24 abril, 2025

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¿Qué sucede cuando fallece un Papa? El camino hacia un nuevo Pontífice

Desde el anuncio de la muerte hasta el "Habemus Papam": los pasos que sigue la Iglesia para elegir al nuevo Sucesor de Pedro

¿Qué sucede cuando fallece un Papa? El camino hacia un nuevo Pontífice

Cuando un Papa fallece, la Iglesia Católica entra en un momento de profundo respeto, oración y también acción. La muerte del Obispo de Roma no solo implica el luto por la pérdida del Vicario de Cristo, sino también la activación de un protocolo milenario que asegura la continuidad en la guía espiritual de la Iglesia. Este proceso, que ha evolucionado a lo largo de los siglos, está recogido en la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por San Juan Pablo II en 1996 y actualizada por sus sucesores.

1. Confirmación oficial y anuncio

El primero en actuar es el Camerlengo, una figura clave durante el período de Sede Vacante (es decir, el tiempo sin Papa). Su deber es verificar oficialmente la muerte del Papa. Tradicionalmente, esto incluía llamar al Pontífice tres veces por su nombre de bautismo y, al no recibir respuesta, declarar su fallecimiento. Hoy, este procedimiento es más simbólico y se acompaña de una verificación médica. Luego, el camarlengo sella los aposentos papales y comunica la noticia al decano del Colegio Cardenalicio, quien a su vez informa a los cardenales y al mundo entero.

2. Luto y novenario

Durante los nueve días siguientes se celebran misas en sufragio por el alma del Papa difunto, conocidas como el novenario. En este tiempo, el cuerpo del Pontífice se expone en la Basílica de San Pedro para que los fieles puedan rendirle homenaje. El funeral papal suele celebrarse entre el cuarto y el sexto día después de la muerte, con la participación de fieles, jefes de Estado y representantes religiosos de todo el mundo.

3. Sede Vacante y funciones del Camarlengo

Durante la Sede Vacante, el camarlengo administra los asuntos ordinarios del Vaticano, pero no puede tomar decisiones que competan al nuevo Papa. Todos los jefes de los dicasterios cesan en sus funciones, excepto el Cardenal Penitenciario Mayor y el Vicario de Roma. El objetivo es evitar vacíos de poder mientras se respeta la espera por el nuevo Pontífice.

4. El Cónclave: la elección del nuevo Papa

Pasados entre 15 y 20 días desde la muerte del Papa, los cardenales menores de 80 años se reúnen en la Capilla Sixtina para iniciar el Cónclave, el proceso de elección del nuevo Papa. Allí, aislados del mundo exterior, oran y deliberan hasta llegar a un consenso de al menos dos tercios de los votos. Cada jornada de votación incluye hasta cuatro votaciones (dos por la mañana y dos por la tarde), y al finalizar cada ronda, las papeletas se queman.

Si la votación no ha sido concluyente, el humo que sale de la chimenea de la Sixtina es negro. Cuando finalmente se elige un nuevo Papa, el humo es blanco, anunciando al mundo que ya hay un nuevo Sucesor de Pedro.

5. Habemus Papam

Una vez elegido, el nuevo Papa acepta su elección y escoge el nombre con el que será conocido. Después, se presenta por primera vez al mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, donde el cardenal protodiácono pronuncia las palabras históricas: «Habemus Papam». A partir de ese instante, comienza un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia.

La muerte de un Papa es un acontecimiento de gran trascendencia, no solo para los católicos, sino para el mundo entero. En medio del dolor y la oración, la Iglesia manifiesta su sabiduría y unidad a través de un proceso ordenado, espiritual y lleno de simbolismo, que asegura la sucesión apostólica y la continuidad de la misión de Cristo en la Tierra.

Exaudi Redacción