Premio pontificio “Una vida por la vida” concedido al Dr. Ventura-Juncá

Premio principal en bioética que otorga la Universidad Pontificia UPRA

© Dr. Patricio Ventura- Juncá

La Universidad Ateneo Pontificio Regina Apostolorum -UPRA- confirió su premio “Una Vita per la Vita” 2022, al Dr. Patricio Ventura-Juncá. Dicha distinción se encuentra fundamentada en la larga trayectoria académica y humana del científico en favor de la vida.

La cita tuvo lugar el pasado 4 de noviembre. En su clase magistral ante el auditorio presencial y virtual, el profesor Ventura-Juncá recorrió los hitos más relevantes de su carrera profesional, haciendo también conexión con su vida personal.

Lideró la formación del primer centro de cuidados intensivos neonatales de Chile

Entre los años 1969 y 2000 su actividad universitaria y clínica se desarrolló en la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile -PUC-, en el ámbito de la Neonatología y la Pediatría. Esta fue una etapa de gran fecundidad en el desarrollo de la atención clínica la docencia y la investigación. El Dr. Ventura-Juncá lideró la formación del primer centro de cuidados intensivos neonatales en Chile, en el Hospital Clínico de la PUC, y luego del servicio de Pediatría en el Hospital Universitario. A partir de estos avances, la sobrevida de los recién nacidos mejoró en un 50% en dicho centro, resultado que ameritó su publicación en la Revista Pediatrics, en Estados Unidos, por lo que esta pionera experiencia fue conocida y reconocida en el mundo científico.

Reconocimiento internacional

Ventura-Juncá reunió una pléyade de médicos e investigadores de sobresaliente competencia académica y humana. Su sucesor en la dirección del Departamento Pediatría es hoy el rector de la PUC y el sucesor de este es hoy decano de la Facultad de Medicina de dicha universidad. Se formó sí una verdadera escuela en neonatología y pediatría testimoniada por numerosas publicaciones científicas, capítulos de libros, y libros de la especialidad, siendo reconocido su liderazgo en Chile, Latinoamérica, Estados Unidos y diversos países de Europa. Fue así como, si en 1975, al comienzo la pediatría en el hospital clínico, estaba limitada a una sala, hoy es un servicio y departamento moderno con todas las especialidades. Esta fue su primera etapa de compromiso y dedicación por la vida, de niños, que pudieron sobrevivir teniendo una larga vida por delante.

A punto de jubilarse lo nombran director del Centro de Bioética de la PUC

En el año 2000, a la edad de 63 años, pronto a jubilarse, considerando sus antecedentes de una sólida formación también en Filosofía (1961-63), lo nombran director del Centro de Bioética de la PUC. Este fue un cambio providencial e inesperado en el cual el Dr. Ventura- Juncá pudo verter su experiencia de gestión y académica en un ámbito en que surgían con fuerza los debates especialmente referentes al inicio de la vida y al derecho inalienable a la vida del ser humano, especialmente en las primeras etapas de su existencia. El Centro de Bioética creó el primer Magister de Bioética, se avanzó en la docencia de pre y postgrado, en investigación y en el debate público y participación en leyes referentes a la vida naciente. Este desarrollo le valió que el Papa Juan Pablo II nombrara al Dr. Ventura-Juncá miembro ordinario de la Pontificia Academia para la Vida -PAV- y luego en 2005, miembro de su Consejo Directivo.

El Dr. Patricio Ventura- Juncá con su esposa Marita © Dr. Patricio Ventura- Juncá

Allí trabajó con personas notables por su competencia y dedicación y apoyó especialmente la nominación de miembros con probada competencia científica y/o filosófica que reconocían el don de la vida desde sus inicios hasta la muerte natural, como un derecho inviolable. Igualmente gerenció la invitación a los congresos de la PAV a científicos que estaban involucrados en la investigación de punta en diversos campos, en especial los relacionados con el inicio de la vida. A los 79 años, ya en la edad límite de pertenencia, deja de pertenecer a la PAV.

Ciencia, clínica y filosofía   

La competencia del Dr. Ventura-Juncá en ciencia, clínica y filosofía, facilitó que los académicos que ya lo conocían por su trayectoria, apreciaran y validaran sus argumentos en bioética como alguien que había vivido al lado de los enfermos y de los niños más pequeños, siendo un invitado frecuente a seminarios y congresos internacionales en Latinoamérica y Europa. Todo esto facilitaba el diálogo respetuoso, así como riguroso, con quienes sostenía aproximaciones diferentes al respeto por la vida naciente. Es así como obtuvo diversos reconocimientos, además de los ya recibidos en su trayectoria en pediatría, esta vez de bioética, como profesor invitado en diversos países, como Cuba, Argentina e Italia, por su trayectoria académica. En 2008 recibe el premio de Bioética de Colegio Médico de Chile.

