El Movimiento Apostólico de Schoenstatt nació en Alemania en 1914, fundado por el Padre José Kentenich. Durante la Primera Guerra Mundial, un grupo de jóvenes seminaristas se comprometió a consagrarse a la Virgen María, transformar sus vidas según sus enseñanzas y aspirando a la santidad, para ser apóstoles en un mundo que enfrentaba grandes cambios culturales. Este compromiso se formalizó en el seminario menor de los Padres Palotinos, en la antigua Capilla de San Miguel, en Schoenstatt, cerca de Vallendar, dando origen a un movimiento mariano pedagógico de renovación espiritual.
El carisma de Schoenstatt se basa en la espiritualidad mariana, la autoeducación y la alianza de amor con María. A lo largo de las décadas, Schoenstatt ha crecido y se ha expandido a nivel mundial, estableciendo santuarios marianos en varios continentes que sirven como centros de espiritualidad y peregrinación. Schoenstatt es un movimiento que aporta una espiritualidad, una pedagogía de la fe y espíritu apostólico orientada especialmente a los laicos en medio del mundo.
Estructura y gobierno
Schoenstatt tiene una estructura organizativa federativa, compuesta por diversas comunidades y ramas que abarcan laicos, sacerdotes diocesanos y padres dedicados al servicio del movimiento; y consagradas. Estas comunidades incluyen:
- Los Institutos Seculares de Schoenstatt: Son seis. Incluyen a los Padres de Schoenstatt, dedicados fundamentalmente a la atención del Movimiento de Schoenstatt, aunque también, según el caso, asumiendo otras tareas eclesiales; las Hermanas de María, al servicio de diversas actividades pastorales en el Movimiento, en la Iglesia y la sociedad; los Sacerdote Diocesanos de Schoenstatt, que dependiendo de su obispo actúan en la pastoral diocesana ordinaria, animados por la espiritualidad de Schoenstatt y su misión; las Señoras de Schoenstatt, mujeres consagradas, profesionales en medio de la realidad secular; los Hermanos de María, hombres profesionales consagrado en medio del mundo y el Instituto de Familias, matrimonios que como familias quieren vivir el ideal y las enseñanzas de la Iglesia en relación a la familia, pero que aún no han sido reconocidos como instituto secular.
- La Federación Apostólica de Schoenstatt: Grupos de laicos comprometidos que viven según los principios de Schoenstatt, organizados a nivel nacional (en cada país) y se dedican a la apostolicidad en sus vidas cotidianas y en sus ámbitos de trabajo. Buena parte de las obras apostólicas de Schoenstatt están impulsadas y sostenidas por miembros de las Federaciones apostólicas. En diversos países en los cinco continentes existen federaciones de matrimonios (familias), de madres, de mujeres célibes y de hombres.
- La Liga Apostólica de Schoenstatt: Una organización más amplia de miembros que viven los principios de Schoenstatt, con un compromiso comunitario y formal menos estricto. Abarca a matrimonios (familias), mujeres casadas, célibes, profesionales jóvenes, juventudes. Estas comunidades de la “Liga” se organizan a nivel diocesano, en cada país, procurando aportar laicos comprometidos, bien formados, con espíritu apostólico al servicio de la Iglesia, local y en medio del mundo.
En estos diferentes niveles de compromiso, se cultiva con mayor o menor intensidad, una experiencia de comunidad, en base a una relación familiar de vínculos humanos, de confianza, complementación, solidaridad, y coordinación apostólica.
En las comunidades de Schoenstatt, especialmente en sus institutos seculares se aspira a vivir el espíritu de los votos religiosos, sin realizarlos formalmente. La fortaleza se pone en la aspiración a la magnanimidad y la libertad interior.
El gobierno de Schoenstatt se organiza de manera descentralizada, federativa, respetando la autonomía de sus distintas ramas y comunidades. Cada comunidad tiene su propia estructura de liderazgo y toma de decisiones, aunque todas están unidas por el carisma fundacional y la espiritualidad de Schoenstatt.
El gobierno central está coordinado por la Presidencia General, que se encarga de la unidad del movimiento a nivel internacional y de la fidelidad al carisma de su fundador. Este organismo incluye a los dirigentes de los institutos, de las federaciones apostólicas internacionales y a un representante de las ligas diocesanas a nivel mundial.
