Los obispos de la Conferencia Episcopal de Paraguay (CEP) publicaron el pasado sábado 13 de marzo de 2021 un comunicado en el que exhortan a los fieles a “seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y a adoptar las medidas del cuidado personal y comunitario” frente al aumento de contagios por COVID-19.
“La primera buena obra a la que estamos llamados a practicar es seguir las indicaciones sanitarias para contribuir con obediencia y conciencia en mitigar los contagios y la pérdida de vidas humanas. Nunca como ahora estamos llamados a darnos cuenta de cuánto la responsabilidad personal es un bien que practicar por el bien de todos”, subrayan.
Cercanía en la dificultad
Los prelados paraguayos explican que actualmente el país “sigue viviendo momentos muy difíciles por la aumentada cantidad de contagiados y fallecidos como consecuencia de la enfermedad COVID-19”, una situación, prosiguen, “en que según reportes oficiales las zonas particularmente riesgosas por casos confirmados siguen siendo Central, Asunción, Alto Paraná y otros”.
Por esto mismo, expresan su “cercanía espiritual” y oraciones a las familias afectadas, y ruegan “a Dios que los enfermos puedan ser totalmente recuperados y sanados”. Del mismo modo dicen orar “por aquellos que han fallecido que puedan gozar con el Señor del Reino Celestial”: “Que Él conceda su consuelo, fortaleza y alivio a los que lloran la partida de sus seres queridos”.
Obediencia
El Episcopado paraguayo asegura que “quien acepta las reglas y comportamientos necesarios para defenderse del contagio contribuye también a defender y proteger a los demás”: “Sería una regla de oro para observar en todas las circunstancias, en todos los niveles sociales y familiares: ‘no hacer a los demás lo que no quisieras que te hagan a ti’ (Tobías 4,15)”.
En la emergencia actual, sigue, “está claro que todos debemos ser solidarios para hacer el bien, evitando lo peor, en que la pandemia pueda dispararse con consecuencias impredecibles e incontrolables”.
“Junto con el Papa Francisco decimos: Todos debemos implicarnos. Las autoridades y los ciudadanos debemos unirnos en un esfuerzo común, en favor de la salud y la vida de las personas. Además, con máxima responsabilidad, todos debemos cumplir las medidas de seguridad sanitaria, para proteger la vida de nuestros hermanos y la nuestra”, argumenta.
Gratitud con los sanitarios
Los obispos de Paraguay expresan, reconocen y muestran su gratitud “a quienes están en primera línea para defender la vida y la salud de los enfermos por la COVID-19: médicos, enfermeras y enfermeros, así como todo el personal sanitario y quienes colaboran con ellos”, y señalan que algunos “han ofrendado sus vidas en ese abnegado y arriesgado servicio”.
A todos ellos les comprometen sus oraciones, “para que el Señor les otorgue el premio de la Vida Eterna por la dedicación y práctica de las buenas obras con el prójimo”.
Intercesión
El último apartado del comunicado está dedicado a la oración de intercesión: “Intensifiquemos nuestras oraciones para que el Espíritu Santo nos ayude a poner en práctica las buenas obras con mucha fe, esperanza y caridad, que serán el antídoto necesario para protegernos y cuidarnos mutuamente con responsabilidad cristiana y ciudadana en esta situación de crisis causada por el COVID-19”.
Asimismo, los prelados se encomiendan a la Virgen de los Milagros de Caacupé: “Que como Madre nos proteja, sea nuestra defensa, refugio y amparo en las difíciles pruebas de la vida y muy especialmente en esta epidemia que padecemos”.
