Comunión y Liberación (CL) es un movimiento eclesial católico que nace en Italia en 1954 con el sacerdote don Luigi Giussani. Este movimiento ha crecido significativamente desde sus inicios y se ha extendido por todo el mundo, formando parte activa de la vida de la Iglesia. En este artículo, exploraremos la historia, la estructura, el gobierno y el número de miembros de Comunión y Liberación, así como su situación actual.
Historia de Comunión y Liberación
Todo empezó con un encuentro casual en un tren, donde Giussani coincidió en el vagón con unos jóvenes y oyendo su conversación se dio cuenta de que el hecho cristiano era totalmente ajeno a su vida y a su interés. Y en ese momento decidió aparcar su carrera como profesor de teología y en 1954 se fue a dar clase a un instituto público de Milán, el liceo Berchet, y a implicarse personalmente en lo que entonces se llamaba Juventud Estudiantil (GS), que era la rama juvenil de Acción Católica y que luego se convirtió en el germen de lo que sería Comunión y Liberación.
La historia del movimiento se vincula de manera indisoluble a la relación con los Papas que la han acompañado y la acompañan. Desde Pablo VI hasta hoy. Don Giussani ha abogado siempre por la fidelidad y la obediencia al Santo Padre y a la autoridad de la Iglesia como «directriz suprema para el camino humano». El 11 de febrero de 1982, el Pontificio Consejo para los Laicos aprobó el reconocimiento pontificio de la Fraternidad de Comunión y Liberación. Joseph Ratzinger, futuro Benedicto XVI, presidió el funeral de Giussani en el Duomo de Milán el 24 de febrero de 2005, y Francisco celebró el centenario del nacimiento del fundador con una audiencia pública a todo el movimiento en una multitudinaria plaza de San Pedro el pasado 15 de octubre de 2022.
Estructura y Gobierno
La vida del movimiento es muy sencilla y libre. Comunidades grandes y pequeñas nacen espontáneamente en los ambientes donde se vive la vida diaria (escuela, trabajo, barrio) y se reúnen para verse y compartir momentos y gestos cotidianos, se insertan en la vida de la Iglesia local y dependen del obispo de su diócesis. Quien quiera puede sumarse a las múltiples propuestas que invitan a profundizar en la fe de manera personal y comunitaria.
Tras la muerte de Giussani, Julián Carrón fue el presidente de la Fraternidad de CL hasta 2021, y actualmente lo es Davide Prosperi, que era su vicepresidente desde 2011. A nivel central, un Consejo de Presidencia, en el que participan personas de varios países, acompaña al presidente en su guía. A nivel local, un grupo llamado “Diaconía” apoya al responsable al frente de cada comunidad. Todos estos cargos se desempeñan gratuitamente, mediante un ejercicio de corresponsabilidad basado en la comunión y el seguimiento fiel al carisma.
Número de Miembros
«“Id por todo el mundo” (Mt 28,19) es lo que Cristo dijo a sus discípulos. Y yo os repito a vosotros: “Id por todo el mundo a llevar la verdad, la belleza y la paz, que se encuentra en Cristo Redentor”». Estas palabras de Juan Pablo II en 1984 fueron el estímulo definitivo para la difusión de Comunión y Liberación, que hoy ha llegado a 90 países de los cinco continentes. En todo el mundo, hay unas 60.000 personas inscritas en la Fraternidad de Comunión y Liberación. España es la comunidad europea más numerosa después de Italia.
Situación Actual
El único objetivo de CL es testimoniar de qué forma el acontecimiento cristiano es la respuesta más verdadera a las exigencias humanas y educar a las personas para que verifiquen en su vida la incidencia de la fe, que no se concibe como algo al margen de la vida cotidiana concreta, las decisiones y los proyectos, sino inherente y pertinente a ellos. Esta conciencia genera la pasión por trabajar constructivamente en cada ámbito de la realidad y de la vida social.
Cultura, caridad y misión son las dimensiones que caracterizan la experiencia del cristiano. En ellas se manifiesta y se expresa una concepción de la vida, que reconoce y realiza esa suprema ley de la existencia que es el amor, abriéndonos a la relación con todo. Se trata de una experiencia concreta e integral, marcada por gestos vividos personalmente, y que abarca todos los aspectos del vivir.
La forma madura de pertenencia al movimiento es la adhesión a la Fraternidad de Comunión y Liberación, que celebra anualmente unos Ejercicios espirituales y dos retiros en Adviento y Cuaresma. La vida cotidiana de los miembros de la Fraternidad se organiza en grupos de libre adhesión cuya forma es una amistad que se acompaña en el camino personal de cada uno hacia la santidad. Además, hay ciertas formas vocacionales de entrega a Dios que han nacido del carisma de CL, como son los Memores Domini, la Fraternidad sacerdotal de misioneros de San Carlos Borromeo, las Hermanas de la Caridad de la Asunción y la Fraternidad de San José.
La propuesta de educación en la fe de CL se concreta en la “Escuela de comunidad”, que es un encuentro catequético semanal a propósito de un texto que se propone el empezar el curso como itinerario educativo para todos. Además, los miembros del movimiento participan libremente en la caritativa, un gesto normalmente mensual para educar en la caridad y en la gratuidad. Otras actividades habituales son los retiros y ejercicios espirituales, las propuestas culturales y las vacaciones.
Para más información: https://www.clonline.org/es
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