Un “estimado hombre de las instituciones” que se dedicó “con especial cuidado a los últimos”: con estas palabras, el Santo Padre expresó su pésame por la muerte de David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo. Lo hizo en un telegrama firmado por el secretario de Estado, el cardenal Parolin, dirigido a su viuda, Alessandra Vittorini.
El telegrama del Papa
“El Santo Padre -se lee en el telegrama-, espiritualmente cercano en este momento de dolor por la prematura muerte de su amada esposa, el honorable David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo, desea hacer llegar sus condolencias a ella y a sus hijos Livia y Giulio, asegurándoles su sentida participación en el grave duelo que ha afectado a Italia y a la Unión Europea.
Lo recuerda como un creyente animado por la esperanza y la caridad, un periodista competente y un estimado hombre de las instituciones que, de manera serena y respetuosa, en las responsabilidades públicas que ocupó, hizo todo lo posible por el bien común con rectitud y compromiso generoso, promoviendo con claridad y pasión una visión solidaria de la comunidad europea y dedicándose con especial cuidado a los más pequeños. El Papa Francisco, al tiempo que eleva oraciones de sufragio, invoca del Señor Resucitado la paz eterna para él y el consuelo del corazón para los que lloran su fallecimiento, e imparte una bendición apostólica a usted y a su familia”.
Quién era Sassoli
Sassoli murió a la edad de 65 años por las consecuencias de una neumonía, no causada por COVID-19, y por problemas en su sistema inmunológico. Estaba hospitalizado en el centro de oncología de Aviano, Pordenone, Italia, desde el 26 de diciembre. Nació en Florencia, pero se consideraba romano de adopción.
De joven, asistió a la Agesci. Periodista, era un rostro conocido por el público italiano por haber sido presentador del programa TG1, del que también era subdirector. En 2009 se presentó como candidato al Parlamento Europeo con el Pd. El 3 de julio de 2019 se convirtió en su presidente; su mandato habría expirado en unos días. El pésame es unánime en el mundo político e institucional italiano y europeo.
Pésame del Centro Astalli
El mundo católico ha enviado muchas expresiones de estima y condolencias por Sassoli. El padre Camillo Ripamonti, presidente del Centro Astalli, el Servicio Jesuita a Refugiados en Italia, declaró: “Nos entristece la pérdida de un amigo que siempre se ha comprometido a defender los derechos de los migrantes forzados en Europa. Su tenaz dedicación a la construcción de una Europa solidaria, democrática, pacífica, dialogante y de puentes fue diaria y minuciosa. Su determinación de luchar por una Unión Europea capaz de rescatar, acoger y proteger a los hombres y mujeres que huyen de las guerras, la persecución y la injusticia ha sido un acicate y un baluarte en estos años difíciles de lucha por los derechos humanos para tantas organizaciones de la sociedad civil organizada y para todos aquellos ciudadanos que quieren una Europa sin muros”.
El dolor de Sant’Egidio
La Comunidad de Sant’Egidio también recuerda a Sassoli “como un hombre leal”. Para él, la esencia de la política era trabajar por el bien común y no sólo por los de su propio bando. Fue fiel a los principios de la democracia y el humanismo que son los portadores de la historia europea”. El 30 de noviembre participó en el Día Internacional contra la Pena de Muerte. “Un mensaje lleno de esperanza para el avance de esta batalla, de la que estaba firmemente convencido y que definía como “un deber moral inalienable”. Para Europa y para todos.
“Ha fallecido un querido amigo -continúa la nota de la Comunidad- al que conocimos desde el principio, desde los años de su educación, como católico, demócrata, joven y dialogante, y a lo largo de su trayectoria profesional y política. En su intenso compromiso con el Parlamento Europeo -del que fue un presidente apreciado por todos los partidos políticos- logró guiarse por esos ideales de humanidad y justicia, hoy más que nunca indispensables para orientar las instituciones, para una Unión capaz de encarnar un proyecto de democracia humanista, empezando precisamente por el respeto de los derechos humanos y la protección de los más frágiles. Es significativa, en este sentido, su adhesión al llamamiento ‘Sin ancianos no hay futuro’ contra la ‘asistencia sanitaria selectiva’ y a favor de la atención domiciliaria, lanzado por Sant’Egidio al inicio de la pandemia de la COVID-19”.
Recuerdo del Episcopado Italiano
“La respuesta es actuar juntos, cuidarnos unos a otros y redescubrir la importancia de las relaciones sociales en la comunidad. El desarrollo sin justicia o el crecimiento sin derechos ya no son aceptables”. Las palabras pronunciadas por escrito a los participantes en la 49ª Semana Social de los Católicos Italianos, el 23 de octubre en Taranto, recogen la visión ilustrada y la pasión por el bien común del presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli. En nombre del episcopado italiano, expresamos nuestro más sentido pésame a su esposa, hijos y familia por su fallecimiento. El mundo católico italiano ha perdido una figura importante, un hombre amable y fiel, un punto de referencia en la política del país y de Europa”.
Así comienza el mensaje enviado a la señora Vittorini por el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), el cardenal Bassetti, y por el secretario, monseñor Russo. “Como periodista y luego como hombre de las instituciones, siempre trabajó por una sociedad más solidaria y atenta a las necesidades de los jóvenes y de los últimos”. Se mostró “convencido de que creyentes y laicos pueden juntos “reconstruir esa casa para seguir luchando contra los ídolos, derribar muros, tender puentes, dar cuerpo a un nuevo humanismo”. Así lo destacó en su discurso en Bari, con motivo del encuentro “La frontera mediterránea de la paz” en 2020.
Los dirigentes de la Conferencia Episcopal Italiana expresaron su gratitud “por la amistad y la disponibilidad que siempre han mostrado a la Iglesia en Italia”. “Alabamos al Señor por el testimonio de este hermano nuestro -concluyen- y rezamos por su alma, confiándola a los brazos misericordiosos del Padre. Seguro, como escribió el padre David María Turoldo, sacerdote y teólogo cuyo nombre lleva Sassoli, que ‘todo perdurará: de la vida a la vida y de nuevo de la muerte a la vida como las olas en las orillas de un río sin fin’”.