En Paraguay, los obispos se pronuncian ante la violencia en el país, tras los hechos sucedidos el último domingo en la ciudad de San Bernardino, donde al menos dos personas perdieron la vida y cuatro más resultaron heridas en un tiroteo ocurrido en un concierto.
En el comunicado, publicado ayer jueves 3 de febrero del 2022 por la Conferencia Episcopal de Paraguay, se manifiesta “la cercanía y solidaridad del episcopado paraguayo, elevando “oraciones al Señor por el eterno descanso de la joven madre fallecida, Cristina Vita Aranda y extendemos nuestra solidaridad y cercanía espiritual a los familiares y amigos”.
Del mismo modo, los obispos paraguayos han expresado su repudio y rechazo por “los violentos asesinatos ocurridos en la ciudad de San Bernardino. Hechos de violencia de dicha magnitud y gravedad no son normales y no debe afectar a nuestra sociedad”.
Para los obispos, “el fundamento de todos los principios de nuestra doctrina social se ciñe a proclamar que la vida humana es sagrada y que la dignidad de la persona es la base esencial de una visión moral para la sociedad”. “Con estos, hechos de violencia que se generan aumenta la sensación de incertidumbre y desazón en la población paraguaya, lo que a su vez se traduce en angustia para todos, pues, cualquier espacio público de nuestro país podría verse inseguro e intranquilo”, resaltan.
Los vínculos entre el narcotráfico, la esfera política y las instituciones públicas de nuestro país, explica la Iglesia paraguaya, “nos muestran un hecho evidente: el narcotráfico permea cada vez más en nuestra sociedad, los órganos de seguridad y las instituciones públicas. Sus miembros deberían garantizar una lucha frontal, sin embargo, son flancos frágiles por donde los delincuentes y criminales logran beneficiarse”.
Por último, al final del comunicado, el episcopado paraguayo exhorta a las autoridades “a depurar las instituciones al servicio del bien común, promoviendo autoridades probas y competentes” y pide a la ciudadanía “mantenerse unida en la oración y a no permanecer indiferentes ante hechos de violencia que lastiman la fraternidad y debilitan la paz social”.