«El conocimiento mutuo entre la comunidad italiana y la china puede contribuir a aumentar la acogida recíproca y el espíritu de fraternidad». Este fue el deseo expresado por el Papa en la audiencia con los miembros de la Federación Nacional Italia-China, recibidos en el Palacio Apostólico con motivo del 10º aniversario de su fundación y en el contexto de las celebraciones del Año Nuevo chino. Se trata de una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es promover los intercambios económicos, políticos y culturales entre Italia y China y, al mismo tiempo, aumentar el intercambio de ideas, personas, bienes, servicios y capitales entre ambos países. La Federación también organiza eventos con motivo de la celebración del Año Nuevo.
Proseguir el camino emprendido
El Papa expresa su reconocimiento por estas «múltiples iniciativas» que, dice, «pretenden promover el diálogo entre Italia y China, afrontando los retos de la integración cultural, la educación y los valores sociales que deben compartirse». Por ello, el Pontífice anima a «proseguir el camino emprendido» y a «perseguir estos objetivos con un compromiso generoso».
Acróbatas de la paz y la fraternidad
A continuación, agradeció a la Academia de Artes Marciales Chinas de Vercelli las danzas folklóricas inspiradas en el León y el Dragón, que «en la tradición del noble pueblo chino pretenden expresar el deseo de que el Año Nuevo sea fructífero y lleno de bien». «Los acróbatas, como sabemos -precisa el Papa- están especializados en ejercicios y espectáculos audaces, digamos de ‘alto riesgo'». Observando esta danza acrobática desea a todos que «sepan arriesgarse siempre en el camino del diálogo, convirtiéndose en acróbatas de la paz y de la fraternidad».