A los 75 años se jubila de la Universidad Católica de Chile y es nombrado director del Instituto de Bioética de la Universidad Finis Terrae. Es una etapa de maduración en que hace docencia en bioética y filosofía de la medicina, desarrolla numerosas actividades entre las que destacan varios seminarios y congresos internacionales de posgrado y especialmente en avanzar en su línea de investigación sobre ecología integral y bioética.

Encuentro de la filosofía con la biología: bioética

La necesidad de relacionar la bioética con la ecología era un tema recurrente en la visión del profesor Ventura-Juncá por 15 años, influido por la intuición inicial de Van Rensselaer Potter sobre la necesidad del encuentro de la filosofía con la biología, de donde surge la bioética. Según Potter, de esta interacción depende la supervivencia de todo el ecosistema. También influyeron en la visión del Dr. Ventura-Juncá Juan Pablo II, cuando habla de la de la ecología humana y la familia. Finalmente también los textos del Papa Francisco, Laudato Si y Frattelli Tutti, que desarrollan una ecología integral. El profesor Ventura-Juncá menciona como telón de fondo en su exposición la frase atribuida a  Leonardo da Vinci: Aprende a ver. Date cuenta de que todo se conecta con todo lo demás”.

Todo está relacionado

Dr. Patricio Ventura-Juncá su esposa Marita esposa y el Papa Francisco

A la frase del Papa Francisco en Laudato Si’: “Hoy el análisis de los problemas ambientales es inseparable del análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos, y de la relación de cada persona consigo misma, que genera un determinado modo de relacionarse con los demás y con el ambiente.” (LS 141) Esta línea de investigación ha expandido el tema de las interrelaciones al ámbito del inicio de la vida en que la etapa de la vida del ser humano desde la fecundación hasta la implantación del embrión es extraordinariamente vulnerable a los cambios del entorno, como ocurre en la fertilización in vitro afectando el perfil epigenético y el desarrollo. Hoy se cuenta con innumerables artículos científicos dedicados a señalar este problema, principalmente en estudios animales, dado las dificultades éticas de hacerlo en humanos. Esto fue testimoniado en un artículo señero de Ventura-Juncá publicado en una revista científica de alto impacto y citado numerosas veces: Ventura-Juncá, P, et al.  In vitro fertilization (IVF) in mammals: epigenetic and developmental alterations. Scientific and bioethical implications for IVF in humans. Biological Research” 48 (2015): 1-13.

Su inspiración

La trayectoria académica del Dr. Ventura-Juncá ha estado inspirada por el servicio a la Iglesia en especial de los valores evangélicos en el campo científico universitario y docente, así como en diversas instancias de Iglesia. Pertenece al movimiento de Schoenstatt que ha sido la inspiración fundamental para su espiritualidad, vida comunitaria y apostolado, siendo muy relevante su encuentro con el fundador padre José Kentenich en 1964 en Milwaukee. Se ha destacado con su esposa Marita como dirigente de diversas comunidades de Schoenstatt y especialmente por acompañar la formación de diversos grupos de matrimonios jóvenes.

Miembro del Comité Académico de la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos

Desde hace 5 años pertenece al Comité Académico de la Academia Latinoamericana de Líderes católicos, donde ha contribuido en la elaboración de temas de sus competencias en el itinerario formativo, participando en diversas actividades pastorales y pedagógicas de actualidad, siendo testigo del dinámico desarrollo de la academia, en la cual se forman miles de jóvenes interesados en proyectar la Doctrina Social de la Iglesia en la vida pública.


Ventura-Juncá además, ha cooperado con la Conferencia Episcopal de Chile y ha hecho un aporte para el Encuentro de Aparecida en temas de bioética relacionados con el inicio de la vida.

Continúa su aporte profesional

Está casado con María Carmen Domínguez Covarrubias, con quien tiene tres hijos y diez nietos. La vida, el apoyo y el cariño de su familia ha sido clave en todos sus emprendimientos académicos, profesionales y pastorales.

Actualmente continúa apoyando la docencia de ética médica y bioética en la Universidad Finis Terrae, participando además en el Comité de Ética de la investigación de dicho centro académico.

Es así como el servicio a la vida en la trayectoria del Prof. Ventura-Juncá ha tenido una clara dirección, primero en el desarrollo de neonatología y pediatría y luego en la ética de la vida.  Citando a Anna Arendt, cerró su exposición en la ceremonia de entrega del premio “Una Vita per la Vita”  señalando que “en cada nuevo nacimiento se renueva la esperanza del mundo, con nuevos hombres y mujeres que son capaces de comenzar y hacer mejores las cosas que hoy agobian a nuestro mundo. Esta fe y esperanza encuentran su expresión más gloriosa con el anuncio del Evangelio: ‘nos ha nacido un Niño’”.

Aquí la grabación de la entrega del premio.