¿Rezas por la victoria? Cuando tu equipo deportivo favorito se dispone a salir a la cancha, al campo o al terreno de juego, ¿le pides a Dios que les ayude a ganar?
Puede parecer una pregunta frívola a la luz de todos los problemas que afronta el mundo. Después de todo, hay cosas más importantes por las que Dios debe preocuparse que por quién gana el Torneo de Baloncesto de la Asociación Nacional Deportiva Universitaria de Estados Unidos, NCAA.
La cuestión de si es “cristiano” rezar por la victoria en un evento deportivo surgió, de hecho, durante las rondas intermedias del Torneo de Baloncesto de la División I de la NCAA 2021, antes de que los Ramblers de la Universidad de Loyola Chicago se enfrentaran a los Fighting Illini de la Universidad de Illinois.
Illinois era favorito para vencer a Loyola, pero los Ramblers parecían tener un arma secreta, la única capellana de un equipo universitario que es tan famosa como el equipo: La Hna. Jean Dolores Schmidt, que se hizo “viral” durante la marcha de Loyola en 2018 hasta la Final Four del torneo.
Una “joven” de 98 años durante el anterior torneo y ahora con 101 años, estuvo allí para apoyar a su equipo de nuevo este año. En su papel de capellana, ofreció una oración para el equipo antes de que salieran a la cancha para enfrentarse a Illinois.
“Mientras jugamos contra los Fighting Illini, pedimos una ayuda especial para superar a este equipo y conseguir una gran victoria. Esperamos anotar pronto y poner nerviosos a nuestros rivales. Tenemos una gran oportunidad de convertir los rebotes, ya que este equipo hace alrededor del 50 por ciento de las bandejas y el 30 por ciento de sus 3 puntos. Nuestra defensa puede encargarse de eso”.
Esto suena ciertamente como una oración para la victoria, aunque un comentarista de televisión bromeó diciendo que sonaba más como un informe explorativo. Solo para que conste, Loyola gano el patido y logró una sorprendente victoria, aunque probablemente sea menos sorprendente para la hermana Jean que para los que apuestan.
América, la revista de los jesuitas, encuestó a sus lectores en 2018 sobre si rezan para que su equipo gane: solo el 23% dijo que lo hacía. Sin embargo, según Pew Research, más de la mitad de los estadounidenses reza al menos a diario, lo que supone un porcentaje superior al de otras naciones “ricas”.
Los católicos reconocen cinco categorías básicas de oración:
- Adoración y culto: Muchas de ellas forman parte de la Misa.
- Petición: Pedir algo pero siempre con la condición de aceptar la voluntad de Dios.
- Intercesión: Pedir algo para los demás.
- Acción de gracias: La que más a menudo se descuida.
- Alabanza: Ensalzar a Dios por lo que es.
El Catecismo de la Iglesia Católica dedica mucho tiempo al tema de la oración. En el número 2559 hace explícita la finalidad de la oración: “La oración es la elevación de la mente y del corazón a Dios o la petición de cosas buenas a Dios”. Pero cuando oramos, ¿hablamos desde la altura de nuestro orgullo y voluntad, o “desde lo más profundo” de un corazón humilde y contrito? El que se humilla será exaltado; la humildad es el fundamento de la oración, Sólo cuando reconocemos humildemente que “no sabemos orar como debemos”, estamos dispuestos a recibir libremente el don de la oración. “El hombre es un mendigo ante Dios”.
El Catecismo guarda silencio sobre el tema de la oración por el equipo local. Sin embargo, dependiendo de la naturaleza de una oración “deportiva”, podría entrar en la categoría de petición, intercesión o acción de gracias. Por ejemplo:
Oración de petición: “Por favor, Señor, ayúdame a jugar lo mejor posible hoy”.
Oración de intercesión: “Por favor, Señor, protege a mis jugadores de las lesiones durante el partido de hoy”.
Acción de gracias: “Gracias, Señor, porque nos hemos esforzado al máximo y nadie se ha lesionado”.
Existe una larga tradición en los Estados Unidos (y en algunos otros países libres) de rezar antes de los eventos deportivos. En los últimos tiempos, se ha convertido en algo controvertido en el ámbito de la escuela pública, con una evidente confusión sobre el verdadero significado de la separación de la Iglesia y el Estado. Pero incluso en el contexto “público”, los jugadores, entrenadores, padres y aficionados suelen rezar antes de una competición.
También existe una larga tradición en todos los niveles deportivos de que los equipos se arrodillen juntos en oración antes o después de un partido. De nuevo, en los últimos tiempos la tradición ha sido un poco controvertida, ya que los atletas a veces se arrodillan en señal de protesta en lugar de rezar.
Una encuesta informal de Exaudi sobre el tema obtuvo algunas respuestas perspicaces y representativas: “Siempre he rezado el Rosario durante cada partido. Me tranquilizaba. Pedía que el equipo jugara lo mejor posible, que no hubiera lesiones y, si era la voluntad de Dios, pedía la victoria. Mi hijo me dice que sabía que yo rezaba y que significaba mucho para él que yo rezara durante cada uno de sus partidos”, cuenta una madre de cuatro hijos que ya no están en la escuela secundaria.
“Si rezo por un equipo, sería algo así: ‘Querido Dios, si es tu voluntad, por favor deja que este equipo gane, si no, que se haga tu voluntad’”, dice otra madre con hijos mayores y nietos pequeños.
“Si eres un fanático y estás obsesionado con ello y basas tu valor como persona en ello, entonces no deberías rezar porque tus valores están fuera de lugar. No deberías darle tanto valor a algo que no es Dios, tu identidad no es el deporte. Mucha gente parece adorar el deporte, aunque parezca una locura, pero es cierto. Entonces creo que tenemos que mirar desde una perspectiva más amplia lo que es importante en nuestras vidas. PERO, si tú eres el atleta que juega, creo que es diferente. No, tu valor como atleta no se basa en ganar o perder, sino en los talentos que Dios te ha dado. Pero puedes y debes orar para que te ayuden a usar tus talentos de manera positiva. Pide poder tener la fuerza para darlo todo por ti mismo, por los demás y para dar gloria a Dios. Nuestros talentos deben dar gloria a Dios en la forma en que los usamos”, explica otra madre con hijos pequeños.
“En general, creo que está bien rezar por cualquier cosa que me ayude a mí o a otros a crecer más cerca de Dios. No creo que me ayude a mí o a otros a estar más cerca de Dios si el equipo al que apoyo gana. Creo que nunca he rezado por un equipo para que gane, así que no puedo responder a tu segunda pregunta. Si estuviera jugando en el partido, entonces podría verme rezando por muchas cosas (caridad hacia otros jugadores que son frustrantes, humildad para hacerlo lo mejor posible sin alardear o presumir, o rezar por virtudes en mis compañeros de equipo o en los oponentes), expone un padre con hijos pequeños, que fue una estrella del deporte en la escuela secundaria.
Un rápido paseo por Internet te permitirá encontrar una gran cantidad de sugerencias sobre cómo rezar en relación con el deporte. Connectus ofrece una biblioteca de oraciones para los deportistas y sus seguidores. Se incluyen oraciones antes de un partido difícil, para la conducta deportiva, por los árbitros y para el agotamiento.
Nota del autor: Hice una oración por la unidad familiar antes del Loyola-Illinois de baloncesto. Cinco miembros de mi familia inmediata son graduados de Illinois. Mi hijo se graduó en Loyola. Mis oraciones fueron respondidas y todos exhibieron un gran espíritu deportivo.