es posible descubrir la belleza del matrimonio siguiendo las claves que el Papa comparte en su exhortación: “Practicar la paciencia, ser desprendidos, pedir perdón, alegrarse por los demás, tener confianza, cultivar el amor que lo soporta todo, elegir primero la amabilidad, decir no a la arrogancia, sanar la envidia y tener actitud de servicio”.
Por último, el comunicado enumera las tendencias del matrimonio y la familia: Disminuye la proporción de matrimonios en muchos países del mundo, ese descenso está ligado al aumento de edad en la unión, el porcentaje de hijos nacidos extramatrimonialmente aumenta, la monoparentalidad se normaliza y se incrementa, y se multiplica el número de divorcios.
“Dejarse llevar por el sueño que Dios tiene para nosotros”
El padre Frédéric Fornos, director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, declara que “el Papa destaca en esta intención de oración la belleza del matrimonio y manifiesta el deseo de que los jóvenes que se preparan para el sacramento cuenten con el apoyo de una comunidad cristiana”.
“Pues el matrimonio es una vocación, una respuesta a la llamada del Señor, ósea que la decisión de casarse y de crear una familia es fruto del discernimiento. Dejarse llevar por el sueño que Dios tiene para nosotros, el amor, pide apoyo y acompañamiento de la comunidad”, apunta.
A modo de conclusión, el sacerdote jesuita cita al Santo Padre para decir que “para amar hace falta mucha paciencia, pero en este viaje de toda la vida, Jesús, rostro del amor del Padre, los acompaña. Hagamos nuestro ese sueño de Dios para crecer en el amor y apostar al viaje comprometido del matrimonio y la familia en este año especial de San José”.
Preparar a los futuros esposos
Por su parte, la profesora Gabriella Gambino, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, indica que “preparar a los jóvenes y a los novios a una verdadera y propia vocación, y no sólo a la celebración de una boda, es una prioridad”.
“Recomenzar desde el significado del Bautismo para llegar a comprender la presencia de Cristo en la vida cotidiana de los novios, primero, y de los esposos, después, es indispensable para infundir en los jóvenes la certeza de que su propio proyecto familiar es la respuesta a una llamada y que este proyecto es posible”, subraya.
Finalmente, describe cómo “en una sociedad secularizada que ya no cree en el matrimonio, es fundamental proclamar la fuerza y el poder del sacramento como vocación, para mostrar que las relaciones familiares pueden tener un valor salvífico para las personas y ser un camino de santidad. Se trata de llevar concretamente a Cristo a la vida de las familias”.