Relación con la Iglesia
Schoenstatt fue fundado en 1914, días después del inicio de la 1ª Guerra mundial. Schoenstatt procuró una relación cercana a la Iglesia desde sus inicios. Esto supuso un desarrollo paulatino, en la medida que el Movimiento se iba estructurando.
Sin embargo, el Padre José Kentenich, su fundador, fue puesto en cuestión y tuvo una relación compleja, con la jerarquía eclesiástica debido a sus innovaciones, su enfoque de una pedagogía de la fe y de su acentuada espiritualidad mariana, la importancia de los vínculos naturales así como en relación a la novedad de la estructuración de Schoenstatt.
En efecto, en 1951, a raíz de una Visitación apostólica (1951 – 1953) por parte del Santo Oficio, el Padre Kentenich fue enviado a un exilio forzado a Milwaukee, Estados Unidos, donde permaneció hasta 1965. En 1964, el Movimiento Apostólico de Schoenstatt fue aprobado oficialmente por la Iglesia Católica, reconociendo su carisma y misión.
Durante este tiempo, el movimiento continuó creciendo y desarrollándose no solo en Alemania, sino también en diversos países de América Latina, EEUU, Sudáfrica y también detrás de la Cortina de Hierro, en Alemania Oriantal, Polonia, Checoslovaquia, entre otros.
En 1965, el Papa Pablo VI permitió el regreso de Kentenich a Alemania, confirmando de hecho su rehabilitación, donde continuó liderando el Movimiento hasta su muerte en 1968.
Intervenciones y desafíos
Schoenstatt ha enfrentado diversas intervenciones y desafíos a lo largo de su historia. Durante la 2ª Guerra mundial, Schoenstatt fue perseguido por los Nazis y el fundador fue enviado a principios de 1942 al campo de concentración de Dachau, donde además de sobrevivir, logró continuar con el desarrollo de su fundación.
Recientemente, en 2020, se reiteraron acusaciones sobre posibles abusos de autoridad y comportamientos inapropiados por parte del Padre Kentenich durante su liderazgo. Estas acusaciones ya eran conocidas durante el proceso de beatificación del P. Kentenich, que se encontraba bajo el secreto procesal. La Diócesis de Tréveris y la Presidencia General de la Familia de Schoenstatt han reiterado su compromiso de investigar a fondo estas acusaciones para asegurar la transparencia y la justicia.
Estas denuncias han generado un periodo de introspección, revisión e investigación dentro del Movimiento, buscando siempre la verdad y la coherencia con los valores cristianos y marianos que promueven. La relación con el Vaticano y la diócesis sigue siendo de colaboración y respeto mutuo, trabajando juntos para resolver cualquier problema y asegurar la integridad del movimiento.
Situación Actual
Schoenstatt continúa siendo un movimiento dinámico y en crecimiento, con presencia en más de 110 países. Los santuarios marianos de Schoenstatt son centros de peregrinación y espiritualidad que atraen a miles de personas cada año, buscando renovar su fe, consagrarse a María y activar su compromiso apostólico al servicio de la Iglesia.
El Movimiento enfrenta desafíos contemporáneos, como la necesidad de adaptación a las realidades culturales y sociales cambiantes, y la renovación constante de su carisma y misión. Schoenstatt mantiene su compromiso de contribuir a la renovación espiritual y moral de la sociedad mediante la educación y la formación de sus miembros en una vida de fe, servicio y compromiso con los valores cristianos.
La situación actual de Schoenstatt refleja su rica historia y su adaptabilidad a los tiempos modernos. Con una estructura organizativa sólida y una espiritualidad profunda centrada en María; el Movimiento sigue siendo una fuente de renovación y esperanza para miles de personas en todo el mundo. A través de sus miembros, comunidades y santuarios, Schoenstatt continúa promoviendo la fe y los valores cristianos en la sociedad contemporánea. Su relación con el Vaticano y su respuesta a los desafíos actuales demuestran un compromiso constante con la verdad y la misión de la Iglesia.
Para más información: https://www.schoenstatt.com
Otros artículos de esta serie: