En una carta con motivo del 50 aniversario de la creación del Centro de Espiritualidad Santa María (CESM), el Papa Francisco subraya que el camino de este tipo de centros no debe ser otro que el del Evangelio, recordando “el mal que hizo la ideologización de tinte marxista de algunos centros latinoamericanos por los años 70”.
El Centro de Espiritualidad Santa María es una comunidad eclesial fundada en 1972 por Inés Ordoñez de Lanús, laica. En 1998 fue reconocida por la arquidiócesis de Buenos Aires, Argentina, como asociación privada de fieles. Según su página web, el CESM tiene como misión “acompañar a las personas en el camino hacia su propio corazón para descubrir en Dios el sentido y la finalidad de sus vidas”.
El camino del Evangelio
“Me alegra la celebración de los 50 años del Centro de Espiritualidad. Hay que agradecer al Señor por este don. Me pedís que te escriba algo sobre el Centro. Quisiera complacerte en esto, y aquí escribo lo que me vaya saliendo”, dice el Papa en su carta.
De este modo, indica que “el camino de un centro de Espiritualidad no debe ser otro que el camino del Evangelio. Sencillo, claro, cotidiano, tras los pasos de Jesús… y aceptando también hacer el camino de ‘comprender’ el Evangelio (que no es lo mismo que ‘entender’). En el seguimiento de Jesús se simultánean luces y sombras, claridad y oscuridad, gozo y pena… Y para ‘andar bien’ en este ‘simultáneamiento’, es necesario el diálogo continuo con el Espíritu Santo, luz y amor, creador de las diferencias y, a la vez, creador de la armonía. ‘Él es la armonía’. El Espíritu Santo es ‘el alma” de un Centro de Espiritualidad”.
El estilo de Jesús
“Otra cosa”, destaca Francisco, es “el estilo”: “Cuanto más cercano al ‘estilo de Jesús’ será más auténtico. Y el estilo de Jesús era un estilo sencillo, concreto, con el ritmo y ‘la música’ con que se expresaba su pueblo. Concreto y fiel a las raíces recibidas: la de la revelación y la de la cultura. Y, en este sentido, podemos hablar de la ‘originalidad’ de Jesús. No pactó ni entró en el juego de las ideologías de su tiempo: fariseos, saduceos, esenios y zelotes. Se distinguió claramente de ellos y optó por su originalidad”.
“Y un Centro de espiritualidad debe optar por la originalidad del Evangelio. Seguramente será ‘tentado’ por alguna u otra ideología. En su camino de madurez deberá vencer esas tentaciones y ‘resituarse’ siempre en la originalidad del Evangelio. Acordate por ejemplo, el mal que hizo la ideologización de tinte marxista de algunos centros latinoamericanos por los años 70”, clarifica el Pontífice.
Asimismo, destaca que, “desde este centro, de este núcleo, debe nacer todo y organizarse todo. El camino de seguimiento a Jesús; la armonía es obra del Espíritu al cual debemos estar abiertos, un ‘método’ necesario es la capacidad de discernimiento en el camino. Y esta capacidad es la que marcará el ritmo y asegurará el justo camino”.
“Inés, esto es lo que me salió del corazón. Me causa gracia tu sentido del humor, pensar en tus 75… ‘No te olvides de tu madre y de tu abuela’ decía Pablo a Timoteo. Teniendo delante la figura de tu mamá (a quien recuerdo muy bien) podés prometerte una ‘juventud madura’ de más años”, recuerda el Obispo de Roma afectuosamente.
“Te pido, por favor, que reces por mí. Lo hago por vos”, concluye el Sucesor de Pedro.