Regina Coeli: El Papa pide paz en Tierra Santa

Palabras después de la oración mariana

Regina Coeli Tierra Santa
Regina Coeli 16 mayo 2021 © Vatican Media

El Papa Francisco, después del Regina Coeli, en el día de la Ascensión, lanzó un fuerte llamado a poner fin a la violencia en Tierra Santa y seguir el camino del diálogo entre Israel y los palestinos. Pidió orar especialmente “por las víctimas, en particular por los niños; rezamos por la paz a la Reina de la paz. Dios te salve María…”.

El Santo Padre recordó que: “hoy empieza la ‘Semana Laudato si, para educarnos cada vez más a escuchar el grito de la Tierra y el grito de los pobres”.

Finalmente, el Papa saludó “a los peregrinos de diferentes países que ayer, aquí en Roma en San Juan de Letrán, participaron en la beatificación del sacerdote Francisco María de la Cruz, fundador de los religiosos Salvatorianos y de las religiosas Salvatorianas”.

A continuación, siguen las palabras del Papa, según la traducción oficial ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

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Palabras después del Regina Coeli

¡Queridos hermanos y hermanas!

Sigo con gran preocupación lo que está sucediendo en Tierra Santa. En estos días, violentos enfrentamientos armados entre la Franja de Gaza e Israel han prevalecido y se corre el riesgo de que degeneren en una espiral de muerte y destrucción. Numerosas personas han resultado heridas, y muchos inocentes han muerto. Entre ellos también hay niños, y esto es terrible e inaceptable. Su muerte es signo de que no se quiere construir el futuro, sino que se quiere destruir.


Además, el creciente odio y violencia que está afectando a varias ciudades de Israel es una herida grave a la fraternidad y a la convivencia pacífica entre los ciudadanos, que será difícil de curar sino se abre de inmediato al diálogo. Me pregunto: ¿el odio y la venganza dónde llevarán? ¿Realmente pensamos construir la paz destruyendo al otro? “En el nombre de Dios que ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos” (cfr. Documento Fraternidad Humana) hago un llamamiento a la calma y, a quien tenga la responsabilidad, de hacer que cese el estruendo de las armas y de recorrer los caminos de la paz, también con la ayuda de la Comunidad Internacional.

Rezamos incesantemente para que israelíes y palestinos puedan encontrar el camino del diálogo y del perdón, para ser pacientes constructores de paz y de justicia, abriéndose, paso a paso, a una esperanza común, a una convivencia entre hermanos.

Rezamos por las víctimas, en particular por los niños; rezamos por la paz a la Reina de la paz. Dios te salve María…

Hoy empieza la “Semana Laudato si’”, para educarnos cada vez más a escuchar el grito de la Tierra y el grito de los pobres. Doy las gracias al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Movimiento Católico Mundial por el Clima, Caritas Internationalis y las numerosas organizaciones adheridas, e invito a todos a participar.

Saludo a los peregrinos de diferentes países que ayer, aquí en Roma en San Juan de Letrán, participaron en la beatificación del sacerdote Francisco María de la Cruz, fundador de los religiosos Salvatorianos y de las religiosas Salvatorianas. Él fue incansable anunciador del Evangelio, utilizando cualquier medio que la caridad de Cristo le inspiraba. Su celo apostólico sea de ejemplo y de guía a los que en la Iglesia son llamados a llevar la palabra y el amor de Jesús a cada ambiente. ¡Un aplauso al nuevo beato! Está el icono aquí delante…

Os saludo cordialmente a todos vosotros, procedentes de Roma, de Italia y de otros países, en particular, al Grupo AGESCI-Lupetti de la parroquia San Gregorio Magno en Roma; y al Seminario Redemptoris Mater de la diócesis de Florencia

Os deseo a todos un feliz domingo, también a los chicos de la Inmaculada, que son buenos. Y por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!