Tras el rezo del Ángelus de este domingo, 30 de octubre de 2022, El Santo Padre invitó a orar por el atentado terrorista en Mogadiscio” y “por los jóvenes muertos en Seúl por una repentina estampida de la multitud”.
Recordó la beatificación ayer en “Medellín, Colombia, de María Berenice Duque Hencker, fundadora de las Hermanitas de la Anunciación”.
No nos olvidemos, por favor, en nuestra oración y en el dolor de nuestro corazón, de la martirizada Ucrania. Oremos por la paz: ¡no nos cansemos de hacerlo! añadió el Papa. Por último, saludó a los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.
A continuación, siguen las palabras del Papa después del Ángelus ofrecidas por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
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Palabras del Papa
Queridos hermanos y hermanas:
Mientras celebramos la victoria de Cristo sobre el mal y sobre la muerte, oremos por las víctimas del atentado terrorista que, en Mogadiscio, ha causado la muerte de más de cien personas, entre ellas numerosos niños. ¡Que Dios convierta el corazón de los violentos!
Y recemos también al Señor Resucitado por quienes han muerto esta noche en Seúl —sobre todo jóvenes— debido a las trágicas consecuencias de una repentina estampida de la multitud.
Ayer, en Medellín, en Colombia, fue beatificada María Berenice Duque Hencker, fundadora de las Hermanitas de la Anunciación. Dedicó su toda larga vida, concluida en 1993, al servicio de Dios y de los hermanos, especialmente de los más pequeños y de los excluidos. Que su celo apostólico, que la impulsó a llevar el mensaje de Jesús más allá de las fronteras de su país, refuerce en todos el deseo de participar, con la oración y la caridad, en la difusión del Evangelio en el mundo. ¡Un aplauso para la nueva Beata, todos juntos!
Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos de diversos países: familias, grupos parroquiales, asociaciones, fieles. En especial, saludo, de España, a los fieles de Córdoba y al Orfeón Donostiarra de San Sebastián, que celebra 125 años de actividad; a los chicos y chicas del Movimiento Hakuna; al grupo de San Pablo del Brasil; y a los clérigos, las religiosas y los religiosos indonesios residentes en Roma. Saludo a los participantes en el congreso promovido por la red mundial “Uniservitate” y por la LUMSA; así como a los niños de la primera Comunión de Nápoles y a los grupos de fieles de Magreta, Nocera Inferior y Nardò. Y a los jóvenes de la Inmaculada.
No nos olvidemos, por favor, en nuestra oración y en el dolor de nuestro corazón, de la martirizada Ucrania. Oremos por la paz: ¡no nos cansemos de hacerlo!
Os deseo a todos un feliz domingo. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta la vista.