01 abril, 2025

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Un paréntesis en la vida

Vivir mejor cada minuto que tenga (a su lado)

Un paréntesis en la vida
Pexels

Decía mi abuelo que solo no iría ni al cielo.

No sé si algún día llegaré tan lejos. A mí una tormenta y  la soledad me han traído a San Antonio.

No me quejo. Por primera vez en meses tengo la oportunidad de sentarme frente al teclado para poner música al guion de mi vida.

Vivir lejos de los míos me acrecienta la consciencia. Es como un retiro intensivo en la nueva moda psicológica: mindfulness.

Cada gesto, cada acción es más consciente. Nada se hace porque te ven. Todo se hace porque sí. O porque toca. En definitiva: porque quiero.

A lo largo de estos meses (van 4) alejado de mi familia he vivido como si cada viaje fuera un paréntesis en mi vida. Como si al subirme al avión levantara las manos, cruzara los dedos y dijera “crucis” y pudiera parar el juego. De esa manera todo quedara estático esperando mi regreso.

Pero vivir es una constante. No hay paréntesis ni interrupciones. Todo sigue. Todos seguimos viviendo.

Siempre he dicho que el cerebro es un órgano diseñado para encontrar explicaciones. Por eso estamos tan llenos de excusas, divagaciones, justificaciones y racionalizaciones. Consecuentemente mi cerebro lleva un mes intentando dar sentido a todo esto, pero lo hago con la paz que produce saber bien dónde está mi casa, y no tener que dar razón de haber buscado otra.

Lo cierto que nada se detiene. Los niños crecen, yo envejezco, y Gemma sigue cada día más preciosa.

Luego me doy la vuelta, miro en el sentido contrario y veo que una familia ha conducido 16 horas para venir a verme (hora y media) y tan pronto terminemos volverán a subirse a “la camioneta”. Nada les borra la sonrisa. Un padre me cuenta que le trasladan a Panamá. Lee en mi cara la sorpresa. “No te preocupes”, me dice, “he acordado las tres visitas anuales a Laredo (Tx) como innegociables; vamos a seguir viniendo”.

En ocasiones la responsabilidad deja caer todo su peso de golpe, solo para recordarte que ni el cansancio ni lo que ocurre en el paréntesis de tu vida puede hacerte perder de vista qué estás haciendo.

Y entiendo que tampoco sus vidas admiten paréntesis.

La única explicación a la que consigo llegar es esta: estoy haciendo lo correcto.

Esta es mi vida. Sin paréntesis. A caballo (¿Cuándo cambiaremos la frase por algo más acorde con los tiempos?), en avión entre Texas y Madrid.

El gran Vicktor Frankl lo escribió con precisión meridiana: “Vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo”.

Amen.

Eso sí, elevo un propósito: vivir mejor cada minuto que tenga (a su lado).

Nacho Calderón Castro

Nacho es el fundador y director del Instituto de Neuropsicología y Psicopedagogía Aplicadas (INPA) en Madrid, España y forma parte del equipo de Neurological Rehabilitation International Consultants, dirigiendo su centro en Laredo, Texas, tareas que compatibiliza impartiendo conferencias en centros de enseñanza, desde jardines de infancia hasta universidades. Ha sido colaborador con con el programa de radio La Mañana de COPE, dirigido por Javi Nieves durante los cursos 2012 – 2014 y es profesor del Instituto de Estudios Familiares – IDEFA. En el año 2013 fue llamado por el Dr. Unruh para continuar su labor en Estados Unidos. Para realizar tal tarea y en reconocimiento a su trayectoria profesional, el gobierno de aquel país le ha concedido el visado 01, otorgado a personas con “habilidades extraordinarias”. Desde mayo de 2017 Nacho ha trasladado esta consulta a Pachuca, en el estado de Hidalgo, en México, y de ese modo trabaja junto con Iliana Guevara Rivera, con quien comparte una trayectoria profesional desde noviembre de 1992. Nacho Calderón atiende por tanto a pacientes en México a lo largo de tres meses al año – febrero, junio y octubre -, dedicando ocho meses a la atención de pacientes en España. Licenciado en Psicología, comenzó su labor profesional en los Institutos para el Logro del Potencial Humano en Filadelfia, junto con Glenn, Janet y Douglas Doman, donde estuvo durante dos años completos. Durante este periodo atendió a familias en Filadelfia, Fauglia (Italia) y Tokio (Japón). A su regreso a España en 1995, fue co-fundador de la asociación Institutos Fay para la Estimulación Multisensorial. Nacho trajo el primer Audiokinetron (para el tratamiento Bèrard) que hubo en nuestro país. En 1997 comenzó su formación como evaluador con el método IRLEN, tras su paso por el IRLEN Center de Helen Irlen en California, se convirtió en 1999 en el responsable de dicho método en la península. En el curso de 1997-98, completó su formación en reflejos primitivos de la mano de Peter Blythe y Sally Goddar. Más tarde continuaría su formación junto con Kjelt Johansen, Harald Blomberg y Beatriz y Sonia Padovan. Ha sido instructor KUMON durante más de 10 años y ha dado conferencias en Bélgica, Italia, Alemania y Reino Unido. Nacho ha sido profesor en el Master de diseño infantil en espacio y producto del Instituto Europeo de diseño y en la actualidad compagina toda su labor clínica con la formación en el Master para la formación del profesorado de la Universidad Rey Juan Carlos.