Los obispos de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico (CEP) han ratificado su compromiso en la realización, junto a las Obras Misionales Pontificas del país, del VI Congreso Americano Misionero (CAM6) para el año 2024, tras haber sido postergado un año más con motivo de la pandemia de COVID-19.
Según informó ayer, 2 de junio de 2021, en una nota el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), los prelados puertorriqueños aseguran que “los preparativos para recibir a las delegaciones de los diferentes países de América Latina siguen en pie”, y el evento tendrá lugar del 17 al 23 de noviembre en Ponce.
Memoria de la fe en América
El padre Orlando Camacho, responsable de Obras Misionales Pontificias en Puerto Rico, subrayó que “en el 2021 hay cuatro líneas de acción, enfocadas en reflexionar sobre la misión, la memoria de la fe en América particularmente con testimonios de laicos y la espiritualidad del signo del CAM6”.
“Es una antorcha en referencia a la luz de Cristo que alumbra a los países de América. En esta fase, el proyecto de comunicación incluye el programa radial “Rumbo al CAM6: Más allá de las fronteras”, añadió el sacerdote.
Compromisos adquiridos
La nota del CELAM aclara que, como antesala al CAM6, en febrero de 2022 han preparado la Primera Asamblea Continental, que estará a cargo de la delegación brasileña. En un contexto nacional han preparado también el Primer Simposio Nacional Misionero, en la diócesis de Arecibo, en 2022, y el II Simposio Internacional Misionero, que “a su vez será la Asamblea Continental de Obras Misionales Pontificias”. En 2023 realizarán el II Simposio Nacional Misionero en la diócesis de Caguas.
Asimismo, se recuerda que el lanzamiento internacional de Puerto Rico como la sede del CAM6 fue el 16 de febrero de 2020, justo antes de cierre por la pandemia por COVID-19. A pesar de los retrasos, la Iglesia ha garantizado la realización de las actividades en los tiempos preestablecidos.
CAM6
La web del Congreso Americano Misionero explica que la CEP y OMP nacional “emprendieron un camino de oración, reflexión y discernimiento, que desembocó en asumir la animación de la espiritualidad misionera de la Iglesia de América”. Puerto Rico y todo el Caribe, prosigue, “se convertirán en puerta de entrada para volver a las raíces y recapitular la fe de las Iglesias particulares del continente”.
“Todo el pueblo de Dios que peregrina y evangeliza por estas tierras Borincanas debe orar incesantemente por la preparación del CAM 6 y sus frutos; así como también, ponerse a disposición de ofrecer sus dones, talentos y carismas, para el desarrollo de la misión”, indica.