La tercera jornada del 34º Viaje Apostólico del Papa Francisco ha terminado con su encuentro con los jóvenes de Eslovaquia en el estadio Lokomotiva de Košice, donde, tras un recorrido con el Papamóvil entre los fieles, ha sido recibido cerca del escenario por el responsable de la Pastoral juvenil. Antes del discurso del Papa, tres jóvenes eslovacos han dado su experiencia con la misericordia de Dios, el amor casto y la necesidad de abrazar la Cruz en la propia vida.
Después de haberse reunido con la comunidad gitana en el barrio Luník IX de la ciudad, sobre las 17 horas de hoy, 14 de septiembre de 2021, el Santo Padre ha participado de un encuentro con la juventud eslovaca en el que ha habido un canto de entrada, un breve saludo de Mons. Bober, el testimonio de tres jóvenes, un discurso del Pontífice, la entrega de regalos correspondiente, y finalmente la oración del Padrenuestro y la bendición apostólica del Papa.
Al terminar la celebración, Francisco se ha despedido personalmente de los dos arzobispos de Košice y de las autoridades locales, y se ha trasladado al aeropuerto para volver a la Nunciatura Apostólica de Bratislava.
Abiertos como la Virgen y san José
Al comienzo de sus palabras introductorias al encuentro, Mons. Bober ha indicado la alegría de toda Eslovaquia por la presencia del Obispo de Roma en Košice: “En nuestra archidiócesis sentimos este día como un momento de fortalecimiento y estímulo para nuestra vida. Todos nosotros, y especialmente los jóvenes, vivimos en una extraña confusión, propia de esta época, y no es fácil superarla”.
También ha dicho que su deseo es ser como la Virgen María, sobre todo en su “voluntad de estar atentos y ayudar a las necesidades de nuestros conciudadanos”. Como ella, apunta, “san José también aceptó la voluntad de Dios con el corazón abierto y actuó de acuerdo con Él. Por eso es un estímulo para nosotros, para que seamos ‘la sal de la tierra y la luz del aire’ mediante pequeñas obras buenas y ayuda concreta a los demás”.
“Vemos en usted al guía y pastor que nos muestra los valores verdaderos y eternos en nombre de Cristo y nos acerca a la experiencia de la misericordia de Dios. Tenemos una gran necesidad de experimentar precisamente esto. Deseamos escuchar sus palabras para progresar en nuestras vidas. Queremos vivir más profundamente nuestra vida cristiana y humana, a pesar de nuestros repetidos fracasos y debilidades, esperando en Cristo y su amor infinito”, ha expresado el arzobispo al Sucesor de Pedro.
Misericordia de Dios
Petra Filová, de 29 años, estudia Educación religiosa en la Facultad de Teología de Košice y participa activamente en las actividades del Centro de Pastoral Universitaria de la ciudad. Cuando le ha tocado dar su testimonio en el encuentro de jóvenes, Petra ha remarcado cómo el Sacramento de la Reconciliación cambió su vida: “Se trata del momento en que reconocí el motivo de la Pasión de Jesús por mí en la Cruz”.
La joven eslovaca confiesa que desde pequeña vivió el Sacramento de la Confesión en todas las esferas de su vida, pero durante ese tiempo fue “un sepulcro blanqueado”, como dijo Jesús, e “interiormente vivía un vacío mortal”. Antes de la Confirmación, fue a la Catedral de Košice para confesarse con un sacerdote que no le conociera: “Esperaba grandes reproches e indignación, pero nada de esto ocurrió. El cura se alegró de que hubiera llegado, y como penitencia me hizo rezar un Padre Nuestro (…) Para mí esta confesión y la amabilidad del sacerdote y esa invocación de Dios como Padre resucitó mi corazón”.
Amor casto
El siguiente en hablar ha sido Pedro Lešak, de 37, esposo y padre de familia. Actualmente es director de una empresa de construcción ecológica. Ha compartido con el público que hace trece años, cuando conoció a su actual esposa, era un chico mundano, pero durante una peregrinación a Vysoká nad Uhom rezaron a la beata Anna Kolesarova, quien les “tocó fuertemente el corazón”, y comenzaron a ver el don de la castidad con ojos nuevos.
