El padre Jorge Miró comparte con los lectores de Exaudi su comentario sobre el Evangelio de hoy, 12 de febrero de 2023, titulado “Se os dijo… Pero Yo os digo”.
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La Nueva Alianza está escrita no sobre tablas de piedra, sino en el corazón del hombre. Y no es letra muerta, sino Espíritu que da vida.
Esto significa que Cristo expresa el sentido pleno y espiritual de la antigua ley. Su palabra, acogida con fe, engendra un hombre nuevo, con un corazón y un espíritu nuevo. Con una manera de amar, de esperar, de vivir… totalmente nuevos.
La Nueva Alianza es el Espíritu Santo infundido por el Señor en el corazón del cristiano para “resucitar” a la gracia del perdón y a la gloria definitiva.
El Evangelio nos invita a descubrir cuál es la nueva justicia. Las exigencias de Jesús son una llamada a no quedarnos solo en los actos externos, sino en llegar hasta lo más profundo del corazón.
Por eso, el Evangelio nos invita a descubrir que no somos dueños sino servidores de la Palabra. Nos invita a la fidelidad: El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Nos invita a vivir la fidelidad en el matrimonio desde lo más profundo del corazón allí donde sólo Dios ve… Cada mañana se vuelve a tomar ante Dios esta decisión de fidelidad, pase lo que pase a lo largo de la jornada. Y cada uno, cuando va a dormir, espera levantarse para continuar esta aventura, confiando en la ayuda del Señor (cf. Francisco, AL 319).
Es en el corazón donde nacen los recuerdos, los deseos, los proyectos… Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios (cf. Mt 5, 8).
Y también a tomar en serio la propia vida: Si tu ojo derecho te induce a pecar… De nada le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde su alma.
En un mundo que habla mucho de paz pero que fomenta la agresividad, el odio, el resentimiento y la venganza, Jesús nos enseña que el cristiano no puede vivir peleado con su hermano. Nos enseña que para vivir en paz con Dios hay que estar en paz con los hermanos.
En un mundo que nos enseña a vivir en el relativismo y en la apariencia, Jesús nos enseña que el cristiano ha de ser honrado, veraz y fiel en sus compromisos y palabras.
La salvación es un don gratuito. Pero el don hay que acogerlo. Y en la propia libertad lo podemos rechazar: Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti (San Agustín).
Y todo ello, no como una exigencia, sino como un don. No es una tarea que has de realizar tú con tus fuerzas, sino una obra que el Espíritu Santo realizará en ti… si tú te fías y le dejas hacer…
Este es el programa de vida. ¿Te atreves? ¡Déjate renovar por el Espíritu Santo! Dios te ama. Él quiere darte la felicidad. ¡Este es el camino! ¡Ánimo! El Señor te espera.
¡Ven Espíritu Santo!