San Fabián: Papa durante 14 años, Fabiano cultivó las relaciones con los cristianos de Oriente y dividió Roma en siete diakonías para asistir a los pobres. Fue encarcelado y condenado a muerte en 250, en la persecución de Decio. Los cristianos lo veneraron como mártir en el cementerio de San Calisto en la Vía Apia.
San Sebastián: Nació en Milán y llegó a ser un alto oficial del ejército imperial muy estimado por Diocleciano, quien no sospechaba que fuera cristiano. Ayudó a los cristianos encarcelados y a los soldados y nobles convertidos. Descubierto, fue condenado: sobrevivió a las flechas pero fue azotado hasta su muerte.