“Ambos estábamos heridos por nuestras relaciones anteriores y no queríamos repetir los mismos errores. Tuve mi primera experiencia de contacto con Dios en compañía de jóvenes creyentes y comprendí el verdadero sentido de la vida que había estado buscando durante tanto tiempo”, ha confesado. Y relata que con la beata Anna redescubrieron el valor de la castidad en las relaciones y sobre todo en su matrimonio”.
Abrazando la Cruz
El tercer y último testimonio de la tarde en Košice ha sido el de Peter Liška, de 33 años, y su esposa Lenka, de 35. Ambos son de la parroquia de Kobyly, y tienen tres hijos. Peter ha contado que de pequeño tuvo una infancia complicada: “Cuando tenía doce años perdí a mi madre. La vida en familia era a menudo como una pesada cruz. De joven, viví una vida llena de pecados hasta que llegué a Košice para mis estudios. Conocí a una comunidad de jóvenes creyentes y sacerdotes celosos, y mi vida empezó a cambiar”.
Lenka, por su parte, afirma que su relación de novios con Peter no era fácil: “Las heridas del pasado trajeron muchas dudas y dificultades, hasta el punto de que rompimos. Nuestra relación no siempre fue romántica, sino a menudo dolorosa. Pero en el centro de pastoral juvenil de la universidad siempre encontramos acogida. Luego, en Vysoká nad Uhom, con Anna Kolesarova, aprendimos lo que es el servicio desinteresado, fe viva, corazón alegre y el tesoro de la castidad”.
Estadio Lokomotiva
Construido en 1959, con capacidad para unos 10.000 espectadores, es un estadio deportivo polivalente utilizado principalmente para los partidos de fútbol, aunque sólo a nivel local, ya que no cumple con criterios para los partidos internacionales. Su historia ha sido estrechamente vinculada con el Lokomotíva Club Košice (1946), el segundo más importante del país, del que fue el hasta 1997. Hoy en día es la sede del club MFK Košice, antes FC Košice.
Košice
Con 238.138 habitantes, es la segunda ciudad del país, capital de la provincia del mismo nombre en el este de Eslovaquia. Está situada al pie de las laderas orientales del de las Montañas metalíferas, a 20 km de la frontera húngara. Es una ciudad universitaria, capital europea de la cultura en 2013, y sede de importantes instituciones políticas y académicas.
Su situación estratégica en la encrucijada de las antiguas rutas comerciales ha contribuido siempre al desarrollo de su centro, que creció cerca de la confluencia de los ríos Hornad y Torysa. Y en la Edad Media era la cabeza de la Liga Pentapolitana, que unía cinco de los mayores centros comerciales de Europa del Este (Košice, Bardejov, Levoča, Prešov y Sabinov). El valle en el que se encuentra ha estado habitado desde el Paleolítico, pero fue fundado en el siglo XIII por las comunidades eslavas de Krasna nad Hornadom.
Aquí construyeron una abadía benedictina, centro de difusión de la cultura, que fue consagrada en 1143. Košice se menciona por primera vez en un antiguo documento de Lubin de 1230 con el nombre de ‘Villa Cassa’. En 1249, Bela IV, rey de Hungría, le concedió el título de ciudad y en 1342 recibió el estatus de ciudad real libre.
El 7 de mayo de 1369 fue la primera ciudad de Europa en recibir un escudo municipal de manos del rey Luis el Grande, fecha que hoy se celebra como ‘Día de Košice’. En la primera parte del siglo XIV experimentó un gran período de prosperidad y fue considerada una de las principales ciudades del comercio europeo y una de las mayores de Europa Central.
