José Gregorio Hernández, conocido como el médico del pueblo, ya es beato. Ayer, 30 de abril de 2021, tuvo lugar la ceremonia de beatificación en Caracas, Venezuela. Exaudi comparte la nota de prensa sobre este evento emitida por la Conferencia Episcopal Venezolana.
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“Hoy Venezuela se llena de júbilo, pues después de 72 años de iniciado el proceso de beatificación del Doctor José Gregorio Hernández, laico, científico, y médico de los pobres, nos reunimos en torno a la mesa del Señor, para anunciar por la voz del delegado del Papa Francisco, Mons. Aldo Giordano, Nuncio Apostólico en Venezuela, que nuestro amado trujillano de Isnotú es beato”.
Con estas palabras, inició la Santa Eucaristía de beatificación a las 10 a.m. del viernes 30 de abril, en la iglesia San Juan Bautista del colegio La Salle en Caracas; una celebración en la que, aunque de manera presencial acudió un número reducido de personas debido a las limitaciones de la pandemia, fue una multitud de devotos dentro y fuera del país quienes espiritualmente se unieron a este acontecimiento tan anhelado por los venezolanos.
La Ceremonia fue presidida por Mons. Aldo Giordano, Nuncio Apostólico en Venezuela, como representante de la Santa Sede, y concelebrada por el Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas y el cardenal Jorge Urosa, arzobispo emérito de Caracas, junto a los Arzobispos y Obispos de Venezuela. Acudió Yaxury Solórzano, la niña que recibió el milagro por intercesión de José Gregorio Hernández, junto a su madre y hermana; estuvieron presentes también algunos familiares del Dr. José Gregorio Hernández y un reducido grupo de médicos, entre ellos, parte del equipo médico que trató el caso de Yaxury en San Fernando de Apure, en nombre de los profesionales de la salud para quienes el próximo beato es modelo a seguir.
Beato José Gregorio Hernández
El rito de beatificación tuvo lugar luego del acto penitencial. Inició cuando el Cardenal Baltazar Porras solicitó al representante de la Santa Sede, Mons. Aldo Giordano, la beatificación de José Gregorio Hernández. El vicepostulador, Mons. Tulio Ramírez, leyó una breve biografía del Médico de los Pobres, tras lo cual, el Nuncio Apostólico hizo lectura de las letras apostólicas en las que se nombra como neato a José Gregorio Hernández, indicando además que la fecha de su fiesta litúrgica será el 26 de octubre, día en que se celebra su nacimiento. “Con nuestra autoridad apostólica concedemos que el venerable siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros, fiel laico, experto en la ciencia y excelente en la fe, que reconociendo en los enfermos el rostro sufriente del Señor como el Buen Samaritano, los socorrió con caridad evangélica curando sus heridas del cuerpo y del espíritu, de ahora en adelante sea llamado beato”.
Acto seguido, la reliquia del médico de los pobres fue llevada en procesión hasta el altar por Yaxury Solórzano en compañía de su madre. Simultáneamente, fue develada una imagen del nuevo beato en la que se aprecia su aureola; se trató de la réplica del mosaico del Dr. Hernández, cuyo original se encuentra en Trujillo, su tierra de nacimiento y que fue realizado por el artista larense Luis Felipe Mogollón. Finalmente, el Cardenal Baltazar Porras, en nombre de todos los Obispos de Venezuela, agradeció al Papa Francisco, “por haberle conferido el título de beato al Siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros”.
Continuó entonces la Santa Misa con la liturgia de la Palabra. Tras el Evangelio según san Mateo, capítulo 25 del 31 al 46, Mons. Giordano expresó en su homilía “ha llegado el gran día de la Beatificación de nuestro querido Dr. José Gregorio Hernández. Todos nos regocijamos en el Señor. Ha sido este un día largamente deseado y esperado; nos sentimos profundamente agradecidos con todas aquellas personas que han contribuido a llevar adelante su causa de Beatificación en medio de tantas dificultades”. Añadió que “aprobar la Beatificación ha sido una nueva y gran manifestación de cariño paternal por parte del Papa Francisco, un gran regalo para todos los venezolanos” y agradeció al Santo Padre “por el extraordinario mensaje que para esta ocasión nos envió”.
El Prelado acotó que “el cardenal Pietro Parolin, con todo su corazón habría querido poder estar con nosotros en este momento, pero lamentablemente no ha sido posible. Esperemos que pueda volver pronto a Venezuela, quizás acompañando al Papa Francisco, quien nos confió, tiene muchas ganas de visitar nuestro país”.
