El Papa Francisco realizó también este año, con motivo de la 43ª Peregrinación por la Paz Macerata-Loreto, la ya tradicional llamada a monseñor Giancarlo Vecerrica, obispo de la diócesis de Macerata y recordó que “la esperanza nunca defrauda”. Se trata, efectivamente, de una marcha por la paz que se realiza desde hace más de 40 años en Italia, para invocar por la paz y en esta ocasión el tema es “Cuando te veo, veo la esperanza”.
Según informa Vatican News, en dicha conversación, el Santo Padre transmitió a los que, debido a la pandemia de coronavirus, participaron virtualmente en la peregrinación, que “la esperanza está ahí, la esperanza no defrauda”. “Una llamada que llega a todo el mundo”, declaró Mons. Vecerrica, obispo emérito de Fabriano-Matelica y creador y alma de la Peregrinación Macerata-Loreto, expresando su alegría al escuchar el aliento del Papa.
Viaje como reflejo de la vida
Así, Francisco se dirigió a los que se pusieron en marcha anoche, “en un viaje virtual, pero en un viaje”, señalando que “el viaje es siempre un reflejo de la vida” y planteando: “Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿pero estoy caminando con esperanza, o estoy caminando sin saber lo que hago? ¿Camino por la vida o doy vueltas, vueltas, vueltas, o no sé a dónde voy…? ¿Mi vida camina hacia el horizonte -es decir, con esperanza- o mi vida es un paseo, sin saber hacia dónde va… O mi vida está en el laberinto, dando vueltas, y no puede salir adelante?”.
Mons. Vecerrica, por su parte, preguntó al Papa “¿cómo no desperdiciar este drama que estamos viviendo en el mundo?», refiriéndose a la pandemia.
La esperanza nunca defrauda
El Pontífice respondió entonces: “Les diré lo que estoy viviendo, a todos ustedes…”, recordó que “la esperanza nunca defrauda” y aludió al viaje, al horizonte y a la cercanía al otro. “Caminar hacia el horizonte: eso es la esperanza”, expuso. Y destacó que “el secreto para poder caminar bien es mirar el horizonte, sí, pero no caminar solo: caminar con los demás, ayudándonos unos a otros, unos a otros, ayudándonos en el camino, permaneciendo unos con otros, y ayudando a los demás, y en los momentos difíciles, dando esperanza: esa esperanza que yo tengo, y cuando la pierdo, que otro me ayuda a encontrarla de nuevo”.
“Camina hoy, querido hermano, querida hermana, camina y camina, mira el horizonte”, apuntó. “Y me acuerdo de lo que dije en otra ocasión, que decía san Agustín…: ‘¡Canta y camina!’, añadió, explicando que “si eres capaz de cantar es porque tienes alegría en el corazón, y cuando tienes alegría en el corazón, caminas hacia la esperanza”.
Bendición y agradecimiento
“¡Estaré cerca de ti! ¡Que Dios los bendiga a todos! Les daré mi bendición a todos”. Y luego añadió: “Que la Virgen los proteja. Y por favor, recen por mí esta noche, reza. Que el Señor te acompañe. Bravo”.
Por su parte, de acuerdo al medio vaticano, en su agradecimiento, Mons. Vecerrica expresó: “Queremos imitar su vida, que es un camino: nos ponemos en marcha con el corazón, con el espíritu y con todo nosotros, y juntos. Gracias”.