La Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Querida Amazonía” es “una carta de amor escrita para y con el Pueblo de Dios que peregrina en este hermoso y amenazado territorio”, ha expuesto el cardenal Mario Grech.
Tras cumplirse 2 años de la publicación de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, “Querida Amazonía”, el cardenal Mario Grech, secretario del Sínodo para los Obispos ha reflexionado sobre las consecuencias del documento pontificio en una declaración publicada el 5 de febrero del 2022 en la página del Sínodo 2021-2021.
La vida de los pueblos y la promesa de la Iglesia
Según el cardenal, “dos de los elementos más esenciales dentro de esta Exhortación son la vida de los pueblos que en ella se plasman y la promesa hecha como Iglesia de respetar y honrar sus voces en busca de una auténtica conversión”.
En la declaración, reconoce que “dar pasos en esta dirección lleva tiempo”. “Hemos visto que las semillas plantadas a lo largo de este proceso sinodal alcanzaron un punto de inflexión con la presentación de “Querida Amazonia”. “Algunas semillas, aún están en proceso de germinación, otras no han dado frutos, pero muchas han crecido, están floreciendo y seguirán dando vida a las generaciones venideras”, describe el purpurado.
Por eso, el purpurado asegura que “Querida Amazonia” “sigue siendo tan relevante ahora como entonces. Sigue siendo una carta de amor escrita para y con el Pueblo de Dios que peregrina en este hermoso y amenazado territorio; permanece como una carta que emana de la gratitud del Papa Francisco por la fuerza con la que el Espíritu Santo irrumpe desde este lugar teológico (locus) para iluminar y despertar el corazón del mundo y el de la Iglesia”.
Conversión sinodal integral
En su reflexión, el cardenal Grech describe los 4 sueños inaplazables del Papa Francisco y de la Iglesia. Estos sueños (sociales, culturales, ecológicos y eclesiales) “encarnan un renacimiento de las invitaciones más profundas del Concilio Vaticano II, haciendo de la ‘Querida Amazonia’ un medio adecuado para conducir a la Iglesia a la conversión sinodal integral a la que nos invita el Sínodo 2021-2023”.
Desde su publicación, señala “Dios sigue manifestándose en medio del misterio sagrado de este territorio en la vida de su gente y en el testimonio de una Iglesia encarnada, santa y pecadora a la vez. Dios se manifiesta aquí a pesar del miedo de algunos a cambiar, o del deseo de otros de imponer una visión ideológica”.
La periferia es el centro
Del mismo modo, el cardenal Grech rememora cuando durante la preparación del Sínodo sobre la Amazonía, el Papa Francisco dijo: ‘la periferia es el centro’. Esta afirmación, sostiene, “puede entenderse como un elemento evangélico fundamental que puede arrojar luz sobre los dos años transcurridos desde la presentación de ‘Querida Amazonia’”.
Así, “lo que antes era descartado o secundario en este territorio se ha convertido en piedra angular, sanando un mundo roto y creando nuevas posibilidades para la Iglesia”. Este camino, prosigue, “donde los marginados se convierten en fuente de vida, es propio del camino de Jesús. Las voces del territorio amazónico (su participación directa) están cambiando el modelo pastoral de la Iglesia Amazónica, convirtiéndose en una fuente de vida renovada para la Iglesia y el mundo”.
Conferencia Eclesial de la Amazonía
Al referirse a la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), el cardenal destaca que “abre un nuevo camino para el discipulado peregrino y misionero de la Iglesia amazónica”. “El CEAMA articula las estructuras regionales de la Iglesia”.
Al final de la declaración el cardenal Mario Grech reitera en que “el soplo del Espíritu de Dios que brota de la presencia de Cristo en la Iglesia Amazónica sigue inspirando y desafiando a través del desborde de muchos frutos y dones” y añade en que en este 2º Aniversario de “Querida Amazonia”, “este soplo del Espíritu de Dios sigue generando nueva vida para el bien de la Iglesia”.
