El pasado sábado 8 de mayo de 2021, el Papa Francisco nombró presidente del Tribunal de Apelación del Estado de la Ciudad del Vaticano a monseñor Alejandro Arellano Cedillo, decano del Tribunal de la Rota Romana. Así informó, este mismo día, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Mons. Alejandro Arellano Cedillo
Tal y como describe la archidiócesis de Toledo, España, nació en Olías del Rey, Toledo, el 8 de junio de 1960. Realizó sus primeros estudios eclesiásticos en el Instituto Teológico San Ildefonso, en la misma ciudad, y recibió la ordenación sacerdotal allí en 1987.
Pertenece a la Confraternidad de Operarios Diocesanos del Reino de Cristo. Es Doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, licenciado en Estudios Eclesiásticos por la Facultad de Teología de Burgos y auditor de la Congregación para las Causas de los Santos.
Desde el año 2007 es prelado Auditor del Tribunal de la Rota Romana. Ha sido Auditor de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España. Ha impartido clases en la Universidad San Pablo CEU y, en la actualidad, es profesor en la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad San Dámaso, de Madrid, y en la Pontificia Universidad Gregoriana, de Roma. Además, es profesor de Jurisprudencia en el Estudio Rotal del Tribunal Apostólico de la Rota Romana.
Ha sido Vicario Judicial Adjunto en la Archidiócesis de Madrid, Juez Diocesano en primera y segunda instancia en la Archidiócesis de Toledo y Juez Diocesano en la diócesis de Getafe. Es miembro de la Comisión Especial de la Congregación del Clero y Consultor de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada. Tiene diversas publicaciones en el ámbito del Derecho Canónico y, con este nombramiento, es la primera vez que un español es Decano del Tribunal de la Rota Romana.
El pasado 30 de marzo, Mons. Arellano recibió el nombramiento de decano del Tribunal de la Rota.
Tribunal de Apelación del Vaticano
En la ciudad del Vaticano, el poder judicial es ejercido, en nombre del Santo Padre, por los órganos constituidos según el ordenamiento jurídico del Estado: un juez único, un tribunal de primera instancia, un tribunal de segunda instancia (Corte de Apelación), y un Tribunal Supremo (Corte de Casación).
Sus competencias están reguladas por los códigos de procedimiento civil y penal vigentes en el Estado. Este cometido es diferente al de los tribunales con jurisdicción sobre asuntos de la Iglesia (Tribunal de la Rota, Signatura Apostólica y Penitenciaría Apostólica).