El periodista José Antonio Varela ofrece esta entrevista al hemano Darlei Zanon, autor del libro Simplemente José, acercamiento al hombre humano y sensible que fue el padre de Jesús.
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Empezó el mes de marzo, que deja atrás el carnaval para sumergirnos en la Cuaresma, camino necesario de reflexión y penitencia, hacia la Pascua de la Resurrección de Jesús. Pero en este tiempo de sobriedad, el cristiano no está solo, pues es el mes dedicado a san José, quien formó a Jesús -junto con María- para su entrega generosa al mundo. Y para que la compañía sea aún más llevadera, el hermano Darlei Zanon, paulino brasileño y consejero general de la Sociedad de San Pablo, conversa con Exaudi acerca de su reciente obra: Simplemente José, una novela sobre el padre de Jesús, que cuenta al lector una historia guiada de la fe y la obediencia.
Para reconstruir la vida desconocida del padre de Jesús, el autor recurre a textos bíblicos, libros apócrifos y una extensa literatura josefina, presentando así a un José sumamente humano y sensible. Sin dejar de profundizar en los elementos teológicos y espirituales vinculados al santo patrón de la Iglesia Católica, el autor construye una narrativa ligera e informal, al tiempo que promueve una inmersión en la cultura de la época y recupera valores familiares fundamentales.
En su libro, usted reconoce a san José como esposo de María, padre de Jesús y guardián de la Sagrada Familia… En lo personal ¿con cuál se queda y por qué?
Hno. Zanon: La dimensión de san José como protector fue siempre lo que estuvo más presente en mi vida, sobre todo porque José es el patrono de los hermanos paulinos (como yo), y es quien acepta su vocación y su misión en modo incondicional. Me ha llegado muy fuerte también la propuesta del Papa Francisco de ver a José como padre sensible, tierno, obediente, valiente, determinado y amado. Todas estas dimensiones aparecen en mi libro, descritas no como teoría y sí en situaciones de su vida, en forma de novela. Además, busco trasmitir la belleza de las relaciones afectivas de José con María y con su familia: padres, hermanos, abuelos… No tenemos datos históricos, pero he buscado recrear estos momentos a partir de estudios bíblicos y de la tradición católica y hebraica, valorizando siempre los valores y la fe.
¿Cree que el Año de San José ha contribuido a que los creyentes amplíen su conocimiento y devoción al santo patriarca?
Hno. Zanon: Sí, pienso que fue un año muy importante. San José era un personaje desconocido, distante de la gente. Durante el año jubilar muchos tuvieron la oportunidad de conocer mejor su vida y sus cualidades, que van más allá del silencio y del trabajo. José es un gran santo, un hombre muy especial, que fue escogido para ser padre del Hijo de Dios y esposo de la Virgen María. Solo esto ya muestra que era un hombre lleno de valores y cualidades. Las catequesis del Papa Francisco sobre san José resaltaron estos valores, y pienso que mi libro ayuda también a presentar un José simple pero muy profundo, enamorado de María, de la vida, de la fe y de su tradición. Un José que es modelo para nosotros hoy.
A veces se habla del “silencio” de José. Pareciera que no le gustaba hablar o que no tuvo relevancia lo que dijo… Sin embargo, en su libro Usted lo aborda “al revés”, pues explica que más que andar en silencio, él “escuchaba”. Esto va muy en consonancia con lo que escribió el papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año: “Escuchar”.
Hno. Zanon: Es verdad, a mi no me gusta oír hablar de José como hombre del silencio, me gusta verlo como el hombre que “escucha”, que está abierto al plan de Dios y que responde con acciones muy concretas a su llamada. Es una feliz coincidencia que esto sea el tema para la Jornada de las Comunicaciones de este año, porque nos impulsa a pensar sobre la necesidad de escuchar, para que podamos dialogar y relacionarnos. En mi novela, José no solo escucha, sino que habla, y habla mucho. Es una narración en primera persona, donde José abre su corazón y revela sus vivencias, lo que vio y sintió en cada momento de su vida. Pienso que es un hermoso camino de descubrimiento para el lector, a partir del tiempo y espacio de José, con toda la poesía de una vida marcada por el Misterio.
En el libro no ha querido presentar al santo como alguien triste o apático, hasta despreciado y dubitativo, como se le ha descrito en algunas ocasiones. Sino más bien, lo acerca al lector como alguien valiente, creyente, con cualidades y dones propios. ¿Qué veremos de “nuevo” en san José al leer su novela?
Hno. Zanon: La opción por escribir en estilo de novela es ya una forma de presentar a José mas “humano” y más cerca de nosotros. Un hombre que siente miedo, angustia, dudas, pero que también se alegra, ama, se realiza como ser humano, como esposo y como padre. Traté de construir una narrativa muy ligera y dinámica. Una propuesta para emocionarse, reír y llorar, cuestionar y acompañar a nuestro protagonista en cada viaje, cada experiencia, cada inquietud que marcó su historia: una historia caracterizada por la escucha, la entrega y sobre todo por el amor. Al mismo tiempo, en cada capítulo trato de desarrollar algún elemento de espiritualidad y teología, como el valor de la oración y de la fe, la centralidad de la familia y de la Escritura, la importancia de la acogida y la comunión, el significado de la revelación, de la encarnación del Verbo, de la salvación, etc. Una lectura que espero provoque a los lectores y sorprenda con sus inmensos detalles, descripciones, diálogos y personajes paralelos.
¿Por qué el mes de san José, en marzo, hay que vivirlo “diferente”? ¿Cómo se puede resaltar mejor su figura en las escuelas, parroquias y en la pastoral familiar?
Hno. Zanon: El Año de san José que celebramos en el 2021 fue una llamada de atención que el Papa Francisco hizo a la Iglesia para que sepamos valorar a José en sus innumerables dimensiones, pues san José es el “Patrono de la Iglesia Católica” (Pío IX), el “Patrono de los trabajadores” (Pío XII), “Custodio del Redentor” (Juan Pablo II) y “Patrono de la buena muerte”. Ahora en este mes de marzo estamos llamados una vez más a honrar a san José. Él puede protegernos en estos tiempos difíciles y de amenazas a la fe y a la verdad, así como ha protegido a la Santa Familia en su tiempo. San José puede ser presentado sobre todo como modelo de padre y de esposo, un hombre que escucha, acoge, ama, cuida, sostiene, protege, educa, es fiel y compañero.
Finalmente, sabemos que el beato Santiago Alberione, fundador de la familia paulina, le tenía mucha devoción al santo e incluso lo declaró patrono de los hermanos de la congregación Sociedad de San Pablo, como lo es Usted. ¿Cómo vive el religioso paulino su relación con san José?
Hno. Zanon: El beato Alberione tenía mucha devoción a san José y por eso lo presentó como modelo a los hermanos paulinos y a toda la Familia Paulina, que dedica el primer miércoles de cada mes a este santo. Nosotros lo vemos como modelo de trabajador, pero también como modelo de consagración, de dedicación total a Jesús. Así como José, nosotros queremos proteger la “Verdad” que es Jesús, para después poder darla al mundo. El paulino es un apóstol de la Palabra, del Verbo, por esto dedicamos nuestra vida a hacer crecer y difundir el “Verbo encarnado”, como lo hizo san José. Uno de los ejes de mi libro es la dimensión de “la Palabra que se hace carne” y de cómo José es parte de este plan de Dios que hoy se prolonga en nosotros y en nuestra misión.
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