El Papa Francisco lamenta la tragedia de Bucha, Ucrania, y ha implorado nuevamente que: “¡se ponga fin a esta guerra! ¡Callen las armas! ¡Se deje de sembrar muerte y destrucción! Recemos juntos por esto…”.
Al finalizar la audiencia general de este miércoles, 6 de abril de 2022, el Santo Padre mostró una bandera ucraniana que viajó desde Bucha, pidió nuevamente el cese del conflicto en el país y saludó a un grupo de niños refugiados.
“Las recientes noticias sobre la guerra en Ucrania, en lugar de traer alivio y esperanza, dan testimonio de nuevas atrocidades, como la masacre de Bucha: crueldades cada vez más horrendas, realizadas contra civiles, mujeres y niños indefensos. Son víctimas cuya sangre inocente grita hasta el Cielo e implora: ¡se ponga fin a esta guerra! ¡Callen las armas! ¡Se deje de sembrar muerte y destrucción! Recemos juntos por esto…”, dijo Francisco.
Asimismo, el Papa relató: “Y ayer, precisamente de Bucha, me trajeron esta bandera. Esta bandera viene de la guerra, precisamente de esa ciudad martirizada, Bucha. Y también, están aquí algunos niños ucranianos que nos acompañan. Saludémoslos y recemos junto a ellos.”.
“Estos niños han tenido que huir y llegar a una tierra extranjera: este es uno de los frutos de la guerra. No les olvidemos, y no olvidemos al pueblo ucraniano”, concluyó el Pontífice.
Impotencia de la ONU en Ucrania
En la catequesis de este miércoles, el Obispo de Roma recordó su reciente viaje a Malta: “Hoy se habla a menudo de ‘geopolítica’, pero lamentablemente la lógica dominante es la de las estrategias de los Estados más poderosos para afirmar los propios intereses extendiendo el área de influencia económica, ideológica y militar. Malta representa, en ese cuadro, el derecho y la fuerza de los ‘pequeños’, de las Naciones pequeñas pero ricas de historia y de civilización, que deberían llevar adelante otra lógica: la del respeto y de la libertad, de la convivialidad de las diferencias, opuesta a la colonización de los más poderosos. Lo estamos viendo ahora. Y no sólo de un lado: también de otras…”.
Después de la II Guerra Mundial, añadió, “se ha intentado poner las bases de una nueva historia de paz, – pero, por desgracia, no aprendemos, ¿eh? – pero lamentablemente ha ido adelante la vieja historia de grandes potencias competidoras. Y, en la actual guerra en Ucrania, asistimos a la impotencia de las Organizaciones de las Naciones Unidas”.