La Comisión de las Conferencias Episcopales de la UE (COMECE) hizo un llamamiento a la Unión Europea a dar apoyo a la población libanesa en su lucha por la preservación de la identidad y el tejido social del Líbano frente a la crisis que se está produciendo.
Tal y como señala una nota, publicada ayer miércoles 26 de mayo de 2021, el llamamiento de la COMECE se basa en las preocupaciones expresadas recientemente por la Iglesia libanesa en una carta enviada a los obispos de la UE.
Carta de la Iglesia en Líbano
La Asamblea de Patriarcas y Obispos Católicos del Líbano (APECL) dirigió una carta al cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de la COMECE, expresando su preocupación por los peligros que plantea la actual crisis política, social, sanitaria y económica a la que se enfrenta la población libanesa.
Según la Iglesia local, la gravedad de la situación pone en peligro la propia identidad del país forjada por “el encuentro, la pluralidad y la fraternidad, que lo convierten en el lugar natural para el diálogo entre las diversas comunidades religiosas y culturales”, expone la información de la Comisión europea.
Haciéndose eco de los reiterados llamamientos del Papa Francisco, la Iglesia libanesa insta a la comunidad internacional, incluida la UE, a apoyar a la población del Líbano “garantizando el mantenimiento de sus derechos individuales, colectivos y nacionales, contribuyendo a la lucha contra la crisis económica, a la protección del tejido social y a la preservación de la identidad y la especificidad del Líbano”.
En su carta, los patriarcas y obispos católicos destacan también la necesidad de apoyar la presencia cristiana en la región a través de las instituciones de la Iglesia, “que están y estarán siempre al servicio de todos los ciudadanos, sin distinción ni discriminación, y
seguirán trabajando incansablemente por el bien común”.
Los obispos de la UE comparten las preocupaciones de la Iglesia local en el Líbano y expresan su solidaridad con la sociedad libanesa, enriquecida por un mosaico de comunidades, entre ellas los refugiados sirios y palestinos.
Tras una reciente reunión con el comisario de la UE para la Política de Vecindad y la Ampliación, Olivér Várhelyi, la COMECE ha señalado ante la Unión Europea las preocupaciones mencionadas, proponiendo formas concretas de abordar las necesidades sociales, de vivienda, de atención sanitaria y de educación de la población libanesa.
A falta de políticas y acciones públicas eficaces, la Iglesia y los actores confesionales, como Cáritas Líbano y L’Œuvre d’Orient, prestan servicios humanitarios indispensables a todas las comunidades. “Sin embargo, la crisis socioeconómica amplificada por la pandemia de COVID-19 está suponiendo una amenaza existencial para muchas de sus operaciones. Por ello, animamos a la UE a buscar formas creativas de compromiso y asociación con las Iglesias y los actores religiosos sobre el terreno”, afirma el padre Manuel Barrios Prieto, secretario general de la COMECE.
COMECE
Tal y como describe en su web, la Comisión Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea está formada por obispos delegados por las conferencias episcopales de los 27 estados miembro de la Unión Europea, siendo que un solo obispo representa a Dinamarca, Suecia y Finlandia. De acuerdo con la misión que definen sus estatutos, la COMECE sigue el proceso político de la UE en todos los ámbitos de interés para la Iglesia.
El Secretariado asegura la continuidad de los trabajos de la COMECE. Su sede está en Bruselas. Un pequeño equipo sigue y analiza la evolución de las políticas e iniciativas de la UE y se esfuerza por contribuir a los procesos pertinentes. El Secretariado informa al Comité Permanente y a la Asamblea Plenaria, y está inscrito en el registro de transparencia de la UE.
La COMECE está asistida en su misión por una serie de comisiones y grupos de trabajo formados por expertos con mandato de los episcopados nacionales y de las organizaciones católicas que trabajan en los campos correspondientes. Se crean grupos ad hoc cuando es necesario.