El Papa Francisco ha compartido que si un día tuviera que renunciar, afirma, en ese caso sería “obispo emérito de Roma” y quizás iría a San Juan de Letrán. En una entrevista concedida a las periodistas María Antonieta Collins y Valentina Alazraki para el canal de streaming ViX de Televisa Univision, el Santo Padre responde a cuestiones sobre su salud, su renuncia, la guerra en Ucrania, el aborto y el abuso a menores
Renuncia
“No tengo ninguna intención de renunciar, por el momento no”. Francisco habla especialmente sobre su estado de salud y sobre los rumores que, en las últimas semanas, han especulado sobre su dimisión. “En este momento no siento que el Señor me lo pida. Si sintiera que me lo pide, sí”, expuso. Por ello, calificó de “casualidad” que vaya a L’Aquila, donde está enterrado Celestino V (sucesor de Pedro que renunció a su ministerio), en los días del próximo Consistorio a finales de agosto.
Asimismo, cuestionado sobre la posibilidad de regular la figura del papa emérito, el Pontífice señaló que “la misma historia va a obligar a regularizar más”, “la primera experiencia salió bastante bien”, porque Benedicto XVI “es un hombre santo y discreto“.
Sobre su eventual renuncia, respondió que no iría a Argentina: “Soy el Obispo de Roma, en ese caso sería el obispo emérito de Roma”. Y sobre la posibilidad de que en ese caso se quedara en San Juan de Letrán, respondió que sí, “podría ser” así.
Su rodilla
Sobre el estado de su rodilla, el Papa subrayó que, aunque se siente “limitado”, “está mejorando”. No obstante, aclaró que el viaje al Congo “ciertamente” no podría haberse realizado. “No tenía la fuerza, ahora, veinte días después, hay este progreso”.
De este modo reiteró el “gran ejemplo dado por Benedicto XVI” que lo ayudaría a “tomar una decisión“ si fuera necesario. Habló de su “gran simpatía” por el papa emérito, “un hombre que está sosteniendo a la Iglesia con su bondad y su retiro” de oración. Y confiesa que siente alegría cada vez que lo visita en el monasterio Mater Ecclesiae.
Guerra de Ucrania, Yemen y Siria
Su Santidad ofreció también una reflexión sobre la guerra en Ucrania, destacando que para él es fundamental hablar “del país agredido y no de los agresores”. También confirmó su intención de reunirse con el patriarca ruso Kirill en septiembre, en el evento interreligioso en Kazajistán. Citando el drama de los países asolados por la violencia – como Yemen y Siria – reiteró que lo que estamos viviendo es una “Tercera Guerra Mundial a pedazos” y que las armas nucleares “son inmorales”, incluida su posesión y no sólo su uso.
Aborto
El Sucesor de Pedro insistió en la condena del aborto, pues siempre es totalmente injusto eliminar una vida humana, y esto, matizó, se puede afirmar “sobre la base de datos científicos” que no son negociables. En cuanto a la cuestión en Estados Unidos, tras la decisión del Tribunal Supremo de anular la sentencia sobre el derecho al aborto, el Papa constató la polarización presente en el país, reiterando que los pastores deben cuidar siempre la dimensión pastoral, pues de lo contrario se crea un problema político. En esta línea, se le preguntó cómo comportarse en el caso de un estadista católico que apoya el aborto: “Lo dejo a su conciencia, que hable con su obispo, con su pastor, con su párroco sobre esta incoherencia”.
El Obispo de Roma también conversó sobre Cuba, expresando su amor por el pueblo cubano y por los obispos del país. También comentó que mantiene una relación humana con el ex presidente Raúl Castro y manifestó satisfacción por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos durante la presidencia de Obama.
Viaje Apostólico
El Santo Padre, que también habló de las expectativas por el próximo viaje a Canadá bajo la bandera del perdón por el mal generado en el pasado, se detuvo finalmente en el drama de los feminicidios, las nuevas formas de esclavitud y, en particular, sobre la pederastia en la Iglesia. Francisco recordó el impacto que han tenido los escándalos en Estados Unidos, citando en particular el Informe de Pennsylvania. “Se ha destapado la olla, hoy la Iglesia se ha vuelto más consciente” de los abusos sexuales, un crimen monstruoso. La Iglesia, reiteró con firmeza, tiene la “voluntad de avanzar” y de no ser más “cómplice” de estos delitos.
A continuación, un avance de le entrevista: