Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de la Iglesia de Panamá, y el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), firmaron ayer martes 4 de mayo de 2021 un acuerdo para el uso y la administración de un terreno que hace posible la construcción de la “Casa de Día del Adulto Mayor”.
El terreno, informa la arquidiócesis panameña, está en la propiedad del templo central de la parroquia Santa María del Camino, en Ciudad Radial, donde también opera el comedor solidario que precisamente esta semana cumple su primer aniversario, y que ofrece 1.500 almuerzos al día a familias afectadas por la pandemia de COVID-19.
“Concreción de un sueño”
Con motivo de la ocasión, Mons. Ulloa citó al Papa Francisco para decir que “los niños y los ancianos construyen el futuro de los pueblos. Los niños porque llevarán adelante la historia; los ancianos, porque transmiten la sabiduría de su vida. Este diálogo entre las generaciones es un tesoro que tenemos que preservar y alimentar”.
“Hoy celebramos el inicio y la concreción de un sueño”, agregó, y apuntó que más que una casa, aspira a que sea un hogar “porque aquí nuestros abuelos y abuelas convivirán, se harán amigos, bailarán y cantarán, jugarán pero, sobre todo, serán felices”. Igualmente, añadió que, cuando los adultos mayores entren a estas Casas de Día, experimentarán que están entrando y abriendo las puertas de una nueva familia y se sentirán como en casa, porque ahí serán amados y tomados en cuenta.
El arzobispo propuso el nombre de doña Rosario Salinero de Gago para esta primera “Casa de Día”, como tributo al trabajo que a lo largo de su vida ella ha emprendido en favor de los más desfavorecidos en la sociedad panameña.
Más que un edificio
La diputada Mayín Correa, proponente de la ley que crea la “Casa de Día del Adulto Mayor, explicó que “no es algo físico lo que se crea en una ley, es una institución, una idea y una obligación legal” del Estado para llevar adelante este tipo de proyectos, de manera que no pueda ser olvidado por cada gobierno de turno.
“Hay muchas familias que se ven obligadas a dejar a sus abuelos y abuelas solos porque tienen que ir a trabajar (…) me di cuenta que era necesario un lugar, no un asilo, sino una casa adaptada al adulto mayor, donde nuestros adultos mayores encontrarán compañía, amor y ocupación”, señaló.
Concluyó diciendo que “Dios puso en el camino a un primer voluntario para hacer este proyecto realidad”, a Mons. Ulloa, quien ofreció el terreno que se usará para la primera experiencia de este tipo.