El padre Jairo Yate, sacerdote y juez instructor en la diócesis de Ibagué, Colombia, responde a preguntas frecuentes sobre qué es la fe para los creyentes.
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Creo en la Iglesia Católica, soy una persona de “fe” ¿qué es la fe?
Es un don, una Gracia de Dios, una luz divina por la cual somos capaces de reconocer a Dios, ver su mano en cuanto nos sucede y ver las cosas como Él las ve. Por tanto, la fe no es un conocimiento teórico, abstracto, de doctrinas que debo aprender. La fe es la luz para poder entender las cosas de Dios.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que: Nuestra profesión de fe comienza por Dios, porque Dios es “el Primero y el Ultimo” (Isaías 44,6), el Principio y el Fin de todo. El Credo comienza por Dios Padre, porque el Padre es la Primera Persona Divina de la Santísima Trinidad. Todo se inicia con la creación del Cielo y de la tierra, ya que la creación es el comienzo y el fundamento de todas las obras de Dios.
¿En quién debemos creer?
Nuestra primera profesión de Fe es en Dios. El mismo Credo que oramos en nuestra Iglesia, nos indica el principio de nuestra Fe. Creo en Dios. Jesús mismo confirma que Dios es “el único Señor” (cf. Mc 12,29-30). Confesar que “Jesús es Señor” es lo propio de la fe cristiana. Esto no es contrario a la fe en el Dios Único (Catecismo 202).
¿Cuáles son las características de la fe?
- La fe es un encuentro con Dios, con su designio de salvación. Con la fe el hombre responde libremente a ese encuentro con Dios entregándose a Él, con la inteligencia y la voluntad.
- La fe es sencilla, no está hecha de elucubraciones y discursos, sino de verdadera adhesión a Dios, como la fe de Abraham, María, José, etc.
- La fe es vital, es decir, debe cambiar mi vida, demostrarse en mi vida. Por eso, hay que vivir de fe.
- La fe es experiencial, es un conocimiento de Dios en la intimidad. Los que tienen fe gozan de Dios. No es un sentimiento, sino un conocimiento del espíritu que Dios nos concede para intimar con Él. Este conocimiento experimental de Dios tiene sus momentos privilegiados para manifestarse a las almas: en el sacrificio, el dolor, en los momentos de prueba, cuando se requiere de humildad y de un mayor desprendimiento de sí mismos.
- La fe es objetiva, no se queda a nivel subjetivo, intimista, sino que creemos en un Dios que se ha revelado a través de la Palabra que hemos recibido de la Iglesia. Palabra que es preciso conocer, aprender y hacerla vida. Los dogmas de la Iglesia son luces en el camino de nuestra fe; lo iluminan y lo hacen seguro.
- La fe es compromiso, compromete mi vida con Dios en la fidelidad a su Ley y en la donación total a Él. Supone el compromiso de defenderla con mi palabra y testimonio, alimentarla con la continua lectura y meditación de la Biblia y difundirla a mi alrededor en el apostolado.
¿Dónde puedo encontrar y meditar las verdades de la fe?
El papa san Juan Pablo II, recomendaba conservar el depósito de la Fe y este mismo papa presenta la obra maestra para poder leer, entender y vivir las verdades de la Fe. Esta obra es el Catecismo. El Catecismo, por tanto, contiene cosas nuevas y cosas antiguas (cf. Mateo 13,52), pues la fe es siempre la misma y fuente de luces siempre nuevas.
¿Quién es dios? Según la Fe
Dios es el Creador. La Sagrada Escritura, Palabra de Dios a los hombres, comienza afirmando: “En el principio creó Dios el cielo y la tierra” (Génesis 1, 1). Esta frase es para nosotros, una verdad de fe: Dios es el creador de todo cuanto existe, lo que vemos y lo que no vemos.
Dios es nuestro Padre. Todo el contexto de la Antigua Alianza era rico en alusiones a la verdad de la paternidad de Dios, tomada en sentido moral y analógico. Así, Dios se revela como Padre de su Pueblo Israel, cuando manda a Moisés que pida su liberación de Egipto: “Así habla el Señor: Israel es mi hijo primogénito. Yo te mando que dejes a mi hijo ir” (Éxodo 4, 22-23).
Dios es Amor. Tal vez el más profundo, el más insondable, el más incomprensible, pues se trata de la misma esencia de Dios: ¡Dios es amor! Es un amor insondable porque tiene una profundidad que nadie puede plenamente sondear; tiene una altura que nadie puede totalmente escalar; tiene una longitud y anchura que nadie puede lograr medir por completo.
¿Existen las virtudes teologales?
Sí. La Iglesia enseña que, junto con la gracia santificante, se infunden en el hombre las virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad, por las que se une a Dios en su vida íntima. Toda nuestra vida cristiana debe estar sostenida por estas tres virtudes, que constituyen su esencia y fundamento.
El Apóstol san Pablo nos recomienda esas 3 virtudes: “Ahora permanecen, la fe, la esperanza y la caridad; de las tres, la más excelente es la caridad” (1 Corintios 13,3).
¿Existen pecados contra la fe?
Sí. El ateísmo, que es negar la existencia de Dios y se agrava cuando lo propagamos públicamente burlándonos y persiguiendo al creyente, a Dios y a sus representantes.
Por otro lado, la blasfemia, palabra injuriosa y ofensiva contra Dios o contra los santos, sobre todo la que va contra el Espíritu Santo, que puede llegar hasta los hechos. Y la apostasía, que es el abandono público y total de la fe cristiana recibida en el Bautismo y de lo que ella enseña como bueno según la ley de Dios.
¿Qué dice el Papa Francisco sobre la fe?
La fe se transmite con amor y testimonio (Homilía en la Casa Santa Marta, 3 de mayo 2018). Transmitir la fe, señala, “no quiere decir “hacer proselitismo”, “buscar gente que apoye este equipo de futbol” o “este centro cultural”. Se trata de testimoniar con amor. Transmitir la fe no quiere decir “dar información” sino “fundar un corazón” en la “fe de Jesucristo”.