“Os doy las gracias a todos porque sois una semilla de esperanza”, ha recordado el Papa Francisco al grupo de la Fundación Casa del Espíritu y las Artes.
En la mañana del día de hoy, 4 de febrero del 2022 el Papa Francisco ha recibido en audiencia al grupo de la Fundación Casa del Espíritu y de las Artes.
En su saludo a los presentes, el Pontífice ha querido felicitar por su trabajo al personal de las cárceles de San Vittore en Milán, Opera y Alba. “Son actividades artesanales, y también tienen un valor simbólico cristiano: la preparación de las hostias para la celebración eucarística;
También, “la construcción de instrumentos musicales con maderas recuperadas de las barcas de los emigrantes; la carpintería, como San José y Jesús; la producción de vino, que es el símbolo de la fiesta, ¡recordemos las bodas de Caná!”.
Del mismo modo, Francisco ha reiterado su saludo a los refugiados, que hacen trabajos de sastrería, a las madres solteras, con sus hijos. También a las personas con discapacidad, “que también ayudan a preparar las hostias y los violines”, entre otros.
Asimismo, su Santidad les ha dado las gracias porque “sois una semilla de esperanza”. Así, con el apoyo de la Fundación Casa del Espíritu y las Artes, “estáis dando señales que se oponen a la cultura del descarte, que por desgracia está muy extendida. En cambio, se trata de construir, con las “piedras desechadas”, una casa donde se respire un ambiente de amistad social y fraternidad”.
De igual forma, ha subrayado que “no todo es fácil-lo sabemos- y no todo son ‘rosas y flores’”. “Cada uno de nosotros, señala el Obispo de Roma, tiene sus límites, sus errores y sus pecados. Todos nosotros. Pero la misericordia de Dios es mayor, y si nos aceptamos como hermanos y hermanas nos perdona y nos ayuda a seguir adelante”, concluye.
A continuación el saludo completo del Santo Padre, traducido por Exaudi.
***
Saludo del Santo Padre
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días y bienvenidos!
Gracias por esta visita. Agradezco a mi amigo Arnoldo Mosca Mondadori su presentación. Gracias, Arnoldo.
Saludo a los reclusos de las cárceles de San Vittore en Milán, Opera y Alba, con los directores y el personal. Le felicito por su trabajo. Son actividades artesanales, y también tienen un valor simbólico cristiano: la preparación de las hostias para la celebración eucarística; la construcción de instrumentos musicales con maderas recuperadas de las barcas de los emigrantes; la carpintería, como San José y Jesús; la producción de vino, que es el símbolo de la fiesta, ¡recordemos las bodas de Caná!
Saludo a los refugiados, que hacen trabajos de sastrería.
Saludo a las madres solteras, con sus hijos.
Saludo a las personas con discapacidad, que también ayudan a preparar las hostias y los violines.
Saludo a los músicos de la orquesta multiétnica, con los directores y el maestro Piovani que compuso la música del “Violín del Mar”.
Saludo a las personas que han venido de España, Brasil y Argentina, así como a los voluntarios y colaboradores.
Os doy las gracias a todos porque sois una semilla de esperanza. Con el apoyo de la Fundación Casa del Espíritu y las Artes, estáis dando señales que se oponen a la cultura del descarte, que por desgracia está muy extendida. En cambio, se trata de construir, con las “piedras desechadas”, una casa donde se respire un ambiente de amistad social y fraternidad. No todo es fácil -lo sabemos- y no todo son “rosas y flores”. Cada uno de nosotros tiene sus límites, sus errores y sus pecados. Todos nosotros. Pero la misericordia de Dios es mayor, y si nos aceptamos como hermanos y hermanas nos perdona y nos ayuda a seguir adelante.
Hermanos y hermanas, recordemos con gratitud a todos los que contribuyen al trabajo de la fundación; y un pensamiento agradecido y de oración va en particular a la señora Marisa Baldoni.
Os doy las gracias una vez más y os animo a seguir vuestro camino. Que la Virgen y San José os acompañen. Que siempre tengáis entre vosotros y en vuestros talleres el espíritu de la casa de Nazaret. Os bendigo con afecto. Y vosotros, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Gracias.
© Librería Editora Vaticana