Este jueves 31 de agosto el Santo Padre conversó con unos 70 periodistas que le acompañan en su vuelo hacia Mongolia, destino al que llegará a las 10:00 (hora local) del viernes 1º de septiembre.
El Pontífice agradeció a los medios de comunicación por su presencia y por la labor que desarrollarán en estos días. También, los saludó individualmente.
Tras dialogar con los comunicadores, el Obispo de Roma tomó nuevamente el micrófono y expresó que “ir a Mongolia es ir a un pueblo pequeño en una tierra grande”. El Papa considera que este país “parece no tener fin y sus habitantes son pocos, un pueblo pequeño con una gran cultura”.
También cree “que nos hará bien comprender este silencio, tan largo, tan grande”. “Nos ayudará a entender lo que significa, pero no intelectualmente, entenderlo con los sentidos”, prosiguió.
“Mongolia se entiende con los sentidos”, afirmó y sugirió “escuchar un poco la música de Borodín, que supo expresar lo que significa esta longitud y grandeza de Mongolia”, concluyó. El músico mencionado por el Papa compuso, entre otros, “En las estepas de Asia Central”. En efecto, esta es una visita entre las grandes estepas y los pequeños ger, las pequeñas tiendas con columnas de madera y paredes de fieltro, símbolo de la vida nómada de la población.
En el acostumbrado intercambio de dones, la periodista española Eva Fernández, corresponsal de Radio COPE, presentó una cantimplora, con los signos de la guerra grabados en ella, que pertenece a un soldado ucraniano que se salvó de una explosión. La llevó a una iglesia de Leópolis para dar gracias por haberse salvado. Fernández la consiguió temporalmente para mostrársela al Santo Padre. No obstante, será devuelto al templo con la bendición que el Papa impartió hoy.