En la audiencia general de hoy, miércoles 11 de agosto de 2021, el Papa Francisco ha mostrado su alegría al saludar a los fieles de lengua francesa y les ha compartido su dolor tras el conocimiento de la muerte del padre Olivier Maire, superior provincial de la Congregación de los Montfortianos, asesinado en la Vendée, en Saint-Laurent-Sur-Sevre, Francia, el pasado 9 de agosto.
Del mismo modo, el Santo Padre ha dado su pésame a la comunidad religiosa de los monfortianos en Vendée, a la familia del difunto y a todos los católicos de Francia: “Le aseguro que mi participación y mi cercanía espiritual. A todos mi bendición”.
Solidaridad de la Iglesia francesa
La Iglesia en Francia mostró su cercanía y solidaridad ante el asesinato del padre Maire. Al conocer la tragedia, la Conferencia Episcopal Francesa (CEF) y la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Francia (CORREF) expresaron en un comunicado “su inmensa tristeza y horror”. “El autor de este asesinato se alojaba en casa del padre Olivier Maire y se presentó a la policía esta mañana. Por el momento, se desconocen las circunstancias de esta tragedia”, describe la nota.
El CEF y el CORREF aseguraron “a sus padres, a su familia, a los Misioneros de Monfort, a la comunidad de la basílica de San Luis-María Grignon de Montfort en Saint-Laurent-sur-Sèvres y a toda la gran familia religiosa monfortiana sus oraciones”. Los padres y hermanos de la Compañía de María (llamados Misioneros Montfortianos) “están presentes en los cinco continentes. Persiguen el proyecto de su fundador, evangelizar en proximidad y atención a todos”, concluye el comunicado.
Sucesos
El P. Maire fue asesinado en la Vendée, en Saint-Laurent-Sur-Sevre, Francia, el 9 de agosto de 2021. Su cuerpo fue encontrado por la policía tras la denuncia de un hombre que se presentó a la gendarmería confesando el crimen.
De acuerdo a Vatican News, Emmanuel Abayisenga, de 40 años, nacido en Ruanda, asesino confeso, es el principal sospechoso del incendio provocado en la catedral de Nantes, Francia, en julio de 2020. Había sido puesto en libertad bajo supervisión judicial a principios de junio y fue acogido en la comunidad religiosa a la que pertenecía el sacerdote asesinado mientras esperaba su juicio, previsto para 2022.