Durante su audiencia general semanal el miércoles, el Papa Francisco aseguró a los fieles que el Espíritu Santo nos ofrece vida eterna y que mantener esto en mente, con una fe firme, «nos libera del horror de pensar que todo termina aquí».
La Esperanza en la Eternidad
El Papa Francisco afirmó que «la fe nos libera del horror de tener que admitir que todo termina aquí, que no hay redención para el sufrimiento y la injusticia que reinan soberanas en la tierra». Esta reflexión la compartió durante su catequesis semanal en la Plaza de San Pedro, centrada en la acción del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia.
El Espíritu Santo en la Vida Cristiana
El Santo Padre enfatizó que el Espíritu Santo está presente y actúa en nuestra vida cristiana, habitando en nosotros y siendo parte integral de nuestra existencia. Resaltó que el Espíritu Santo es «consubstancial», igual en divinidad con el Padre y el Hijo, y como «dador de vida», nos permite compartir la vida y la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte.
La Consoladora Noticia para los Fieles
El Papa Francisco planteó una pregunta crucial: «¿Dónde está la gran y consoladora noticia para nosotros?» La respuesta, explicó, es que la vida que nos da el Espíritu Santo es la vida eterna. Con fe, podemos tener la tranquilidad de saber que hay más allá de las miserias de esta vida y del mundo.
Calma para la Ansiedad
La fe, sugirió, puede calmar la ansiedad que a veces nos invade al preocuparnos de que todo termina aquí. Recordó las palabras del apóstol: «Si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó a Cristo de entre los muertos también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en vosotros» (Rom 8:11).
Cultivar la Fe para Todos
Finalmente, el Papa Francisco exhortó a los fieles a cultivar la fe también «para aquellos que, a menudo sin tener culpa alguna, están privados de ella» y no pueden encontrar sentido en la vida. Y nos recordó: «¡No olvidemos darle gracias a Él, que con su muerte, obtuvo este don inestimable para nosotros!»
[El siguiente texto también incorpora partes no leídas que se consideran pronunciadas]Catequesis. El Espíritu y la Esposa. El Espíritu Santo guía al Pueblo de Dios al encuentro con Jesús, nuestra esperanza 9. «Creo en el Espíritu Santo» El Espíritu Santo en la fe de la Iglesia.
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy reflexionamos sobre la presencia y la acción del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia. En los primeros siglos del cristianismo no hubo necesidad de formular explícitamente la fe en el Espíritu Santo. Fue la aparición de las herejías, en el siglo IV, lo que impulsó a la Iglesia a definir la divinidad del Espíritu Santo. Y aún hoy reafirmamos esa certeza —tal como se había proclamado en el Concilio Ecuménico de Constantinopla — cuando decimos: “Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas”. Este es el trozo, del Credo, más grande.
Siguiendo ese artículo del Credo, pensemos en la expresión “dador de vida”. ¿Qué vida nos da el Espíritu Santo? En la creación del mundo, Dios le dio la vida a Adán y lo hizo un “ser viviente”. Ahora, en la nueva creación, el Espíritu Santo da la vida nueva a todos los creyentes, la vida de Cristo, que nos hace hijos de Dios. Esto significa que el Espíritu Santo nos da la vida eterna, y esa es la buena noticia que da sentido a nuestra existencia. Yo no sé si estamos acostumbrados a hablar con el Espíritu Santo, hagamos la prueba y digámosle nuestras cosas para que él nos guíe.
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Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, que son tantos. El próximo domingo se celebra la Jornada Mundial de las Misiones, y canonizaré a catorce beatos; catorce nuevos santos. Los invito a conocer a esos nuevos santos y a pedir su intercesión, ya que son un claro testimonio de la acción del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.