Tras el rezo del Ángelus de este domingo, 12 de febrero de 2023, el Santo Padre expresó a los peregrinos y fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, palabras solidarias hacia Siria y Turquía, poblaciones devastadas por un voraz terremoto el pasado 6 de febrero, y pidió no olvidar a la martirizada Ucrania.
Estas fueron las palabras del Papa después de la oración mariana, ofrecidas por la Oficina de Prensa de la Santa Sede
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Palabras del Papa
Queridos hermanos y hermanas,
Sigamos estando cerca, con la oración y el apoyo concreto, de las víctimas del terremoto en Siria y Turquía. Estuve viendo en el programa «A Sua immagine«, las imágenes de esta catástrofe, el dolor de estos pueblos que sufren por el terremoto. Recemos por ellos, no lo olvidemos, recemos y pensemos qué podemos hacer por ellos. Y no olvidemos a la atormentada Ucrania: que el Señor abra caminos de paz y dé a los responsables el valor de recorrerlos.
Las noticias que llegan desde Nicaragua me han entristecido no poco, y no puedo dejar de recordar aquí con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien tanto quiero, condenado a 26 años de cárcel, y también a las personas que han sido deportadas a Estados Unidos. Rezo por ellos y por todos los que sufren en esa querida Nación, y pido sus oraciones. Pidamos también al Señor, por intercesión de la Inmaculada Virgen María, que abra el corazón de los responsables políticos y de todos los ciudadanos a la búsqueda sincera de la paz, que nace de la verdad, la justicia, la libertad y el amor, y se alcanza mediante el ejercicio paciente del diálogo. Recemos juntos a la Virgen. [Ave María].
Dirijo mi saludo a todos ustedes, romanos y peregrinos de Italia y de otros países. Saludo a los grupos de Polonia, República Checa y Perú. Saludo a los ciudadanos congoleños que están aquí. Su país es precioso. Recen por el país. Saludo a los estudiantes de Badajoz (España) y a los del Instituto Gregoriano de Lisboa.
Saludo a los jóvenes de Amendolara, Cosenza y al grupo AVIS de Villa Estense, Padua.
Y les deseo a todos un buen domingo. Por favor, no se olviden rezar por mí. ¡Buen almuerzo y adiós!