Un beato médico en medio de la pandemia
“Parece providencial celebrar la beatificación de un médico en medio de una pandemia que afecta a toda la humanidad. Oremos intensamente por los millones de víctimas y por todos los enfermos a causa del virus”, pidió el Nuncio Apostólico. “En la figura del José Gregorio Hernández, la Iglesia rinde hoy, a los profesionales de la medicina y de la salud, un homenaje de reconocimiento, gratitud y oración. Que el beato José Gregorio interceda para que el acceso a las vacunas se logre, juntos, sin divisiones, sin resistencias”.
Afirmó que “la beatificación del Dr. José Gregorio nos confirma que Venezuela es y será siempre tierra de gracia, aunque las circunstancias puedan parecer o sugerir lo contrario”, y continuó diciendo: “el nuevo beato es capaz de unir a todos sus compatriotas por encima de las diferencias sociales, políticas y económicas, e incluso de las ideológicas o religiosas. Me atrevo a decir que, tal vez en estos momentos, no existe en Venezuela otra figura tan querida y aceptada por todos como el Dr. José Gregorio Hernández”.
“El Dr. José Gregorio es sin duda uno de los mejores venezolanos de todos los tiempos, porque él tenía un secreto: su secreto era su fe, su creencia en Dios, su constante búsqueda por hacer la Voluntad de Dios, su poner en práctica los mandamientos, su ser discípulo de Jesucristo, su vida de oración su amor por la Eucaristía”, destacó el Prelado; “Me impresiona constatar que en la figura del Beato José Gregorio se puede encontrar al gran científico, médico, catedrático y al mismo tiempo, la humildad radical, la renuncia a la arrogancia y la dedicación a los pobres”.
“El Dr. José Gregorio reconoció la imagen más pura de Dios en el rostro de los demás, pero en particular, en el de los pobres, los necesitados, los migrantes, los privados de libertado, con quienes Jesús se identificó”, puntualizó Mons. Giordano. “El respeto por la dignidad de las personas es un mandamiento divino, y nadie en la tierra puede negar la dignidad ni la libertad. El Dr. Gregorio luchó por el respeto de la dignidad sagrada de la vida, desde el instante de la concepción hasta la muerte natural. La vía para realizar los grandes sueños de la existencia pasa por las obras de caridad: a través de lavarnos los pies unos a otros, servir y dejar que los demás nos sirvan, porque todos necesitamos ayuda para salvarnos juntos”.
“Ahora ya podemos venerar pública y litúrgicamente la imagen del nuevo Beato, d ela misma manera que a la de tres grandes mujeres que lo antecedieron en el honor de los altares: María de San José, Candelaria de San José y Carmen Rendiles; pero a partir de hoy, el Beato José Gregorio ya no pertenece únicamente a los venezolanos, sino que desde Venezuela se dona a la Iglesia Universal y al mundo entero”, manifestó el nuncio apostólico.
Reliquias
Hacia el final de la celebración eucarística, luego del rito de comunión, Mons. Tulio Ramírez, Obispo de Guarenas y Vicepostulador de la Causa, otorgó un obsequio con la figura del beato José Gregorio Hernández al Nuncio Apostólico en Venezuela, en nombre de todos los devotos del Médico del Pueblo. Seguidamente, se hizo lectura del quirógrafo en el que el Dr. Hernández es nombrado copatrono del ciclo de estudios en ciencias de la paz de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. A continuación, el Cardenal Baltazar Porras dirigió unas breves palabras con las que hizo entrega simbólica de los relicarios con la reliquia del beato José Gregorio Hernández, a cada una de las diócesis del país.
“Un gesto de envío de Iglesia en salida para que el beato José Gregorio Hernández se haga presente más cercano a cada una de nuestras comunidades, toma cuerpo en la entrega de estos hermosos relicarios confeccionados por manos expertas, contentivos de una partecita auténtica de su cuerpo, colocadas en el lugar visible de los mismos, por las manos hacendosas de las hermanas Siervas de Jesús bajo la guía de la postuladora de la causa, Dra. Silvia Correale”, explicó el cardenal.
“José Gregorio, como en otros tiempos, sale hoy a recorrer el país. Sus reliquias lo hacen presente y cercano en cada una de nuestras diócesis, y en cada uno de nuestros estados tiene un santuario, como si dijéramos un consultorio en el que Dios seguirá oyendo las cuitas de su pueblo, y seguirá sanando por intercesión de nuestro paisano”, afirmó el Prelado. Finalizadas sus palabras, fueron entregados los relicarios a los arzobispos y obispos de Venezuela presentes en la ceremonia.
Mons. Aldo Giordano concedió la bendición final luego de la entrega de los relicarios, con lo que concluyó la Eucaristía. Un aspecto destacable del acto litúrgico, fue la música que contó diversos ritmos propios del país, con cantos litúrgicos compuestos por músicos venezolanos que fueron entonados por diversos intérpretes de orquestas y corales del país, bajo la dirección de Elisa Vegas y María Guinand.