A las «preocupaciones» expresadas por cuatro mujeres, teólogas y filósofas, sobre la evolución del Synodale Weg, el camino sinodal de la Iglesia en Alemania, al que fueron delegadas y luego decidieron abandonar, el Papa respondió en una carta que, sí, también él está preocupado «por los ya numerosos pasos concretos con los que grandes porciones de esta Iglesia local siguen amenazando con alejarse cada vez más del camino común de la Iglesia universal».
Respuesta del Papa a la carta
Francisco puso por escrito su aprensión, ya expresada en ocasiones anteriores, en una carta firmada por él y fechada el 10 de noviembre, dirigida a la teóloga moral Katharina Westerhorstmann, a la teóloga Marianne Schlosser, a la filósofa Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz y a la publicista Dorothea Schmidt. Las cuatro estudiosas habían dirigido una carta al Pontífice el pasado 6 de noviembre para expresarle sus dudas y temores sobre los resultados del camino del Sínodo alemán concluido en los últimos meses. Un camino en el que participaron 230 delegados, entre obispos, sacerdotes, laicos y laicas, divididos en grupos de trabajo y centrados en la discusión de temas y cuestiones como la bendición de las parejas del mismo sexo, los cambios en la moral sexual, el celibato sacerdotal, el poder clerical, la lucha contra el mal de los abusos, el papel de la mujer, con especial atención al diaconado femenino y la posibilidad de la ordenación sacerdotal de mujeres. Todos estos temas se incluyeron en los cuatro documentos presentados en marzo.
La constitución de una comisión sinodal
Preocupa especialmente a los cuatro antiguos delegados del Synodale Weg la idea de constituir un comité sinodal «para preparar la introducción de un consejo de dirección y decisión». El Papa, refiriéndose a ello en su carta, subraya que tal organismo «en la forma esbozada en el texto pertinente de la decisión, no puede armonizarse con la estructura sacramental de la Iglesia católica». Luego recuerda que su constitución ‘fue interdicta por la Santa Sede en una carta del 16 de enero de 2023, que aprobé en forma específica’, escribe Francisco.
La Carta al Pueblo de Dios de 2019
El documento también recuerda su Carta al Pueblo de Dios sobre el camino en Alemania, publicada el 29 de junio de 2019: una decena de páginas divididas en trece puntos, en las que el Obispo de Roma llamaba a la cúpula de la Iglesia en Alemania a caminar hacia la senda correcta, la del Evangelio, sin trascender a derivas funcionalistas o reduccionismos ideológicos. La Carta también fue citada en la declaración de la Santa Sede del 21 de julio de 2021, en la que se dejaba claro que el camino sinodal no puede tomar decisiones doctrinales. Es decir, no tiene «el poder de obligar a los obispos y a los fieles» a «nuevos modos de gobierno y nuevos planteamientos doctrinales y morales», decía el texto, que concluía con la esperanza de que las propuestas del camino en Alemania puedan incorporarse al camino sinodal de la Iglesia universal.
Oración, penitencia y acercamiento a los hermanos
Recordando su importante documento, el Papa escribió en su carta a las cuatro mujeres: «En lugar de buscar la ‘salvación’ en comités siempre nuevos y, con cierta autorreferencialidad, y discutir siempre los mismos temas, en mi «Carta al Pueblo de Dios que está en camino en Alemania» he querido recordar la necesidad de la oración, de la penitencia y de la adoración e invitar a abrirse y salir al encuentro de nuestros hermanos, especialmente de aquellos que están abandonados en el umbral de nuestras iglesias, en las calles, en las cárceles y en los hospitales, en las plazas y en las ciudades». «Estoy convencido: allí el Señor nos mostrará el camino», dice el Papa Francisco.
Concluyó agradeciendo a Westerhorstmann, Schlosser, Gerl-Falkovitz y Schmidt su trabajo teológico y filosófico y su «testimonio de fe»: «Por favor, sigan rezando por mí y por nuestra preocupación común por la unidad».
Las reuniones de los obispos alemanes y la Curia romana
Por lo que respecta al Camino Sinodal, el 26 de julio tuvo lugar en el Vaticano un encuentro entre el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y algunos responsables de Dicasterios de la Curia Romana, y representantes de la Conferencia Episcopal Alemana. Se trataba de la continuación del diálogo iniciado con la visita ad limina de los obispos alemanes en noviembre de 2022, durante la cual se discutieron las cuestiones teológicas y disciplinares surgidas en el Synodale Weg. Hace exactamente un año, como se ha dicho, 62 obispos alemanes se habían reunido con el Papa durante aproximadamente una semana; al mismo tiempo, se habían reunido con el cardenal Parolin y otros jefes de Dicasterio para una reunión interdicasterial confidencial sin precedentes, descrita por el presidente de la DBK, monseñor Georg Bätzing, como «un caso de emergencia de sinodalidad».
El propio Bätzing, reunido con la prensa en el Instituto Augustinianum de Roma para informar de los trabajos, se declaró «aliviado» por estas conversaciones durante las cuales -subrayó- se había puesto sobre la mesa «todo, todo»: críticas, peticiones, propuestas, reservas «de Roma» y perplejidades. Sobre todo, las reuniones, con el Papa y la Curia, habían sido una oportunidad para dejar claro que por parte de los obispos alemanes no hay ningún deseo de establecer un «cisma». Somos católicos», dijo Bätzing, «y eso es lo que queremos seguir siendo».
Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano (VN)