En los siglos XVI y XVII, marcados por las rebeliones contra los Habsburgo, las guerras contra los turcos y las guerras religiosas entre católicos y protestantes, la ciudad experimentó un gran declive. Fue aquí, en el siglo XVII, el martirio de tres sacerdotes, Marcos de Krizevci, croata, canónigo de la catedral de Esztergom, y los jesuitas Melchiorre Grodziecki de Silesia, de Polonia, y Pongrácz, húngaro , asesinado el 7 de septiembre de 1619 por soldados calvinistas por su lealtad a la Iglesia. Beatificados en 1905, los tres mártires fueron canonizados por San Juan Pablo II en Košice en 1905.
Cerca del lugar de su martirio, el obispo de Eger, Benedict Kishdy, fundó la primera Universidad de Košice, hoy la Universidad Pavol Jozef Šafárik, y la confió a los jesuitas. El crecimiento de la ciudad se dio en los siglos XVIII y XIX, cuando se convirtió en una de las ciudades industriales más importantes de Hungría.
En 1918 pasó a formar parte de la Primera Checoslovaquia, y aunque la ocupación bélica húngara de 1938 a 1945 provocó una crisis económica y demográfica, al final de la Segunda Guerra Mundial la ciudad se convirtió en la capital de la restablecida Checoslovaquia durante un tiempo. A partir de los años 50 experimentó un fuerte crecimiento, acelerado sobre todo por la construcción de la acería en el este de Eslovaquia.
En el espacio de una generación hubo una expansión aún mayor de su superficie construida. Casi todos los monumentos de la ciudad se concentran en el núcleo histórico. En la calle principal, Hlavná ulica, se puede admirar la monumental catedral gótica de Santa Isabel del siglo XIV, la mayor iglesia del país, y la Torre de San Urbano; la capilla gótica de San Miguel, antiguo osario, del final del siglo XIV, consagrada a San Miguel Arcángel, patrón de los muertos.
Archidiócesis de Košice
Creada el 10 de agosto de 1804 y metropolia el 31 de marzo de 1995, goza de 10.430 kilómetros cuadrados de extensión, en la que están 1.156.600 habitantes, de ellos 678.400 católicos. Hay 221 parroquias, 7 iglesias, 404 sacerdotes diocesanos (4 ordenados en el último año, 87 sacerdotes regulares residentes en la diócesis, 3 diáconos permanentes, 33 seminaristas de los cursos de filosofía y teología, 103 miembros de institutos religiosos masculinos, 288 miembros de institutos religiosos femeninos, 44 centros educativos, 35 instituciones benéficas y 7.786 bautismos en el último año.
El arzobispo es monseñor Bernard Bober, nacido en Zbudské Dlhé, archidiócesis de Košice, el 3 de noviembre de 1950. Fue ordenado sacerdote el 8 de junio de 1974, elegido titular de la Iglesia de Vissalsa el 28 de diciembre de 1992, consagrado el 30 de enero de 1993, promovido el 4 de junio de 2010 y ascendido el 4 de junio de 2010.
Eparquía de Košice
La Eparquía para los católicos de rito bizantino (desde el 30 de enero de 2008), es sufragánea de Prešov. Tiene 73.487 católicos, 95 parroquias, una iglesia, 161 sacerdotes diocesanos (3 ordenados en el último año), 14 sacerdotes regulares residentes en la diócesis, un diácono permanente, 26 seminaristas de los cursos de filosofía y teología, 14 miembros de institutos religiosos masculinos, 35 miembros de institutos religiosos femeninos, 12 institutos religiosos, 12 institutos educativos, 4 institutos de beneficencia y 1.040 bautismos en el último año.
El eparca es Mons. Cyril Vasiľ, nacido allí el 10 de abril de 1965. Fue ordenado sacerdote el 14 de junio de 1987, elegido titular de la Iglesia de Tolemaida Libia el 7 de junio de 1987, nombrado Administrador Apostólico sede plena de la Eparquía de Košice para los católicos de rito bizantino el 20 de enero de 2020, nombrado eparca de la misma sede, manteniendo el título personal de arzobispo, el 24 de junio de 2021.