“Fieles a siglos de tradición, leed los signos de los tiempos y asumid con valentía los nuevos retos para llevar eficazmente la verdad del Evangelio al hombre y al mundo contemporáneos”, indica el Papa Francisco a la Universidad Juan Pablo II de Cracovia.
El Papa ha enviado un mensaje hoy martes 11 de enero del 2021 con motivo del 625º aniversario de la facultad de Teología de la Universidad Pontificia Juan Pablo II de Cracovia.
En sus palabras, Francisco ha recordado el origen de la facultad, el 11 de enero de 1397. “De este acontecimiento que marcó una época”, señala el Pontífice, han transcurrido 625 años”. Un evento que “constituye el inicio de la historia de vuestro relativamente joven Ateneo”, añade. El Santo Padre describe también que “la historia sobre la que está construyendo el presente es notable e importante, pero al mismo tiempo es un reto”. De este modo, “los tiempos actuales nos exigen a todos no olvidar la tradición, pero al mismo tiempo mirar al futuro con esperanza y crear el futuro”.
San Juan Pablo II, destaca el Papa, “subrayó la necesidad de este ‘ministerio del pensamiento’, a través del cual las universidades se unen a la misión de la Iglesia de difundir el mensaje de Cristo en el mundo. Por eso, “fieles a siglos de tradición, leed los signos de los tiempos y asumid con valentía los nuevos retos para llevar eficazmente la verdad del Evangelio al hombre y al mundo contemporáneos”, remarca.
El Obispo de Roma además desea “que su Universidad sea un lugar de formación para las nuevas generaciones de cristianos, no sólo mediante el estudio científico y la búsqueda de la verdad, sino también mediante el testimonio social de la vivencia de la fe”. “Que sea una comunidad en la que la adquisición de conocimientos se combine con la promoción del respeto a todo hombre, al amor a Dios que lo ha creado, y con el cuidado de la formación de los corazones, abriéndolos a lo más importante, a lo que es duradero y no pasa”, agrega.
A continuación, el mensaje completo del Santo Padre ofrecido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
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Mensaje del Santo Padre
El 11 de enero de 1397, a petición de la reina Santa Eduvigis y su marido Ladislao, el Papa Bonifacio IX, con la bula “Eximiae devotionis affectus”, creó la Facultad de Teología de la entonces Academia de Cracovia, más tarde Universidad Jagellónica. Su continuación es la actual Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Juan Pablo II.
Así pues, han transcurrido 625 años desde este acontecimiento que marcó una época, y que constituye el inicio de la historia de vuestro relativamente joven Ateneo. Junto con ustedes, doy gracias a Dios por esta tradición de más de seis siglos, con todos sus logros científicos y educativos, así como su espiritualidad creada por sus santos fundadores, profesores y estudiantes.
La historia sobre la que está construyendo el presente es notable e importante, pero al mismo tiempo es un reto. Los tiempos actuales nos exigen a todos no olvidar la tradición, pero al mismo tiempo mirar al futuro con esperanza y crear el futuro. El lema de su Universidad es la llamada “Id y haced discípulos” (Mt 28,19), y el documento sobre su misión afirma que la actividad consiste en la reflexión científica sobre el contenido de la Revelación, utilizando métodos de investigación clásicos y contemporáneos.
San Juan Pablo II subrayó la necesidad de este “ministerio del pensamiento”, a través del cual las universidades se unen a la misión de la Iglesia de difundir el mensaje de Cristo en el mundo. Por eso, fieles a siglos de tradición, leed los signos de los tiempos y asumid con valentía los nuevos retos para llevar eficazmente la verdad del Evangelio al hombre y al mundo contemporáneos. Que su Universidad sea un lugar de formación para las nuevas generaciones de cristianos, no sólo mediante el estudio científico y la búsqueda de la verdad, sino también mediante el testimonio social de la vivencia de la fe.
Que sea una comunidad en la que la adquisición de conocimientos se combine con la promoción del respeto a todo hombre, al amor a Dios que lo ha creado, y con el cuidado de la formación de los corazones, abriéndolos a lo más importante, a lo que es duradero y no pasa.
Los jóvenes tienen sus propios sueños y metas, y una universidad católica debe ayudarles a realizarlos sobre la base de la verdad, la bondad y la belleza que tienen su fuente en Dios. Su ministerio de pensamiento y búsqueda de la verdad es necesario para la Iglesia en Polonia y en el mundo de hoy. Llevadlo con sentido de la responsabilidad para ser fiel a vuestra misión: ¡Id y haced discípulos!
En la oración te encomiendo a Dios, querido hermano, al rector y a los profesores, a los estudiantes y al personal de la Universidad, invocando la intercesión de Santa Eduviges Reina, fundadora de la Facultad, y de San Juan Pablo II, e imparto de corazón la Bendición Apostólica sobre todos vosotros.
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