Casi 450 asambleístas, de los más de mil que están convocados a la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, que se realizará del 21 a 28 de noviembre próximo, participaron el pasado viernes 12 de noviembre en la primera de las dos pre-asambleas previstas.
La pre-asamblea se celebró virtualmente a través de la plataforma zoom y fue transmitida, como así sucederá con la mayor parte de la Asamblea, por el canal de YouTube y la página de Facebook Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y de la Asamblea Eclesial, informa una nota de ADN CELAM, sistema informativo de dicho organismo.
Abiertos a la novedad del Espíritu
Tras un momento de oración, en el que se hizo memoria del camino recorrido y se puso de manifiesto que somos un Pueblo de Dios sinodal, en salida hacia las periferias existenciales, que da vida, que es importante estar muy abiertos a la novedad del Espíritu, Mons. Miguel Cabrejos saludó a los participantes y agradeciendo a Dios por todo el proceso recorrido, que no termina y no debe de terminar.
Para el presidente del Celam, el Espíritu de Dios es elemento clave en todo el trabajo realizado. Estamos ante “un nuevo modo eclesial de proceder”, según el arzobispo de Trujillo, siguiendo el modelo de Iglesia Pueblo de Dios que nos legó la Lumen Gentium. De ahí deriva, según Mons. Cabrejos, la hermenéutica para una Iglesia Pueblo de Dios, recordando lo recogido en Evangelii Gaudium, que considera que el sujeto de la evangelización es un pueblo que peregrina hacia Dios y trasciende toda necesaria instancia institucional.
Una propuesta del Papa Francisco
La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe supone una resignificación de las identidades eclesiales y de su modo de participación en la Iglesia, afirmó el prelado peruano. Según él, “queda abierto el horizonte para las relaciones que nos lleven a un gran nosotros eclesial”. En ese sentido destacó que en América Latina se ha hecho un discernimiento de la colegialidad a la luz de la sinodalidad, algo único, novedoso, que supone un desafío.
Esta Asamblea es una propuesta del Papa Francisco, como recordó Mons. Jorge Lozano, quien recordó que en la Asamblea General del CELAM celebrada en mayo de 2019 en Tegucigalpa, fue decidido solicitar una VI Asamblea General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. En el momento en el que se le presentó al Santo Padre, hizo ver la conveniencia de un evento del Pueblo de Dios, que retomase las discusiones de Aparecida, algo en lo que él mismo insistió en su mensaje enviado el 24 de enero, en el lanzamiento de la Asamblea Eclesial.
El proceso de la Asamblea ha vivido 4 etapas, según el padre David Jasso: preparación, escucha, síntesis narrativa, discernimiento comunitario y sinodal. El secretario adjunto del CELAM insistió en la necesidad de esa escucha, dialogo y encuentro eclesial, como elementos para descubrir lo que Dios nos pide y poder responderle juntos.
Documento de Discernimiento
Un elemento importante en este momento del proceso de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe es el Documento de Discernimiento (puede descargarlo aquí). Según Mons. José Luis Azuaje, es fruto de un largo discernimiento comunitario, que recoge ideas, reflexiones de diversas índoles, con el objetivo de inquietar y provocar nuevas reflexiones. Se trata de evitar la burocracia, insistiendo en que es un documento para la vida de nuestro pueblo.
Se trata, según el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, de discernir para ver lo que pide Dios a su pueblo latinoamericano, desde Aparecida, desde una Iglesia sinodal, en salida, en busca de un desarrollo y una ecología integral. A partir de ahí destacaba algunos elementos importantes en el Documento, como es la fidelidad a la escucha de todo el Pueblo de Dios, sabiendo que es un documento escrito de distintos contextos y realidades culturales.
Un instrumento para generar reflexión
El valor del documento es que es un instrumento para generar reflexión, un documento eclesial, de todo el Pueblo de Dios, afirma el arzobispo de Maracaibo. Por eso, resalta que no es un documento con soluciones, sino para plantear aspectos de nuestros pueblos en busca de orientaciones y pautas pastorales. Se trata de un documento del que todos nosotros somos partícipes de lo que ahí está, hay presencia de teología, de sentido pastoral, antropológico y cultural. El prelado insistió en que todos somos asambleístas, y recalcó la necesidad de una actitud de oración, de confianza en Dios, de reflexión, de discernir.
Se trata de discernir con actitud orante sobre cómo Dios toca en nuestros corazones a partir de los signos de los tiempos, afirmó la hermana Birgit Weiler. La religiosa afincada en Perú llamó a leer el Documento con abertura al Espíritu para preguntarnos como ser discípulos misioneros en salida a la luz de estos signos. Son signos presentes en la sociedad y en la Iglesia, fruto de lo aportado en el proceso de escucha, buscando un proceso de conversión para poder responder a estos signos.
Participar bajo el Espíritu de Dios
Al presentar el programa, Mons. Miguel Cabrejos destacó que, por encima de los diferentes momentos, es fundamental participar bajo el Espíritu de Dios. Eso es lo que hará posible que nos dejemos sorprender, como destacó el padre David Jasso, que destacó cinco verbos: recordar, escuchar, discernir, responder y celebrar. El presbítero mexicano insistió, citando Episcopalis Communio, en que el proceso sinodal tiene su punto de partida y su punto de llegada en el Pueblo de Dios. Al mismo tiempo recordó la importancia de participar de la Asamblea teniendo en la mente y en el corazón el Documento de Aparecida y la Palabra de Dios.
Ante la Asamblea Eclesial, lo fundamental, según Mauricio López, es entrar desde el yo, para pasar necesariamente al tu y al nosotros en Él. En la metodología destacó la importancia del método de la conversación espiritual. Al mismo tiempo, insistió en los asambleístas son representantes de la vida de muchas personas, lo que les debe hacer tener en cuenta que el sujeto que discierne es la Iglesia de América Latina, y la necesidad de crear el sujeto comunitario que está discerniendo.
Sin duda un primer paso para un momento inédito en la vida de la Iglesia, que se prepara para encontrarse de diferentes modos, pero en igualdad de condiciones a partir del 21 de noviembre. Antes, la segunda y última pre-asamblea, el próximo viernes, día 19 a las 17 horas de Colombia.