Viaje penitencial del Papa a Canadá

Saludo del Papa a los periodistas en el vuelo

Vuelo a Canadá © Vatican Media

Esta mañana, en el avión que le llevaba a Canadá, el Santo Padre Francisco -como es costumbre- fue a saludar a los trabajadores de los medios de comunicación que le acompañaban en el vuelo papal- habitual-, introducido por el saludo del Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, el Papa dirigió las siguientes palabras a los periodistas:

***

Palabras del Santo Padre

Matteo Bruni:

Buenos días. Buenos días, Santo Padre. Le acompañan hoy unos ochenta periodistas, procedentes de más de diez países, en lo que usted ha descrito como una  “peregrinación penitencial”, un viaje un tanto especial. Estaremos encantados de escucharle estos días, e incluso ahora, si quiere dirigirse a nosotros.

El Papa Francisco:


Buen domingo a todos, ¡bienvenidos! Gracias por este servicio y también por esta empresa: lo vivo como una empresa… Gracias por su trabajo. Me gustaría saludarles como siempre. Creo que puedo hacerlo, podemos ir.

Seamos cuidadosos en este viaje: como dijo [Matteo Bruni], es un viaje penitencial, hagámoslo con este espíritu. También doy la bienvenida a la “decana” [la periodista mexicana Valentina Alazraki]: ha vuelto, después de unos cuantos viajes en los que no estuvo…

¡Feliz domingo! Me gustaría que hoy… No hay Ángelus, pero hagámoslo aquí, el Ángelus.

Es el día de los abuelos: los abuelos, las abuelas, que son los que han transmitido la historia, las tradiciones, las costumbres y tantas cosas. Hoy necesitamos: volver a los abuelos -lo diré como leitmotiv-, en el sentido de que los jóvenes deben tener contacto con sus abuelos, volver a ellos, volver a sus raíces, no para quedarse allí, no, sino para llevarlas adelante, como el árbol que toma fuerza de sus raíces y la lleva adelante en flores y frutos. Siempre me acuerdo de aquel poema de Bernárdez: todo lo que el árbol tiene de flor le viene de lo que tiene de entierro, que son los abuelos. Y también quiero recordar, como religioso, a los religiosos y religiosas mayores, los “abuelos” de la vida consagrada: por favor, no los escondáis, son la sabiduría de una familia religiosa; y que los nuevos religiosos y religiosas, los novicios, tengan contacto con ellos: nos darán toda la experiencia de vida que tanto nos ayudará a avanzar.

Cada uno de nosotros tiene abuelos y abuelas, algunos ya no están, otros están vivos; recordémoslos hoy de manera especial. De ellos hemos recibido muchas cosas, en primer lugar la historia. Gracias.