“Un Belén diferente” en la catedral de San Dioniso, Atenas. Compartimos este artículo con el testimonio de Ivette Valle Konstantopoulou, arquitecta responsable del diseño del Belén en la catedral católica de la capital griega, donde recientemente el Papa Francisco, en su viaje apostólico al país heleno, se reunió con los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas y catequistas.
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Tuve la oportunidad de colaborar con el P. Giorgos Dagas cuando era párroco de la Iglesia Católica de San Andrés en Patras. Realizamos un pesebre que era un modelo de dimensiones 8×2 m con edificios característicos de la ciudad hechos a escala. La idea central era acoger el mensaje navideño en nuestro corazón, las personas de hoy en nuestro lugar. Como Patras es una ciudad portuaria, en la primera edición del Belén, la sagrada familia llegaba a esta ciudad dentro de un barco y los habitantes llegaban a recibirles.
Después se introdujo el concepto del puente del tiempo a través del cual los apóstoles trajeron el mensaje del cristianismo a estas tierras, con especial referencia a San Andrés, patrono de la ciudad, quien llegaba a la ciudad en ese barco. El tercer año se incluyó el Belén tradicional para hacerlo destacar e indicar que desde ahí partía el mensaje de la navidad hasta llegar a nuestros días a la ciudad actual donde la Sagrada Familia se “confundía” en medio de nosotros. Durante los tres años (2017-2019) que mantuvimos esta instalación artística, el proyecto evolucionó recibiendo buenas críticas. Tanto la comunidad local como muchos otros lo visitaron. (Para ver imágenes y los artículos escritos al respecto se puede consultar las ediciones digitales del periódico “Πατρινοί Ορίζοντες” que se encuentra en la sección de Archivos (Αρχεία) de la página digital de la parroquia catheclpatra.gr, tomos (τεύχος) 141, 147, 153).
En 2020, el P. Giorgos se convirtió en párroco de la catedral de San Dionisio en Atenas y muchas cosas cambiaron. Con la pandemia, solo pudimos ver la Misa de Navidad de 2020 a través de los canales de Youtube de nuestras parroquias. Algunas velas colocadas en los lugares de los fieles nos dieron consuelo.
Un día, el P. Giorgos me llamó para preguntarme la escala de los edificios del Belén de Patras porque quería hacer uno equivalente para Atenas en la Navidad de 2021. Como se acercaba la temporada Navideña de 2020, le preparé una postal como en años anteriores, con una idea relacionada con el pesebre la cual le gustó mucho. Luego, me pidió que le sugiriera algunos edificios para el Belén, y como había vivido en Atenas hace años, y además había participado en un concurso de arquitectura y urbanismo para la mejora de la ciudad, abracé la idea ya que los edificios que propuse se encuentran en el área del concurso en el centro de la ciudad. Preparé mi propuesta en forma de boceto hecho a mano y una presentación Powerpoint.
Él se había puesto en contacto con una oficina de arquitectura y el arquitecto Michail Provelengios de dicho despacho también aceptó mi propuesta. Tuvimos algunas reuniones para discutir los detalles del proyecto. Su oficina se encargó del diseño y producción de los modelos y con un espíritu de buena cooperación se desarrolló esta instalación artística que un grupo de voluntarios se comprometió a implementar.
Mantuvimos el pesebre tradicional de años anteriores al inicio del proyecto haciendo solo un cambio en las montañas del paisaje que fueron reemplazadas por una imagen real de las montañas de Belén, que luego evolucionan en la imponente colina de Lycabettus en el centro de Atenas. Intencionalmente, los paneles con las imágenes de estas montañas se dimensionaron de tal manera que aparte de encajar armoniosamente en el conjunto, dejan ver en la parte superior las estaciones del Vía Crucis del templo, como un recordatorio de la razón para la cual Jesús quiso venir a nacer entre nosotros.
Estas imágenes se convierten en una fuerte ayuda visual para cualquier peregrino que visite la catedral y que con un espíritu de recogimiento se detenga a contemplar estos elementos que en su conjunto constituyen un Belén moderno. Lo que queremos destacar es que la Navidad no es un acontecimiento que recordamos con nostalgia y se queda en el pasado.
La Sagrada Familia en figuras a gran escala, iluminada con colores cálidos y la luz de la estrella de Belén nos invitan en el portal a que vayamos a adorar al niño y luego en el otro extremo, en la plaza donde se encuentra el árbol de navidad, una sagrada familia de madera, de mayor escala que las figuras comunes, hecha por artesanos de Belén nos hace sentir su presencia en medio de nosotros. Hemos tenido el cuidado de que las figuras estén orientadas en dirección al lugar donde el mensaje de la buena nueva es proclamado, procurando dar un poco de carácter a las figuras ya que encontramos a un sacerdote católico (el padre Giorgos) a la entrada de la catedral, uno ortodoxo en la respectiva catedral ortodoxa, una banda y hasta un vendedor de castaños.
Los edificios que representan nuestras actividades laborales, tienen abiertas sus puertas en señal de bienvenida al mensaje de la navidad. Un cartel con las imágenes de los edificios del Belén de Patras constituye mi firma en este proyecto. Lo demás, cada visitante encontrará lo que Jesús tiene que decirle en su corazón. Un fuerte mensaje se transmite desde Atenas en un año bendecido donde fue visitada por el Papa Francisco (4-6 de diciembre de 2021).
A continuación, transcribo la traducción al español de la hoja volante que los visitantes pueden llevarse consigo con la descripción del proyecto.
El pesebre de la catedral de San Dionisio
En la representación moderna de la ciudad, los atenienses también llegan a recibir al gran Apóstol, dejando que el mensaje navideño de la encarnación les inunde el corazón.
En verdad, ¿cuál es el sentido de que celebremos el nacimiento de Jesús en Belén que sucedió hace dos mil años, si nosotros, la gente de nuestro tiempo no dejamos que el mensaje de Navidad entre a nuestros corazones? Como recordarán, José buscaba encontrar desesperadamente una habitación en una posada, porque su esposa María daría a luz en cualquier momento. En ninguna parte había lugar para que Jesús naciera, porque todos los sitios estaban llenos. Aquella noche en Belén solo el pobre pesebre dijo “sí”, mientras que todos los demás lugares dijeron “no”. Y Cristo, que es humilde, no despreció al pesebre sino que entró en él para nacer.
La misma pregunta nos dirige Jesús a nosotros hoy: “¿Tienes un poco de espacio para mí en tu corazón para que entre?” Muy a menudo queremos decir “sí”, pero las obligaciones de la vida (profesional, familiar y otras) nos han hecho que corramos tanto que por desgracia nos hemos olvidado de dejar un poco de espacio en nuestros corazones, para dar un poco de tiempo de nuestra vida a Jesús. Así, cuando llega y llama a nuestra puerta, nos encuentra ocupados y lo echamos, tal como sucedió aquella noche.
El pesebre de este año por lo tanto muestra el giro del hombre moderno en contra de esta tendencia. Tal vez puedas reconocerte en las figuras de la escena. Tal vez sea hora de que dejemos finalmente a Jesús entrar en nuestro corazón, para dar este paso que hemos deseado dar durante mucho tiempo pero siempre lo posponíamos. ¡El tiempo ha llegado!